En un comunicado, el Consejo de Iglesias y Organizaciones Religiosas de Ucrania, que representa a los líderes de todas las confesiones religiosas del país, ha rechazado las declaraciones del Papa Francisco en las que instaba a Ucrania a alzar la «bandera blanca» y buscar una solución negociada a la guerra provocada por la agresión militar rusa.
En el comunicado, se declara de manera contundente que nadie puede obligar al pueblo ucraniano a rendirse. Además, se enfatiza que ceder ante el enemigo no es sinónimo de paz, sino de la victoria de la esclavitud sobre la libertad, de la oscuridad sobre la luz y de la supremacía del más fuerte sobre la fuerza de la ley.
Los líderes religiosos ucranianos advierten que una rendición ante Rusia llevaría a más víctimas civiles ucranianas y a la tortura de decenas y cientos de sacerdotes que predican los mandamientos de Dios. También se destaca que capitular ante el mal victorioso significaría el colapso de la idea universal de justicia y una traición a las enseñanzas fundamentales transmitidas por las grandes tradiciones espirituales.
En el comunicado, los líderes religiosos ucranianos expresan su compromiso de rezar por una victoria sobre el enemigo y por una paz justa, y también tienden la mano a todas las personas de buena voluntad que apoyan a Ucrania en este momento crucial.
Las palabras del Papa, en las que pedía a Ucrania que alzara la «bandera blanca» para poner fin a la guerra, han generado indignación entre los líderes y la opinión pública ucraniana.