Los intentos de Venezuela por recuperar el territorio del Esequibo

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Hace dos siglos, en 1821, después de las guerras de independencia, se estableció la República de la Gran Colombia, la cual incluía a Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá. Sin embargo, también se incluía un territorio poco conocido: la Guayana Esequiba, que limitaba al este con las Guayanas cuyos territorios estaban siendo disputados por potencias europeas como Reino Unido, Francia y Países Bajos.

Inicialmente, la diplomacia venezolana informó a los británicos que la línea divisoria entre la Gran Colombia y la colonia británica vecina estaba demarcada por el río Esequibo, tal como correspondía con los territorios españoles de la antigua Capitanía General de Venezuela. Los británicos aceptaron esta definición fronteriza, pero aprovechando la debilidad militar venezolana después de las guerras de independencia, colonos británicos traspasaron la frontera acordada y ocuparon tierras al oeste del Esequibo.

A pesar de las protestas de las autoridades grancolombianas, el Reino Unido continuó su política expansionista en la zona. La muerte de Simón Bolívar en 1830, la disolución de la Gran Colombia al año siguiente y las guerras internas que le siguieron, facilitaron el proceso de expansión británica.

En 1835, los británicos establecieron unilateralmente la llamada Línea Schomburgk como frontera oficial, al oeste del río Esequibo. En las décadas siguientes, fueron desplazando esa línea más al oeste hasta anexarse de facto 80 mil kilómetros cuadrados de la Guayana Británica, a costa del territorio venezolano.

Este hecho fue tan escandaloso que incluso Estados Unidos se vio afectado. En 1895, el presidente Grover Cleveland instó a Venezuela y al Reino Unido a resolver el conflicto mediante un arbitraje internacional.

Finalmente, en 1899, se emitió el Laudo Arbitral de París, en el cual participaron jueces de Estados Unidos, Inglaterra y Rusia, pero ninguno de Venezuela. Este laudo arrebató a Venezuela 160 mil kilómetros cuadrados de su territorio legítimo, conformando así la Zona en Reclamación.

No fue hasta 1962 que Venezuela elevó sus protestas ante la ONU por el Laudo de París de 1899, y después de cuatro años se llegó al Acuerdo de Ginebra, el cual mantiene el statu quo y reconoce los derechos de soberanía venezolanos, al tiempo que exhorta a las partes a encontrar una solución pacífica y concluyente.

Desde 1966, las relaciones entre Venezuela y Guyana se mantuvieron en un punto latente, sin avances ni retrocesos. Sin embargo, en 2004, durante una visita a Georgetown, el expresidente Hugo Chávez ofreció el territorio Esequibo a Guyana, lo que generó tensiones entre ambos países.

Actualmente, el conflicto se ha intensificado debido a la explotación de hidrocarburos en las costas de Guyana, especialmente en el Campo Liza, que podría contener cerca de 1.400 millones de barriles de crudo de alta calidad.

En 2018, el secretario general de la ONU puso el asunto en manos de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), a pesar del desacuerdo de Venezuela.

Ahora se suma un nuevo conflicto, ya que Trinidad y Tobago está haciendo gestiones en connivencia con Guyana para explotar los yacimientos venezolanos cercanos a sus costas en el triángulo Trinidad-Guyana-Venezuela Esequiba. Esto ha generado preocupación en Venezuela, ya que podría comprometer parte importante de las reservas de gas natural no asociado al petróleo.

En resumen, el conflicto territorial entre Venezuela y Guyana ha sido largo y complejo, y parece improbable que se encuentre una solución favorable para Venezuela en el corto plazo. La explotación de recursos naturales en la Zona en Reclamación ha beneficiado a Guyana y ha dejado a Venezuela en una posición desventajosa.