El gobierno del presidente nicaragüense Daniel Ortega liberó a más de 200 opositores presos y los mandó el jueves en un avión con rumbo a Estados Unidos, confirmó un alto funcionario de la administración del presidente Joe Biden.
Nicaragua “decidió unilateralmente liberar a 222 individuos que tenía encarcelados”, algunos de ellos tras pasar varios años en prisión “por ejercer sus libertades fundamentales, en condiciones horribles y sin acceso a un debido proceso”, dijo a The Associated Press el funcionario, quien accedió a hablar bajo condición de anonimato.
El funcionario señaló que Estados Unidos facilitó el traslado de esas personas al país, “donde serán puestos en libertad condicional por razones humanitarias por un período de dos años”.
Todos los que fueron liberados y salieron del país lo hicieron voluntariamente. El gobierno de Estados Unidos ha puesto a disposición de estas personas asistencia médica y legal, añadió.
El funcionario recordó que Washington llevaba “mucho tiempo pidiendo la liberación de las personas encarceladas en Nicaragua por ejercer sus libertades fundamentales, como primer paso hacia la restauración de la democracia y la mejora del clima de derechos humanos” en la nación centroamericana.
“La decisión del gobierno nicaragüense es positiva y bienvenida. Nos mantenemos firmes en alentar pasos adicionales por parte del gobierno de Nicaragua para restaurar las libertades civiles y la democracia para el pueblo nicaragüense”, resaltó.
Ortega ha dicho que los opositores encarcelados y otros estuvieron detrás de las protestas callejeras de 2018 que, según el gobernante, fueron un complot para derrocarlo. Decenas de miles han huido al exilio desde que las fuerzas de seguridad nicaragüenses reprimieron violentamente esas protestas antigubernamentales.
Mientras tanto, una declaración emitida por el Tribunal de Apelaciones de Managua y leída en rueda de prensa indica que se ordenó “la deportación inmediata efectiva de 222 personas» sentenciadas, afirma, por cometer actos que «menoscaban la independencia” y por “incitar a la violencia”.
De acuerdo con la resolución los deportados fueron “inahibilitados de forma perpetua” para ejercer cargos públicos o de elección popular.
Citando a funcionarios del Departamento de Estado estadounidense, el ex-embajador nicaragüense en la OEA, Arturo McFields, dijo poco antes que en un avión que salió de Managua por la mañana viajan los 222 «presos políticos” con rumbo a Washington. “Vinieron los que querían venir, entre ellos sacerdotes”, agregó.
McFields no precisó cuántos ni quiénes continuarían detenidos en Nicaragua. Según cifras de la oposición nicaragüense, la cifra de “presos políticos” ascendía a 245 personas hasta esta semana.
Por su parte, la periodista Berta Valle, esposa del excandidato presidencial opositor Félix Maradiaga, dijo que el Departamento de Estado le confirmó la noticia y que su marido es uno de los excarcelados que viaja en el avión.
A principios de 2021, Ortega intensificó la persecución de sus oponentes políticos con el fin de despejar el terreno de cara a las elecciones presidenciales de noviembre de ese año. La policía detuvo a siete posibles aspirantes a la presidencia y Ortega logró un cuarto mandato consecutivo en unas elecciones que Estados Unidos y otros países calificaron de “farsa”.
Los jueces nicaragüenses condenaron a penas de prisión por “conspiración para atentar contra la integridad nacional” a varios líderes de la oposición, entre ellos ex altos cargos del movimiento sandinista gobernante y antiguos aspirantes a la presidencia.
Hugo Torres, antiguo líder guerrillero sandinista que en su día dirigió una acción armada que ayudó a liberar de la cárcel a Ortega, murió en prisión el 14 de febrero de 2022 mientras esperaba el juicio. Tenía 73 años.
Los jueces nicaragüenses también condenaron esta semana a prisión a cinco sacerdotes católicos por conspiración y difusión de información falsa. No se supo de inmediato si alguno de ellos estaba entre los liberados.
Madhani reportó desde Washington. El periodista de The Associated Press Christopher Sherman en la Ciudad de México contribuyó a este despacho.