Ola de migrantes de Venezuela cruza a EE.UU. por Ciudad Juárez y pone en crisis a El Paso

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Durante el fin de semana los agentes de la Patrulla Fronteriza, sector El Paso, recibieron en promedio a más de 1 100 personas al día, informó la dependencia. Al llegar a territorio estadounidense, los migrantes son liberados por la Patrulla Fronteriza en las calles de El Paso, Texas, donde algunos se instalan sobre colchones donados o en tiendas de campaña debido a que los albergues se encuentran saturados, cientos más son trasladados en autobuses a Nueva York

TalCual

Desafiando el caudal del río Bravo, una oleada de migrantes, en su mayoría venezolanos, ha cruzado en grupos de hasta 300 personas a Estados Unidos por la frontera de Ciudad Juárez-El Paso, para entregarse a agentes de la Patrulla Fronteriza.

El cruce masivo de personas comenzó a registrarse el sábado 10 de septiembre, justo el día que entró en vigor la extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) para migrantes procedentes de Venezuela, con lo que quedan protegidos de deportaciones y pueden obtener permisos laborales.

Venezolanos en El Paso
Decenas de migrantes que cruzaron el río Bravo por Ciudad Juárez esperan en una fila para entregarse a la Patrulla Fronteriza en el sector de El Paso, Texas, este lunes 12 de septiembre. Fotografía: Rey R. Jauregui

Durante el fin de semana los agentes de la Patrulla Fronteriza, sector El Paso, recibieron en promedio a más de 1 100 personas al día, informó la dependencia.

La creciente oleada de migrantes que se extiende por esta comunidad binacional alertó a las autoridades, instituciones y grupos civiles que atienden en ambos lados de la frontera a las personas que se desplazan a la región con la intención de cruzar a Estados Unidos.

Funcionarios de la Patrulla Fronteriza en el sector de El Paso confirmaron que han experimentado un aumento de migrantes y un cambio hacia un grupo demográfico, básicamente estas personas ya no son susceptibles de ser expulsadas bajo del Título 42, una medida implementada por el gobierno estadounidense para deportar de forma inmediata a los migrantes argumentando que buscan detener la propagación del Covid-19.

Las autoridades estadounidenses no especificaron qué grupo demográfico no es susceptible de una expulsión inmediata, pero durante el fin de semana la mayoría de los migrantes que cruzaron eran venezolanos.

La situación puso en aprietos a las autoridades de la ciudad de El Paso, donde casi mil migrantes han sido liberados a las calles desde la semana pasada, confirmaron el lunes funcionarios del sector de El Paso de la Patrulla Fronteriza El Paso Matters. Entre ellos se encontraba un grupo de 300 lanzados el sábado, y se esperan muchos más en los próximos días.

Mientras tanto, 25 autobuses chárter con 1 135 migrantes han sido enviados a la ciudad de Nueva York desde el 23 de agosto por la Oficina de Manejo de Emergencias de la ciudad y el condado de El Paso, dijeron las autoridades, y agregaron que seguirán transportando a los migrantes todo el tiempo que sea necesario.

La Patrulla Fronteriza trabaja con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas para encontrar espacio en refugios sin fines de lucro cuando su Centro de Procesamiento Central de El Paso está lleno. Las agencias liberan a los migrantes a las calles cuando esos albergues están llenos, ya que por disposiciones legales la mayoría de los migrantes no pueden permanecer detenidos por más de 72 horas.

Algunos de los migrantes liberados se han instalado en las calles de El Paso con tiendas de campaña improvisadas y colchones cerca de la estación de autobuses Greyhound.

Miguel Ángel, de 24 años, quien dejó atrás a su esposa y dos hijos de tres y cinco años en Venezuela, dijo a El Paso Matters que aunque tenía frío e incomodidad, pasar algunas noches en las calles de El Paso no se compara con su viaje de un mes.

«Todo el tiempo hemos estado bajo el manto de Dios», dijo mientras se sentaba en una silla de playa plegable frente a la estación de autobuses. «Cuando has vadeado selvas y montañas, caminado en lodo hasta la cintura y cruzado ríos que casi te ahogan, esto no es nada».

Muchos migrantes tienen familias y fondos para llegar a otras ciudades del país, pero la afluencia de migrantes venezolanos como Miguel Ángel, que no tienen ninguno de los dos, ha desbordado los servicios en toda la ciudad.

Ciudad Juárez
Un agente de la Guardia Nacional observa desde Ciudad Juárez la fila de migrantes que esperan junta al muro fronterizo para entregarse a la Patrulla Fronteriza en El Paso, Texas. Fotografía: Rey R. Jauregui

Los refugios en El Paso, incluidos Casa Anunciación, Rescue Mission y Salvation Army, han estado llenos, presionando a la ciudad para que abra un centro de procesamiento en un edificio municipal.

El administrador de la ciudad de El Paso, Tommy González afirmó que la nueva oleada de migrantes «realmente arrojó las cosas a una estratosfera diferente». Informó que la Oficina de Manejo de Emergencias de la Ciudad (OEM, por sus siglas en inglés) está solicitando al gobierno federal reembolsos más rápidos por los gastos relacionados con el alojamiento, el procesamiento y el transporte de migrantes.

A su vez, el alcalde de El Paso, Oscar Leeser señaló que los migrantes no están llegando a El Paso, sino a Estados Unidos a través de la ciudad. «Es un tema federal. Estamos ayudando al gobierno federal en este programa».

«No sabemos qué va a pasar de hoy a mañana», continuó Leeser. «Tenemos que adaptarnos a la situación día tras día… y continuaremos trabajando para asegurarnos de que las personas sean tratadas con dignidad y respeto».

Los esfuerzos parecen insuficientes ante la nueva llegada masiva de migrantes a esta región. La mañana de este lunes se volvió a registrar un nuevo cruce de migrantes en grupo y la mayoría de ellos dijeron que vienen desde Venezuela.

«Salimos por la situación del país… porque no había trabajo, como jóvenes queremos salir adelante», dijo a La Verdad un hombre que junto a otras cuatro personas bajo la barda que protege al río Bravo y lo atravesó sin mayor problema, pues es muy poca el agua que actualmente lleva ese caudal.

Antes de entregarse a un agente de la Patrulla Fronteriza que lo esperaba en la parte alta del muro de protección del río Bravo, llamado río Grandes del lado estadounidense, el migrante alcanzó a decir que llevaba 18 días viajando y viene de Táchira, Venezuela, una región que se ubica al oeste de ese país, en la región de los Andes.

Los migrantes llegaban al río por el lado poniente de Ciudad Juárez, portando en sus espaldas mochilas. Una vez de lado estadounidense todos se formaron en fila en espera de ser atendidos por los agentes de la Patrulla Fronteriza, quienes instalaron un centro de procesamiento debajo de un puente, a un costado del muro metálico, donde toman sus datos y los sueltan.

Personal del Instituto Nacional de Migración (INM) explicó que las personas oriundas de Venezuela entran a México de forma legal, con una visa de turistas y algunos de ellos por vía aérea.

Ante el arribo masivo de migrantes al borde fronterizo, elementos de la Guardia Nacional y del INM acudieron este lunes 12 de septiembre al tramo del río Bravo por donde los migrantes se estaban internando a Estados Unidos, pero solo estuvieron observando el proceso.

A diferencia del comportamiento mostrado este lunes por el personal federal mexicano, el pasado 10 de septiembre los agentes de Seguridad Pública Municipal aseguraron a 65 migrantes de Venezuela que se encontraban cerca del borde del río Bravo con la finalidad de cruzar a Estados Unidos, así lo informó la dependencia en un comunicado de prensa, donde destacaba que la acción formaba parte del «Operativo Espejo» que se lleva a cabo en coordinación con agentes de la Patrulla Fronteriza.

Este 10 de septiembre entró en vigor la extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) para venezolanos.

En julio de 2022, el presidente de Estados Unidos Joe Biden aprobó prolongar por 18 meses el TPS a partir del pasado 10 de septiembre. Este programa les permite a los venezolanos permanecer y trabajar en Estados Unidos hasta marzo del 2024. La protección para los venezolanos se anunció por primera vez en marzo de 2021 y expiraba en septiembre de 2022.