¡PRONÓSTICO RESERVADO! Histografía del fraude del 6D montado por el régimen

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Dentro de una semana, 6 de diciembre, el régimen debe estar en pleno desarrollo de un evento catalogado por decenas de países y la inmensa mayoría de los venezolanos, como un fraude.

Por Miguel Ángel Rodríguez/ Caraota Digital 

El día de la charada para destruir a la legítima Asamblea Nacional, electa en 2015, habrá llegado, activando a la Consulta Popular, como mecanismo democrático de respuesta a tal agresión. Ya estamos en un tiempo de pronóstico reservado.

En enero de 2020, la rebelión de un grupo de diputados, señalados de haber sido alcanzados por la oferta de centenares de miles de dólares para romper la unidad democrática, se patentó en un nuevo golpe a la Asamblea Nacional, a la que los diputados chavistas le impusieron una junta directiva de nuevos aliados, con Luis Parra a la cabeza. Los llamados alacranes, picaron y envenenaron desde entonces la historia por venir.

Ya no había mayoría opositora real, el circo de dos asambleas ideado por Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y los alevosos hermanos Rodríguez, Jorge y Delcy, meses más tarde, y aprovechando el pánico y la parálisis del país a causa del coronavirus, se convertiría en una usurpación a las funciones del parlamento dirigido por Juan Guaidó, Juan Pablo Guanipa y Carlos Berrizbeitia.

Del Tribunal Supremo dirigido por Maikel Moreno, ese que llaman el salón de mandados judiciales del régimen, vino el porrazo de nombrar un nuevo Consejo Nacional Electoral. De hecho, como acto ilusionista, magistrada se transformó en rectora y, su majestad Indira Alfonzo, se corona presidenta del Consejo Nacional Electoral, para liderar el llamado a elecciones, esas que en una semana, parirán, según el régimen madurista, a los nuevos diputados.

El primer lote de entendidos con el régimen

Claudio Fermín, Timoteo Zambrano, Felipe Mujica, Henry Falcón, incluso antes del episodio de aquellos diputados tildados de alacranes, ya se habían sentado a negociar con los delegados de Nicolás Maduro y ya habían tirado al olvido que la elección de mayo del 2018 no fue reconocida, ni por la mayoría de los venezolanos, ni por decenas de países del mundo democrático.

Es decir que estos señores ya no están interesados, desde hace mucho, porque se hagan elecciones presidenciales libres, democráticas y verificables. Maduro les es legítimo como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, tanto como lo es para Daniel Ortega y Raúl Castro, por citar algunas coincidencias no precisamente intrascendentes.

El Tribunal dirigido por el aliado de Maduro, Maikel Moreno, no sólo parió a la nueva reina electoral, Indira Alfonzo, misma que tuvo mucho que ver con la frustración del referendo revocatorio en 2016 y con el desconocimiento de los diputados indígenas para romper la mayoría calificada de dos tercios de curules en buena lid alcanzada por la unidad democrática.

También parió decisiones ladronas, que robaron a sus legítimos directivos las siglas y llaves de Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular, y otros partidos, como antes había sucedido con Copei.

Es duro ver las ciudades tapizadas de vallas y la televisión del régimen atestada de cuñas, de AD, de Copei, tratando de vender, mientras aprietan la censura a periodistas y medios independientes, que en este evento del 6 de diciembre, participa la oposición. No es verdad. Bajo esas banderas robadas por el régimen madurista, se han postulado personas que han pactado, han concertado, se han entendido con Nicolás Maduro, para barrer al actual parlamento dirigido por Juan Guaidó, olvidar que hay un problema de usurpación y en consecuencia un gobierno interino, y convivir en algo que será toda una novela.

Simularán hacerle frente en debates, pero por lo que se entiende, nunca promoverán la salida de Nicolás Maduro, la corrección de la usurpación, y mucho menos la celebración de elecciones presidenciales. Es decir, no serán abanderados de lo que realmente los pobres, las víctimas, los arruinados, los enfermos de Venezuela, que hacen mayoría, realmente exigen para comenzar a reconstruir el país. Todo será un gran show.

Maduro, por cierto, maestro en astucia ramplona, o como lo llamara un excompañero suyo de los tiempos de Hugo Chávez, parte líder de esta “clase política autócrata y corrompida”, estoy citando al exministro Rodrigo Cabezas, con total desparpajo ya le avisó a los opositores contratados para este show que arrancará en breve, que lo dicho en estos días, que pedirá a los ministros que vayan allá, al show, a presentar cuentas, no incluye lo vayan a estar revisando en nada.

Una cosa es el parapeto pretendido, ese show de apariencia democrática con la supuesta nueva asamblea nacional, y otra cosa muy distinta es que se olvide que con lo que llamaron Ley Constitucional Antibloqueo, Diosdado Cabello desde esa cosa que identifican como Asamblea Constituyente, lo convirtió en Rey, “Su Majestad Nicolás”, el padre del príncipe Nicolasito, al que casualmente montan como nuevo y flamante diputado de Vargas, tierra del presidente interino Juán Guaidó.

Así tienen preparada la repartición luego del 6D

Esta es la papeleta hasta esta hora: nombrarán presidente del nuevo poder legislativo del régimen a Jorge Rodríguez. Casi listo está el nombramiento de un súper amigo de Delcy, Timoteo Zambrano, como supuesto opositor en la Vicepresidencia. ¿Qué abiertos y equilibrados, no?

Y a esta hora, la cartilla convenida dice que el régimen le va a dar algo más de 70 curules a sus nuevos socios con capa de los partidos robados, es decir, la nueva oposición amiga de Maduro.

Y claro, como violando de nuevo la constitución inventaron un circuito nacional, hay más de 100 curules nuevas, y ahí cabrán “ los fermines, los mujicas, los falcones y los alacranes todos”, que así les llaman.

Guaidó, Marquina, Berrizbeitia, Pichardo, Guanipa, Pillieri, y todos los diputados de la actual Asamblea Nacional, que no traicionaron la unidad, igual que la Unión Europea, la OEA, El grupo de Lima, Estados Unidos y decenas de países, incluyendo a la Argentina de Alberto Fernández y al México de López Obrador, están firmes en la sentencia de que el del 6 de diciembre no es un evento legítimo, no es una elección cabal, es un fraude.

¿Qué harán en los próximos días? La pregunta es obligatoria, pues es lógico esperar que Maduro y sus fuerzas represivas, “Tribunal Maikel Moreno” de por medio, los van a comenzar a pescar y a encerrar, al más mínimo contraste con la pretendida novela del régimen.

Los verdaderos opositores enfrentarán momentos muy difíciles

Es como si se abriera en una semana un túnel macabro del que nadie, ningún opositor verdadero, puede escapar. Hay que cruzarlo y hay mucho bicho peligroso al asecho. A la salida de ese túnel, y habida cuenta de que la próxima semana no reconocerán el Fraude Maduro 2020, como algunos lo llaman ¿Se reivindicarán aún diputados hasta que haya elecciones presidenciales y parlamentarias libres y verificables?

Nos hemos enterado de que intentan para las próximas horas lograr un acuerdo político, del que se esperaría que todos los partidos de la plataforma unitaria declaren que sigue vigente la actual Asamblea hasta que haya una elección libre de la que salga la legislatura que la sustituya. Obviamente, los diputados seguirían siendo diputados.

En esta legislatura, y en coincidencia con el arranque de la usurpación en la Presidencia de la República, luego del 10 de enero, se aprobó la Ley del Estatuto para La Transición. Según ese instrumento, no debería haber discusión sobre la extensión del período a la actual legislatura hasta que haya una elección libre.

Pero hay algunos parlamentarios, y particularmente uno de los principales partidos de la plataforma opositora, que aún no deciden si siguen la ruta de la extensión o declaran extinguido su rol de diputados. Hay que estar muy atentos.

Siguen firmes los próceres civiles de la Consulta Popular

Blanca Rosa Mármol, Enrique Colmenares Finol, estudiantes universitarios, Emilio Figueredo, Ovidio Pérez Morales, el padre Luis Ugalde y centenares de ilustres ciudadanos de la sociedad civil, que aúpan a una masiva participación en la consulta popular el 12 de diciembre y días antes de modo virtual, están llamando a una cuarentena cívica nacional que deje vacías las calles de Venezuela el próximo domingo 6 de diciembre.

Dicen que esa cuarentena cívica es una protesta de desolación y dar la espalda al plan de MADURO, para luego, entre el 7 y el 12, hacer todo lo contrario: alzar la voz y colmar las calles con gritos de cambio en la Consulta Popular.

Ellos estarán también amenazados por el régimen. Y de hecho durante los últimos 7 días se ha recibido información de que en el Tribunal dirigido por Maikel Moreno, le tienen preparada una sentencia a la Consulta propuesta y organizada por la sociedad civil.

Se ha conocido que incluso, sin mayor explicación, a algunos de los integrantes del Alto Consejo Ciudadano de la Consulta Popular, integrado por buena parte de lo mejor de la reserva moral venezolana, les han bloquedo sus cuentas bancarias, lo cual ha sido considerado como un acto intimidatorio que “no va a hacerlos declinar en su decisión de no quedarse de brazos cruzados”.

Enrique Colmenares Finol y Blanca Rosa Mármol, quizás los rostros más conocidos del Comité Organizador, ambos residentes en Venezuela, al saber de la amenaza latente coinciden en dos respuestas: que un ataque así avivaría más el entusiasmo en la Consulta al demostrar que Maduro le tiene miedo, y que en caso de que se les amenace su vida y su libertad, aquí estarán, de pie, sin cabida a rendirse ni a negociar el derecho de los ciudadanos a gritar su decisión de libertad y su clamor porque la comunidad internacional ayude en la derrota de Nicolás Maduro.

Isabel Pereira, Horacio Medina, Oscar López, todos víctimas del exilio forzado por el atropello del régimen, reportan que la organización de La Consulta está marchando a buen ritmo, al menos en 100 países receptores de la diáspora venezolana, calculada ya en cerca de seis millones de personas.

Todo, como señalamos, al comienzo de esta revisión de antecedentes y asuntos en marcha, ha entrado ya en un grave escenario, de pronóstico reservado.