El Instituto Nacional de Migración (INM) del Gobierno mexicano disolvió este sábado una caravana de migrantes, en su mayoría compuesta de venezolanos y centroamericanos, que pretendía salir de manera masiva desde Tapachula, en la frontera con Guatemala, para ir a Ciudad de México.
Sin embargo, las autoridades federales empezaron a atender a los migrantes en grupos de 150 personas con la promesa de trasladarlos a albergues en un lapso de cuatro días para iniciar su proceso de regularización migratoria y obtener visas humanitarias.
Los migrantes llegaron a la estación migratoria Siglo 21, una de las más grandes del sur del país, donde subieron a autobuses en los que el INM los llevará a una estación migratoria para expedir documentos que les permitan estar legalmente en México.
El migrante venezolano Gabriel González argumentó que no quieren quedarse en México sino seguir su camino a Estados Unidos.
«Me siento agradecido con el director del Centro de Dignificación Humana, Luis Rey García Villagrán, para que nos den la visa por razones humanitarias en dos o tres días. Vamos a creer cuando tengamos la visa en nuestras manos», declaró a EFE.
En el parque Bicentenario de Tapachula se congregaron cerca de 800 migrantes para ponerse a disposición de las autoridades federales a cambio de visas por razones humanitarias.
En su mayoría venezolanos y centroamericanos
El grupo, en su mayoría, está compuesto de migrantes de Venezuela, Honduras, El Salvador, Cuba, Guatemala, Honduras y Haití, pero también hay personas de Egipto, Malí, Congo y Senegal.
Uno de ellos es Daniel Hernández, quien lleva un mes y medio en Tapachula, en busca de trámites, aunque no tuvo éxito, por lo que expresó su esperanza en el nuevo ofrecimiento de las autoridades.
«Nuestro propósito es poder tener los papeles y continuar avanzando, nos han dado comida, agua y nos preguntan cómo estamos», comentó a EFE.
Asimismo, García Villagrán, defensor de migrantes, expuso que los grupos vulnerables tienen prioridad.
«Después siguen los hombres y mujeres solas, ya que son alrededor de 800 personas que serán llevadas a la aduana de Cerro Gordo en Huixtla y tres albergues en Tapachula», detalló.
García Villagrán indicó que es un compromiso del Gobierno federal para que el parque del migrantes o Bicentenario ya no tenga personas hacinadas.
La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detectó a más de 1,7 millones de indocumentados en la frontera con México en el año fiscal 2021, que terminó el 30 de septiembre.
En tanto, el Gobierno de México deportó a más de 114 mil extranjeros en 2021, de acuerdo con la Secretaría de Gobernación.
El Ejército tiene desplegados más de 28 mil de sus miembros en tareas de migración en las fronteras norte y sur, según reveló la Secretaría de la Defensa Nacional esta semana. EFE