La economía de Venezuela se contrajo un 8,3 % en los tres primeros meses del año respecto al mismo período de 2022, tras siete trimestres consecutivos de crecimiento, una caída que responde a la desaceleración del ritmo de producción de bienes y servicios, informó el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), entidad independiente al margen del Banco Central.
La producción petrolera, el “principal motor que mueve la economía“, cayó durante el primer trimestre de 2023 en comparación con el mismo lapso del año pasado, según una nota de prensa difundida por el OVF, que no especificó en cuánto se redujo el bombeo de crudo.
De acuerdo a fuentes oficiales recogidas en informes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la producción en la nación caribeña se redujo un 3,3 % en el primer trimestre de 2023 en relación con el mismo período de 2022, al pasar de una media de 756.000 barriles por día (bpd) a 731.000 bpd.
El ente explicó también que, de enero a marzo de este año, se registró una caída en el volumen de producción de la industria y una disminución de las ventas en los establecimientos, además de un “estancamiento” de las remuneraciones en el sector del comercio y los servicios y una “fuerte contracción” de los salarios en la administración pública.
Por otra parte, el gasto del chavismo “denotó una caída en términos reales, debido a la inflación de (un) 501 %” en ese período.
El observatorio recordó que la desaceleración “se viene apreciando desde el segundo trimestre de 2022”, un año que cerró, según sus cálculos, con un crecimiento del 13,3 % respecto a 2021, gracias a la recuperación de la producción petrolera desde “niveles muy bajos” y a un “impulso” en el sector comercio, que se ha ralentizado.