Movimiento marxista germina en las narices del exilio cubano y bajo la vista gorda de las universidades de Miami

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Un volante pegado en murales de FIU abre de nuevo el debate sobre la delgada línea entre libertad de expresión y ofensa a las víctimas del comunismo en Miami.

A siglos de que naciera la imprenta para transformar la comunicación social, un volante puede seguir teniendo tanto impacto como en los viejos tiempos. Solo depende de su contenido y de dónde se ubique. Lo han entendido muy bien los movimientos de propaganda que en la actualidad se expanden en el entorno universitario de EEUU y, peculiarmente, de la Florida, justo donde encontró refugio y todavía habita el exilio cubano tras huidas masivas de la dictadura más longeva del hemisferio.

La universidad, se sabe, es terreno fértil/fácil donde plantar ideas y pretender que germinen utopías al aprovechar el ímpetu de las tempranas edades en la defensa de la llevada y traída justicia social. De ese material abstracto se ha forjado el movimiento de Estudiantes Marxistas Revolucionarios del que, al parecer, algunos de quienes los integran asisten a la Universidad Internacional de Florida (FIU), y cuya próxima reunión se anuncia en un volante serializado y pegado en varios murales del recinto escolar. Lo suficientemente visible como para que el cubano Lexter Savio Rodríguez, estudiante de doctorado en Física, lo viera y reaccionara de forma apasionada y crítica, aunque sin grandilocuencias.

“Este cartel que encontré está promocionando un grupo de estudiantes que se hacen llamar marxistas revolucionarios y me llama la atención que ellos utilicen símbolos como la hoz y el martillo, palabras como que ‘es hora de llamar a la revolución’, porque los políticos no van a resolver las problemáticas de la sociedad y ya incluso en su propaganda se notan palabras que muestran cierto tipo de radicalización”, comentó Savio a DIARIO LAS AMÉRICAS.

“Siempre he tenido inquietudes políticas y como individuo trato de aportar lo que pueda a la libertad. Creo que la promoción de estas ideas representa un peligro para esta nación, porque estos son los jóvenes que en un futuro van a ocupar cargos y van a tomar decisiones en este país. Es evidente que las ideas socialistas son muy populares en las universidades y en los jóvenes americanos y que esto se expande no solo en FIU, sino en muchas de las universidades de los Estados Unidos”, amplió y aclaró que el cartel no anuncia un curso que se está impartiendo en la universidad, sino que es de un grupo de estudiantes que se reúnen todas las semanas y cuando empiece el semestre, en la última semana de agosto, tendrán su primera reunión.

Quiénes son los jóvenes marxistas

Según el sitio web oficial de Estudiantes Marxistas Revolucionarios, constituyen una organización revolucionaria de estudiantes marxistas, con sede en EEUU, con grupos activos en universidades de todo el país. Además, tienen una publicación periódica, la revista Red Horizon, que “cubre una variedad de temas desde una perspectiva marxista en un intento de proporcionar claridad teórica para la política estudiantil y contrarrestar el pantano actual del liberalismo”.

Lexter Savio, que ha tenido contacto con algunos de los jóvenes del movimiento, dijo a este rotativo que estos incluyen en su ideario la figura de Che y los caracterizó como “un grupo que cuando debates con ellos no tienen ni aceptan otro criterio”. “No están dispuestos a que tú les hables de tu experiencia personal, si tú les muestras fotos de presos políticos, dicen que los presos políticos en Cuba son delincuentes porque piensan que los exiliados en Miami eran propietarios de plantaciones de esclavos en Cuba. Es un grupo bastante adoctrinado, ignorante y que desconoce realmente cuáles son los daños que puede provocar la aplicación de estas ideas que promueven”, valoró.

“Ni siquiera es que sea una suposición, ellos se proclaman socialistas, se autodefinen así, lo tienen claro, yo he hablado con ellos, haciendo de abogado del diablo, y ellos me dicen que se autodefinen anticapitalistas y que proponen el socialismo como una alternativa a las problemáticas no solo en la universidad, sino de la nación entera. Por principio piensan de esa manera y ven que eso es una buena alternativa para cualquier tipo de situación que hay en el país”.

Para conocer más sobre el movimiento y sus carteles, Diario Las Américas visitó la sede de FIU y pudo comprobar que los volantes permanecen colocados en murales. Al respecto, también enviamos una comunicación a Dianne Fernández, directora de Medios de la División de Comunicaciones Estratégicas, Gobierno y Asuntos Exteriores para el campus Modesto A. Maidique de FIU.

Expresamos que comprendemos el pleno derecho de los estudiantes a formar agrupaciones de carácter ideológico al amparo de la Universidad como plaza de libertad de pensamiento y expresión, y notificamos que de parte del exilio cubano se han suscitado reacciones de rechazo a estos patrones ideológicos que, implementados en países como Cuba, han llevado a miles a huir.

En ese sentido, preguntamos a la Universidad si existen otros movimientos de diferentes tipos de ideologías e intereses políticos para que sea efectivo el debate y el contraste de ideas en el recinto académico. Esta fue la respuesta que obtuvimos:

Un volante ha aparecido en FIU sobre una reunión de los Estudiantes Marxistas Revolucionarios. Este no es un grupo de estudiantes registrado en FIU y no se sabe quién creó el folleto o si algún estudiante asistirá a dicha reunión. La Constitución de los Estados Unidos y la ley de Florida permiten que cualquier persona se reúna en lugares públicos, incluso en campus universitarios públicos, sin permiso previo. La política de FIU tiene pautas para actividades al aire libre y garantizará que se sigan esas pautas. La administración de FIU entiende completamente la sensibilidad de este asunto y está monitoreando la situación, al tiempo que protege el derecho constitucional a la libertad de expresión, una piedra angular de la democracia estadounidense.

¿La Universidad ampara a los socialistas?

Aunque se niega que este sea un “grupo de estudiantes registrado en FIU”, hemos hallado que grupos con intereses similares encuentran cabida en la Universidad, tal es el caso de Jóvenes Socialistas Democráticos de América (Young Democratic Socialists of America, YDSA), sección oficial en FIU, que a su vez es la sección estudiantil de los Socialistas Democráticos de América, la organización socialista más grande de América, con más de 90.000 miembros.

“Creemos que los trabajadores deben dirigir democráticamente tanto la economía como la sociedad para satisfacer las necesidades humanas, no para obtener ganancias para unos pocos”, consideran y, como parte de sus orígenes explican: “Hace cien años, Milwaukee y la Gran Manzana eran centros de poder para el Partido Socialista de América”. Ahora “están trabajando para promover políticas y cambiar la dinámica en las Cámaras Estatales a favor de los trabajadores”.

Por su parte, la sección juvenil estudiantil, que es una “organización nacional de capítulos universitarios reconocidos y varios cientos de activistas”, según se lee en su web, tiene como misión organizar a estudiantes, trabajadores, profesores y personal en los campus de todo el país. “Somos estudiantes que nos organizamos en nuestras universidades, colegios y escuelas secundarias para luchar por las necesidades inmediatas de los trabajadores y estudiantes mientras desarrollamos nuestra capacidad para luchar por cambios más radicales y estructurales”.

Sus campañas incluyen la “defensa de los inmigrantes, la lucha por desinversión de las escuelas en los combustibles fósiles, la lucha contra la pobreza a través de programas locales” y, en definitiva, por el socialismo democrático a través de campañas activas para “mejorar las vidas de los trabajadores”.

Una de las campañas que se han agenciado es la llamada Lucha en la Florida de DeSantis. Un artículo firmado por Callynn Johnson describe cómo la tarea de los socialistas se ha dificultado en Florida, ya que, considera, “Ron DeSantis ha perseguido posiciones políticas reaccionarias de guerra cultural (…) En los últimos años, los floridanos han sido despedidos por la legislación [que califica como] fascista” que “comenzó en la educación pública K-12, prohibiendo una serie de temas nunca presentes en la educación de los niños, intencionalmente para desarrollar el apoyo público.

“Esto se expandió rápidamente en el sistema de escuelas públicas (…) Estos ataques a la academia sirven como un velo delgado para generar apoyo para la intención genocida de la Legislatura de Florida, ya que actualmente vemos ataques a la privacidad y seguridad de las personas trans”, describe el artículo.

Pero, admite, “los capítulos de YDSA han estado contraatacando” ante lo que valoran, ha pasado de ser capitalismo neoliberal a fascismo. “A nivel estatal, la estrategia electoral y las campañas de presión legislativa han sido bloqueadas como una vía efectiva: aún no hemos construido el poder necesario para arrebatar el control de estas instituciones”, reconoce el texto.

¿Hay contrapartes ideológicas?

El sentido común dicta que, si agrupaciones de estas tendencias ideológicas fuesen las únicas en existir en el espacio universitario, lejos de generarse movimiento de de ideas, realmente sería un problema. Así lo cree Lexter Savio aunque indica que no tiene conocimiento de si existen grupos de otras tendencias políticas con similar organización que de alguna forma sirvan como contraparte. “Yo no soy un undergraduate y entonces no sé muy bien cómo se mueven todos estos grupos de la Universidad en estas actividades. Hablo en representación mía, no de ningún grupo ni institución, lo que yo sí he podido observar es que hay un pasillo en la biblioteca donde se ponen todos los clubes (de Matemáticas, de Ingenieros), este tipo de organización estudiantil que existe en las universidades y ahí ellos (los marxistas) siempre tienen su mesa con su bandera, con su flyer, haciendo propaganda para captar más estudiantes.

“Lo que yo no he notado que exista, por ejemplo, un club o grupo anticomunista de América, por ejemplo, sería buena idea crear un grupo así para que exista otro grupo que se contraponga a ellos. Si existe, no tiene tanta presencia, porque lo que sí ha demostrado la izquierda a lo largo de la historia es que son muy buenos en la propaganda, en hacer bulla, en hacerse notar y por eso es que puedes encontrar a lo largo de todas las universidades su propaganda, por eso es que puedes ver cómo tienen el Instagram lleno de mensajes para captar gente y nosotros que venimos a Cuba lo sabemos, que ellos son muy buenos en colarse por todos los espacios que brinda la democracia y en usar esos espacios para expandir sus ideas”.

Cómo ha reaccionado el exilio

Las reacciones del exilio ya se han hecho sentir. Un ejemplo es la carta a FIU que, en protesta contra la propaganda marxista, suscriben tres instituciones: AICAC-HR COURT; NAFA LAW y UNPAM.

El documento expresa que el presidente de la Corte AICAC-HR y su Comisión de Derechos Humanos, Dr. Humberto Humphrey Pachecker condena, reprueba y censura la acción [promovida en] FIU, por su comportamiento, anuncio y opinión a favor del comunismo marxista al permitir que un grupo comunista promueva un encuentro marxista. “Nos unimos al Sr. Lexter Savio, escritor cubano, quien argumentó que este encuentro promueve la ideología comunista, que va en contra de los valores consagrados en la Constitución de EEUU”.

En palabras de estos docentes universitarios del derecho federal dirigidas a la administración de FIU, la promoción estaría violando la ley federal, Capítulo 3, del Departamento Federal USCIS y citan las razones. “En general, cualquier inmigrante que sea o haya sido miembro o afiliado al Partido Comunista o cualquier otro partido totalitario (o subdivisión o afiliado), nacional o extranjero, es inadmisible”.

Son enfáticos en que desean “fuera” a comunistas y marxistas, “fuera de las universidades y colegios en Florida”. Para Savio es “normal y lógico” que los cubanos se sientan ofendidos debido a que gran parte de la población de Miami es de origen cubano y “hay mucha gente sufrida, hay muchas familias separadas y esa separación tiene un origen y una causa, que es el comunismo en Cuba; entonces es lamentable ver que lo que los jóvenes que se supone son los que en un futuro pueden tomar acciones desde cargos políticos, se vean atraídos por estas ideas”.

Aún peor, considera, se ve este “crecimiento cada vez más fuerte y radical hacia esas ideas sabiendo que en esta ciudad hay tantas personas que han sufrido las consecuencias de la puesta en práctica de estas”.

Por tanto, defiende que las reacciones del exilio en este caso no se podrían entender como extremismo: “No me parece que los cubanos seamos ni paranoicos ni extremistas, lo que pasa es que nosotros tenemos esto bien claro y hemos ido advirtiendo a muchos pueblos como los de Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Colombia, Argentina, porque nosotros lo vemos venir. Vemos los síntomas y ya detectamos la enfermedad. Nos adelantamos para evitar que esto se siga expandiendo y que tome aire bajo las alas de la democracia y la libertad de expresión. Cuando ellos (los comunistas) toman el poder ya es muy tarde y es muy difícil quitárselo. Entonces nosotros parecemos paranoicos o extremistas diciendo que esto hay que eliminarlo o que no se puede permitir. Es que ya sabemos cómo funciona, cómo se mueve y expande este tipo de movimiento (…) No existe un país que haya sido comunista y que no haya producido una dictadura es decir la dictadura existe porque es comunista y esto tiene que estar claro”.

Diario Las Américas