Militares venezolanos han logrado desactivar un explosivo atribuido a un grupo criminal en la reserva forestal de Imataca, al sur del país. El comandante estratégico operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), Domingo Hernández Lárez, informó que se trata de un artefacto explosivo compuesto por un cilindro de gas de 18 kilos mezclado con metrallas, un detonador eléctrico, cables conductores y una jeringa plástica como espoleta improvisada.
Según Hernández Lárez, este dispositivo fue colocado en la reserva por un grupo conocido como «tancol», término acuñado por el Gobierno venezolano para referirse a terroristas armados narcotraficantes colombianos. El objetivo de este explosivo era causar daños a la población civil y a los organismos de seguridad ciudadana que operan en la zona, la cual está cerca de un territorio disputado por Venezuela y Guyana.
El comandante militar destacó que el artefacto fue desmantelado de manera segura por los zapadores y explosivistas de la FANB, quienes detonaron los explosivos de forma controlada. Cabe mencionar que esta no es la primera vez que las fuerzas militares venezolanas desactivan explosivos en zonas boscosas. A mediados de agosto, se desactivaron cuatro explosivos en una zona de minería ilegal en el estado Bolívar, fronterizo con Brasil.
El Gobierno venezolano ha intensificado sus operaciones de limpieza en áreas afectadas por la minería ilegal, evacuando a miles de personas señaladas como «mineros ilegales». Desde el mes de julio, se han evacuado a un total de 8.431 personas en la región amazónica de Venezuela. Además, se han expulsado a cerca de 10.300 «mineros ilegales» en la Amazonía venezolana desde el 1 de julio, en un esfuerzo por combatir la contaminación causada por el uso de mercurio y otros agentes.