A pesar del acuerdo firmado hace tres meses entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición venezolana, el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por Maduro, sigue sin proporcionar información clara sobre la fecha de las elecciones presidenciales previstas para el segundo semestre de 2024. Esta falta de transparencia ha aumentado las dudas sobre la legitimidad del proceso, comprometiendo la promesa de unos comicios libres e independientes con participación internacional.
El acuerdo, que buscaba establecer un marco regulatorio y resolver tensiones entre las partes, indicaba que las elecciones se llevarían a cabo en diciembre, siguiendo el cronograma constitucional. Sin embargo, el silencio cómplice del CNE ha sumido a la población venezolana en la incertidumbre, especialmente en un contexto donde seis países de la región tienen programadas elecciones presidenciales para este año.
A pesar de algunos gestos de «buena voluntad» del chavismo, como no boicotear la elección primaria de la oposición en octubre, la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia anuló dicho proceso. Además, las inhabilitaciones políticas de candidatos opositores y las limitaciones a la observación internacional generan preocupaciones sobre la imparcialidad del CNE y la legitimidad del proceso electoral.
María Corina Machado, candidata unitaria de la oposición, seleccionada en las elecciones primarias de octubre, ha expresado su compromiso con el cambio en un mensaje de fin de año, a pesar de que su participación en las elecciones está pendiente de un proceso de habilitación, tras ratificar la Contraloría General de la dictadura su inhabilitación por 15 años.
La ausencia de un cronograma electoral específico, la falta de información sobre la actualización del Registro Electoral y la no definición de una fecha para las presidenciales han generado inquietud en la población, que teme que el régimen de Maduro utilice esta situación para manipular los comicios.
Mientras tanto, figuras como Juan Guaidó exigen al CNE la publicación de la fecha de las elecciones, criticando la actitud «cobarde» del régimen por jugar con la incertidumbre en torno a los comicios. En un contexto regional donde otros países se preparan para elecciones presidenciales, la falta de claridad en Venezuela plantea interrogantes sobre la verdadera intención del régimen de Maduro en este crucial proceso democrático.