Diez ciudadanos estadounidenses que fueron liberados en Venezuela como parte de un intercambio de prisioneros políticos por el empresario colombiano Alex Saab, han llegado a Texas, Estados Unidos, el miércoles por la noche.
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, escribió en su cuenta de Twitter una foto de los liberados en el avión que los llevaba de regreso a su país, diciendo: «Todos los estadounidenses que fueron detenidos injustamente en Venezuela ahora están sanos y salvos en Estados Unidos. Bienvenidos a casa».
El gobierno de Nicolás Maduro liberó a más de 30 personas el miércoles, como resultado de negociaciones con la administración de Joe Biden, a cambio de la libertad de Alex Saab, quien estaba detenido en Miami por acusaciones de conspiración y lavado de dinero.
Entre los liberados se encuentran Eyvin Hernández, Jerrel Lloyd Kenemore Kenemore, Joseph Ryan Cristella, Savoi Wright, Luke Denman y Airan Berry. También se incluyen sindicalistas venezolanos, como Alcides Braco, Alonso Meléndez, Emilio Negrín, Nelson Astudillo, Gabriel Blanco y Reynaldo Cortez, así como Roberto Abdul, director de la ONG Súmate y organizador de la primaria de la oposición. Además, César Antonio Guevara Díaz y Luis Wilfredo Narváez Castillo, en un caso relacionado con la refinería El Palito.
Como parte del acuerdo, el gobierno de Maduro también accedió a extraditar a Estados Unidos al contratista militar Leonard Francis, conocido como Fat Leonard, quien está involucrado en uno de los mayores escándalos de corrupción en el ejército estadounidense.
La liberación de los prisioneros era una de las condiciones impuestas por la administración de Biden para no restablecer las sanciones al sector petrolero venezolano. En un comunicado, Biden celebró la liberación de los presos y prometió seguir trabajando para lograr elecciones democráticas en Venezuela.
Altos funcionarios de la Casa Blanca admitieron que la decisión de liberar a Saab fue difícil pero correcta. Maduro reveló que Catar medió en el intercambio de prisioneros y expresó su voluntad de mantener relaciones «cara a cara» y «con respeto» con Biden.