Durante el debate presidencial, el candidato de ultraderecha y ultraliberal, Javier Milei, ha desmentido la cifra de 30.000 desaparecidos durante la dictadura argentina, afirmando que en realidad son 8.753. En el bloque dedicado a los Derechos Humanos, Milei ha expresado que los liberales han sido acusados de cosas aberrantes, pero que valoran la verdad y la justicia. Según su visión, hubo una guerra en la que tanto las fuerzas del Estado como los terroristas cometieron excesos y delitos de lesa humanidad.
Milei también ha criticado a la Asociación Madres de Plaza de Mayo y a aquellos que, según él, han utilizado la ideología para hacer negocios turbios. Ha dejado claro que su intención es reescribir la historia desde una perspectiva diferente.
La candidata del Frente de Izquierda y de Trabajadores, Myriam Bregman, ha respondido a las declaraciones de Milei enfatizando que la cifra de desaparecidos durante la dictadura es de 30.000 y que fue un genocidio.
El debate también ha girado en torno a la situación económica de Argentina, con el ministro de Economía en funciones, Sergio Massa, como candidato oficialista. La inflación, que supera el 124% en términos interanuales, ha sido objeto de discusión.
Mientras Massa y Milei han buscado polarizar sus posiciones económicas, el resto de candidatos, Patricia Bullrich, Juan Schiaretti y Myriam Bregman, han intentado confrontar a todos sus rivales.
Massa ha propuesto medidas como la implementación de una moneda digital argentina, pero ha sido criticado por el resto de candidatos por su gestión al frente del ministerio. Massa se ha desvinculado de responsabilidades, argumentando que la situación económica es herencia de administraciones anteriores, especialmente del expresidente Mauricio Macri.
En resumen, el debate presidencial en Argentina ha estado marcado por la negación de la cifra de desaparecidos durante la dictadura por parte del candidato Milei y por las discusiones sobre la situación económica del país.