LVL: Negociación en el G4 para ir a las regionales empezó mucho antes que México

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Pese a que el G4 no ha confirmado oficialmente su participación en las regionales, ya no se trata de una incógnita ni será mayor sorpresa. El director de Datanálisis, Luis Vicente León, aseguró que esto estaba planteado mucho antes de las negociaciones en México y lo que faltaba decidir si los partidos irían unidos o no.

ND

Según fuentes del gobierno interino de Guaidó, el G4 postulará candidatos para recuperar gobernaciones y alcaldías, dando un giro de la estrategia abstencionista que mantuvo durante los últimos años, y saltándose la exigencia de condiciones electorales y sobre todo un acuerdo integral con el chavismo que incluya un cronograma electoral con elecciones presidenciales libres.

En conversación telefónica con ND, Luis Vicente León destacó que la participación de la oposición en estos comicios «era algo imparable» y que el proceso de negociación para ir a elecciones consiguió cosas muchos meses atrás con la designación de Enrique Márquez y Roberto Picón como rectores del CNE y la solicitud de Maduro de tener observación internacional.

Dijo que el hecho de que la oposición decida participar no necesariamente significa que los venezolanos acudan masivamente a las urnas de votación, debido a que «la oposición tiene problemas importantes de conexión popular y de confianza».

Sin embargo, el analista estimó que «cuando hay una convocatoria unitaria, cuando todos se ponen de acuerdo y cuando se presentan cambios que incluyen observación internacional, eso puede motivar la participación».

«Esto no significa que sea una participación plena, ni la de 2015 porque siempre hay grandes cambios y líderes radicales que van en contra del proceso y eso merma la participación potencial, pero si puede haber un incremento de la participación que termine con un éxito opositor en una parte del país; que aunque no sea mayoritaria, sería suficiente para renovar cuadros de liderazgo opositor».

A continuación nuestra entrevista:

Es un hecho que el G4 va a postular candidatos para las elecciones del 21N, ¿qué lectura le da a qué lo hayan anunciado a última hora? ¿Qué pasó con las condiciones electorales que fueron a pedir en México?

– La participación de la oposición en las regionales era un tema que ya estaba definido. Lo que se estaba definiendo era si iban a ir todos unidos, y si iban dentro del marco de la negociación o no, pero la participación estaba definida y anunciada. Era una participación -lo que podríamos llamar- imparable porque para esa elección el proceso de negociación que había arrancado mucho antes de la fase pública en México. Ya había conseguido cosas: nombramiento de dos representantes opositores en el CNE; también la habilitación de la tarjeta de la MUD y la solicitud del gobierno de tener observación internacional.

– Eso avanzó igual. No se quedó parado porque se quedó parada la negociación en México, incluso está vigente la observación de la Unión Europea. Por tanto, creo que ha habido más bien el quid pro quo (una cosa por la otra), se han intercambiado cosas y si viene la observación internacional es que no habían muchas cosas que negociar.

Usted ha dicho que «hay una diferencia abismal entre las matrices de opinión que se intentan generar en redes sociales (bots incluidos) y la matriz real de opinión pública», ¿cree usted que los ciudadanos que rechazan a Maduro confían en los dirigentes del G4 para darle su voto?

– El tema de los liderazgos es un tema complejo. En Venezuela no hay grandes conexiones con los líderes del chavismo, empezando por Maduro que apenas tiene 16% de aceptación, ni de la oposición porque los líderes opositores también tienen problemas importantes de conexión popular y temas de confianza, de manera que en términos individuales de liderazgo, el hecho de que los lideres hagan convocatoria no significa que la gente los va a seguir.

– Inclusive debemos recordar que convocatorios de oposición que han hecho en varias oportunidades no las ha seguid la población, y han habido eventos en el pasado donde la oposición ha convocado elecciones y la gente no ha ido, las regionales anteriores fueron convocadas por la oposición y la gente no reaccionó.

– Siempre hay una debilidad y un riesgo de que la abstención se mantenga elevada. Sin embargo, creo que cuando hay una convocatoria unitaria, cuando todos se ponen de acuerdo y cuando se presentan cambios que incluyen esa observación internacional, eso puede motivar la participación, pero no significa una participación plena, ni la que hubo en 2015 porque siempre hay grandes cambios y líderes radicales que van en contra de ese proceso y eso merma la participación potencial.

– Pero si puede haber un incremento de la participación que termine con un éxito opositor en una parte del país, que aunque no sea mayoritaria, sería suficiente para renovar cuadros del liderazgo opositor.

¿Qué opina la gente de dirigentes como Enzo Scarano o Tomás Guanipa que acaban de regresar al país y se muestran como precandidatos?

– No tengo encuestas de los líderes que acaban de regresar, pero no tiene porque necesariamente ser negativo. Si hay líderes que han luchado en el exterior y regresan al campo de batalla, podría ser más bien interesante para su figura política.

A su juicio, ¿estas elecciones son un camino para salir de la crisis que padecen los venezolanos?

– No creo que una elección en particular acabe con la crisis. Se pueden ganar las regionales y mantenerla crisis, eso no se resuelve por esa vía; lo que sí creo es que la participación unidos o la abstención unidos son estrategias de lucha que fortalecen la participación de la oposición en procesos electorales como bloque permitirán que tengas un número importante de líderes que puedan revalidarse y eso cambiara el estatus de la oposición.

– Tener un número importante de opositores le da el halo de legitimidad que el liderazgo opositor convencional comienza a tener vencido. Creo que esta remodelación era importante y puede ser útil desde el punto de vista político.