En los últimos ocho meses, Estados Unidos ha llevado a cabo la deportación de aproximadamente medio millón de migrantes que no pudieron demostrar una base legal para permanecer en el país, según informó el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense (DHS). Durante este período, se han realizado varios vuelos desde Estados Unidos hacia países de Centroamérica y Venezuela con migrantes deportados.
En total, ya se han expulsado más de 482,000 personas desde mayo pasado. Estas deportaciones incluyen a adultos solteros y familias que no tenían los fundamentos legales para quedarse en el país.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) ha aumentado significativamente el número de vuelos con deportados desde el 12 de mayo pasado, cuando se dejó de implementar el Título 42, una medida que permitía la expulsión inmediata de indocumentados por razones sanitarias.
De los más de 482,000 deportados en los últimos ocho meses, más de 100,000 han sido deportados en los últimos dos meses. Además, entre estos deportados se incluyen migrantes que han sido enviados directamente a Venezuela, después de que Estados Unidos reanudara las repatriaciones directas de ciudadanos a ese país en octubre pasado, tras cuatro años de suspensión de esa práctica.
Es importante resaltar que la cifra de deportados desde mayo pasado supera el número de extranjeros enviados a sus países durante todo el año fiscal 2019.
Esta situación evidencia la intensificación de las medidas de deportación implementadas por Estados Unidos en los últimos meses.