martes, julio 8, 2025
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¡PARA BIEN O PARA MAL! El mundo después del coronavirus

Qué y cómo va a cambiar cuando se disipe la pandemia. ¿Continuará la globalización? ¿Será China el nuevo superpoder? ¿Se impondrá la vigilancia “bajo la piel”?

Por Gustavo Sierra / Infobae America

Vivimos en la Era de la Incertidumbre. Acechan cisnes negros que de un instante a otro pueden modificar todo. El coronavirus es uno de ellos, llegó para cambiarnos. Y no solo en la vida cotidiana en la que pasamos de un momento a otro a arresto domiciliario masivo, sino en las costumbres, la organización como sociedad, la economía, la cultura. Todo. No vamos a ser los mismos. El mundo no va a ser el mismo. Lo que nos está sucediendo va a modificar al ser humano y su entorno. Y nadie sabe si será para mejor o para peor.

Esta no es una crisis financiera como la del 2008/09. Acá no se trata de poner dinero en los bancos. Más bien es una guerra. Y como toda guerra, se sabe cómo comienza, pero nunca como termina. Como en cualquier conflicto armado, no es sólo la pérdida de empleo, la inseguridad, el hambre. Es una muy delgada línea entre la vida y la muerte. Y cuando el ser humano se encuentra andando por ese estrecho camino, su visión del mundo, sus principios y su moral pueden cambiar radicalmente. Las prioridades que tenía hasta ese momento, ya no existen. Aparece un mundo amplio y novedoso en el que nos vamos a mover a partir de ese momento. Lo vivido quedará en la memoria, en el inconsciente colectivo. La experiencia se pasará por generaciones. Y el grado de estos cambios dependerán, sobre todo, del tiempo en que se tarde en controlar la pandemia y encontrar una vacuna. Cuanto más tiempo pase, más cambios se van a producir.

La pandemia afectará desde la forma en que trabajamos y ganamos dinero hasta el funcionamiento de industrias y comercios; desde el significado del tiempo libre hasta el tipo de vivienda que vamos a preferir; desde la discusión de un salario universal hasta el tipo de organización gubernamental. Se va a acelerar la revolución científica y tecnológica que estamos atravesando. Habrá que repensar las ideologías y las organizaciones de gobierno. Habrá que determinar si vamos a un tipo de sociedad más participativa o una más autoritaria. Y si este cambio puede hacer frente con éxito a la más grave consecuencia de la globalización: la acumulación extraordinaria de riqueza en unas muy pocas manos.

El historiador Yuval Noah Harari, autor de una serie de best sellers sobre los cambios científicos, cree que las alternativas de salida de la crisis son extremadamente contrapuestas. “O vamos hacia una sociedad de vigilancia totalitaria masiva o de empoderamiento de los ciudadanos; de aislamiento nacionalista o solidaridad global”, dice. Harari cree que vamos hacia mayores pérdidas de las libertades individuales después de las que se impusieron tras los ataques del 11/S en 2001. “Habrá una vigilancia masiva. Se requerirán certificados de salud para poder viajar. Y si hasta ahora teníamos vigilancia `sobre la piel´ cada vez que entramos en un sitio de Internet, hacemos un click o enviamos mensajes; vamos a tener vigilancia `bajo la piel´ midiéndonos la fiebre o la presión hasta nuestros sentimientos. Y pone como ejemplo, los detectores masivos de temperatura que se colocaron en aeropuertos, estaciones de trenes y otros lugares de concurrencia masiva. “Estos medidores tienen varias capacidades. Con un relativamente simple cambio de software podría detectar otros sentimientos más allá de la fiebre o la presión sanguínea. Por ejemplo, alegría o enojo. ¿Se pueden imaginar este instrumento en manos del dictador de Corea del Norte pudiendo detectar quién está feliz y quien puede ser un potencial disidente?”.

En cuanto a las ideas y las transformaciones económicas, el sociólogo William Davies escribió en The Guardian que lo más parecido a esta crisis del coronavirus es lo ocurrido en los años setenta con el aumento de los precios del petróleo y la inflación. Esa crisis ejemplificó la forma en que una ruptura histórica puede colocar a una economía y una sociedad en un nuevo camino. “Este período marcó el colapso del sistema de posguerra de los tipos de cambio fijos, los controles de capital y las políticas salariales, que se manifestaban con una inflación incontrolable”, explica Davies. “También creó las condiciones por las que surgieron líderes como Margaret Thatcher y Ronald Reagan con sus teorías del libre mercado. Trajeron una nueva y amarga medicina de recortes de impuestos, aumentos de tasas de interés y destrucción de las organizaciones de trabajadores. Se impuso un modelo de producción que persiste hasta hoy”.

Davies recuerda que en ese momento hubo un movimiento de capitales que se mantienen casi intactos hasta hoy. “El dinero abandonó sus icónicas fortalezas industriales en el norte de Inglaterra y el medio oeste de los Estados Unidos, y con la ayuda del Estado se dirigió hacia los distritos financieros y de negocios de las elegantes ciudades globales, como Londres y Nueva York”, comenta. Y 40 años después, ese thatcherismo sigue tiñendo la política económica global. La crisis financiera mundial de 2008 no provocó un cambio fundamental en la ortodoxia política. Después del estallido inicial del gasto público que rescató a los bancos, la cosmovisión de libre mercado se hizo aún más dominante en Estados Unidos, Asia y Europa. La crisis que comenzó en diciembre de 2019 en Wuhan parecería tener la fuerza suficiente como para flexibilizar esa ortodoxia económica y llevarnos a otras formas más humanistas o más salvajes del capitalismo.

Esta crisis del coronavirus se siente más cercana a una guerra que a una recesión. Al final, los encargados de formular políticas gubernamentales serán juzgados en términos de cuántos miles de personas mueran. Los asuntos de vida y muerte ocasionan cambios de política más drásticos que los indicadores económicos. “En lugar de ver esto como una crisis del capitalismo, podría entenderse mejor como el tipo de evento mundial que permite nuevos comienzos económicos e intelectuales”, asegura el sociólogo Davies.

Esta pandemia va a acelerar también el enfrentamiento comercial por el liderazgo de la revolución científico-tecnológica entre Estados Unidos y China. Quien salga mejor parado va a ser la potencia dominante en las próximas décadas. Se va a medir si en el combate del virus fue más efectivo el autoritarismo chino o la democracia occidental (no tan clara en esta época de la Administración Trump). El líder chino Xi Jinping ya está aprovechando la “ventaja” que le dio el haber comenzado antes con la pandemia y las muertes para sacarse de encima la “culpabilidad” de la tragedia. Los medios estatales chinos están “limpiando la cara” al hecho (aún no probado científicamente, pero del que hay suficientes evidencias) de que la pandemia se desató después de que alguna persona de la ciudad de Wuhan consumió la carne de un animal salvaje. Y revierten el espejo. Hablan de “la irresponsabilidad e incompetencia” de la elite política de Washington frente a “la firme resolución” para resolver el problema por parte del gobierno chino. Y como una acción más efectiva de propaganda está enviando respiradores y otros equipos, así como médicos que ya adquirieron una gran experiencia en la pandemia, a Irán, Italia y varios países africanos. Paradójicamente, si esta campaña de propaganda es efectiva, China puede salir fortalecida de una crisis iniciada dentro de su territorio y sistema.

En China, también se produce la mayoría de los elementos imprescindibles para combatir la pandemia. Allí están las fábricas de respiradores más grandes del mundo. También se confecciona la mitad de la producción global de máscaras N95 (barbijos) así como buena parte de los trajes protectores para el personal de la salud y seguridad. Y la mayoría de los activos para elaborar los antibióticos con los que se combaten los efectos secundarios del Covid19. También, sus científicos estarían llevando una ventaja en la creación de una vacuna (si esto no es otro relato de propaganda del Partido Comunista Chino). Si Beijing logra desarrollar un método para quitar el poder letal al coronavirus, ocupará el vacío que deja en ese terreno Estados Unidos. Si las dos potencias trabajan en paralelo y obtienen el éxito al mismo tiempo, la guerra entre ellas será sin cuartel.

De todos modos, la globalización ya recibió un duro golpe por otros costados. Con el cierre de las fronteras, las restricciones del tránsito de personas y la cancelación de los vuelos, se retorna naturalmente a la autosuficiencia económica. Si la crisis continúa, como se prevé, durante buena parte de este 2020, muchos países tendrán que comenzar a fabricar productos esenciales para su funcionamiento que hasta ahora importaban de los mercados asiáticos. También habrá desabastecimiento de materias primas imprescindibles para el funcionamiento de muchas industrias. La post-globalización que ya se venía insinuando, ahora va a tomar forma.

La otra obviedad, que nadie se atreve a mencionar en este momento de tanta angustia, es la ruptura de la cohesión social. Si no se atienden las necesidades de los desplazados, refugiados y hambrientos de todo el mundo, se pueden producir levantamientos de consecuencias imprevisibles. El miedo lleva a la desesperación y ésta a la violencia. Sólo hay que recordar los saqueos del 2001 en Argentina o los que se produjeron en New Orleans tras la devastación del huracán Katrina en 2005. De todos modos, este escenario aparece todavía lejano. Las crisis humanitarias también generan actitudes solidarias en los pueblos que no se ven en otros momentos. Esto se extiende también entre países. Los mejor posicionados envían ayuda a los más necesitados.

Por debajo, habrá cambios fundamentales en las formas de organización laboral. Todos los que se acostumbren a trabajar en forma remota y su labor siga siendo una solución eficiente para las empresas y organizaciones, no querrán hacer largos viajes cada mañana y cada noche para cumplir con un trabajo que pueden hacer en sus casas. Y ningún empresario que descubra que de esa manera se puede ahorrar mucho dinero –alquiler de oficinas, licencias, gastos de electricidad, etc.- va a estar dispuesto a gastarlo. El teletrabajo se impondrá en casi todas las industrias y servicios. Y con esto habrá una evolución tecnológica más rápida. El sistema G5 de transmisión de datos se impondrá en mucho menos tiempo de lo que se esperaba.

También se consolidarán ciertas industrias y desaparecerán otras. Es probable que estemos más cerca de la extinción definitiva de los medios de comunicación impresos y toda su cadena de distribución. Los cines, también pueden perder adeptos. El transporte público deberá adaptarse. Después de meses de viajar más holgados, ¿quien va a querer regresar al tratamiento de ganado? Todo lo digital se va a consolidar. De lo analógico no va a quedar rastro. Es probable que regresemos a reparar más cosas y consumir menos productos superfluos. En estos días es mejor poner manos a la obra que dejar entrar un plomero o un gasista que puede traer el virus en su caja de herramientas. Se va a revalorizar la vida al aire libre y evitar cualquier gran aglomeración. Es probable que dejen de ser tan populares las concentraciones masivas.

La palabra “pandemia” significa “todo el pueblo”. El virus no entiende de fronteras físicas ni sociales ni generacionales. Y, en este caso, “el pueblo” es la humanidad. El nacionalismo aquí no cuenta. Se trata de un virus que desató una crisis global y que, por lo tanto, requiere de una solución global. “Ante el virus todos somos, efectivamente, iguales; ante el virus los seres humanos no somos más que eso, seres humanos, es decir, animales de una determinada especie que ofrece un huésped a una reproducción mortal para muchos”, escribió el filósofo alemán Markus Gabriel. Y para reparar esta situación y salir fortalecidos, Markus Gabriel dice que “cuando pase la pandemia viral necesitaremos una pandemia metafísica, una unión de todos los pueblos bajo el techo común del cielo del que nunca podremos evadirnos. Vivimos y seguiremos viviendo en la tierra; somos y seguiremos siento mortales y frágiles. Convirtámonos, por tanto, en ciudadanos del mundo, en cosmopolitas de una pandemia metafísica. Cualquier otra actitud nos exterminará y ningún virólogo nos podrá salvar”.

Es posible que salgamos de esta situación fortalecidos y mejores. Tal vez, más conscientes de que tenemos que encontrar también “una vacuna” contra el calentamiento global, la concentración de la riqueza, el hambre y analfabetismo digital. Una vacuna para la incertidumbre.

10 claves para mantener la salud mental en cuarentena

«La salud mental es importante. Es necesario mantener hábitos saludables y cuidar de nuestra mente», indicó Zena Sleiman, psicólogo clínico y profesora de la Universidad Católica Andrés Bello

Por El Nacional

«La salud mental es importante. Sabemos que debemos mantener la higiene física y el distanciamiento social para evitar el contagio y propagación del covid-19, pero también es necesario mantener hábitos saludables y cuidar de nuestra mente», indicó Zena Sleiman, psicólogo clínico y profesora de la Universidad Católica Andrés Bello.

Señaló que el estrés que se pueda sentir, aumenta el cortisol y por lo tanto afecta el sistema inmunológico: «Así que regular nuestras emociones es parte de mantenernos sanos y fuertes».

Sleiman da 10 recomendaciones para sobrellevar con éxito la cuarentena y proteger la salud mental.

1. Comprende que es una situación temporal
Aunque no sabemos cuando termine, es momento de vivir un día a la vez. Reconoce qué situaciones están dentro de tu control y trabaja con ellas hoy.

2. Reconoce tus emociones
Es normal sentir tristeza, ansiedad, incertidumbre, rabia, confusión. Toma tiempo para escucharlas, darles espacio y meditar.

3. Crea una rutina
Mantén tus hábitos en un horario estable de trabajo, alimentación y sueño. ¡Incluye recreación y descanso! Es importante tener momentos para ver series, leer o no hacer nada.

4. Organiza tu espacio
Aprovecha de hacer de tu casa un lugar en el que disfrutes estar. Recuerda que el orden físico produce orden mental.

5. Mantén el contacto
Usa la tecnología para acercarte a quienes quieres y tienes lejos.

6. Dosifica la información
Revisa y difunde solo fuentes oficiales, no te dejes llevar por rumores o cadenas de WhatsApp. No es necesario leer noticias todo el día.

7. Haz ejercicio
Mantente activo, muévete y libera endorfinas. Te ayudará a mantener la rutina y a descansar mejor.

8. Mantén la productividad
Es el momento del Home Office o de aprovechar el tiempo para pensar en nuevas formas de explotar tu trabajo, profesión o emprendimiento.

9. Desarrolla la creatividad
Cocina, dibuja, haz manualidades, escribe, aprende un idioma. Descubre nuevas habilidades, haz actividades que te hagan sentir feliz y productivo.

10. Busca apoyo
Habla con las personas que tienes alrededor sobre cómo te sientes, intercambia formas de afrontamiento. Si la situación te sobrepasa, no dudes en buscar apoyo profesional.

«Reconoce además los aspectos positivos de la crisis», detalló.

«En una vida en que nos quejamos de no tener tiempo, el mundo nos obliga a detenernos y a autoconocernos», manifestó.

«Que esta sea una oportunidad para aprender a vivir con nosotros mismos y a relacionarnos con los demás de una forma más amable y humana», concluyó.

Dip. Maroun, a Maduro: ¿Cómo hace un venezolano para ir a un hospital si no hay gasolina?

El diputado Piero Maroun aseguró este viernes que la falta de gasolina no se debe a la cuarentena por coronavirus sino porque las refinerías no están produciendo nada con respecto a otros años.

Jhoan Meléndez./ ND

“Le quieren hacer creer a la gente que no hay gasolina porque tienen que quedarse en su casa en cuarentena. No, no hay gasolina porque nuestras refinerías no están produciendo nada. En años anteriores, nuestras refinerías producían para nuestro consumo interno y vendíamos lo que sobraba a otros países”, denunció el parlamentario.

Dijo que a los ciudadanos se les dificulta aún más hacerle frente a la pandemia si no cuentan con combustible sus vehículos. “Maduro, ¿cómo van a hacer los venezolanos que se les presente una emergencia y tengan que salir a un dispensario de salud. La mujer embarazada que de noche tenga que ir a dar a luz?”, apuntó.

“¿Cómo va a hacer el que le de un infarto, un ACV o el niño que se cae y necesita un traumatólogo. Cómo va a hacer el transportista para movilizar los alimentos a los mercados o el productor agropecuario para sacar lo que se produzca en las fincas. Cómo va a hacer el enfermero, médico, el que trabaja en un abasto o farmacia si no hay gasolina?”, se preguntó el diputado.

Maroun recordó que Pdvsa producía al menos tres millones de barriles de petróleo diarios y que ahora solo produce 700.000, razón por la que la gasolina “actualmente debe ser importada”. En ese sentido, enfatizó que el coranavirus “no representa la única emergencia del venezolano”.

El legislador aclaró que en los países donde también están en cuarentena por el Covid-19, “hay gasolina en las estaciones de servicio. Los usurpadores quieren utilizar el coronavirus para tapar la escasez de combustible”.

“No hay gasolina porque ustedes (el régimen) acabaron con el país. La solución de esto es que los diputados sigamos denunciando ante el mundo lo que sucede para que pronto los usurpadores puedan salir de los cargos en los que están”, expresó Maroun, según reseñó el Centro de Comunicación Nacional.

Por último afirmó a los venezolanos que “estamos en pie firme de lucha, las soluciones están a través del Plan País. Los que llevaron a Venezuela a la ruina deben salir del poder”.

EE UU supera los 100.000 casos oficialmente declarados de coronavirus

El mayor foco está, por lejos, en Nueva York. En esta ciudad se registran casi la mitad de los casos, lo que provocó el desborde del sistema hospitalario

Por AFP

Estados Unidos tiene ya más de 100.000 casos confirmados del nuevo coronavirus, según mostró el conteo de referencia de la Universidad Johns Hopkins a las 21H45 GMT del viernes.

El mayor foco está, por lejos, en Nueva York. En esta ciudad se registran casi la mitad de los casos, lo que provocó el desborde del sistema hospitalario.

Estados Unidos tiene unos 15.000 casos confirmados más que el segundo país de la lista, Italia, y 20.000 más que China, donde el letal virus se identificó originalmente pero los contagios están ahora en declive.

En total, hasta las 06H00 PM hora del este (22H00 GMT) sumaban 100.717 casos, incluyendo 1.544 muertes

La tasa de mortalidad en Estados Unidos basada en casos confirmados es de alrededor del 1,5%, en comparación con alrededor del 10,5% en Italia.

«Todavía estamos viendo un número creciente de casos. Un número creciente de hospitalizaciones. Un número creciente de ingresos en unidades de cuidados intensivos, un número creciente de pacientes con respiradores mecánicos», dijo Thomas Tsai, profesor de política de salud en Harvard.

«Y desafortunadamente, la tasa de mortalidad probablemente seguirá ese patrón. Es solo que los números van a estar atrasados días o semanas».

El regimen confirman segunda muerte por coronavirus en el país

Se trata de una mujer de 78 años de edad que tenía enfermedades subyacentes e ingresó con un cuadro respiratorio grave a una clínica hace aproximadamente cuatro días

Por El Nacional

Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación del régimen, confirmó la segunda muerte por coronavirus en el país.

Se trata de una mujer de 78 años de edad que tenía enfermedades subyacentes e ingresó con un cuadro respiratorio grave a una clínica hace aproximadamente cuatro días.

El oficialista dijo que en el centro privado la ingresaron a cuidados intensivos y la trataron, hasta que murió, por infección respiratoria.

La señora padecía diabetes tipo 2 descompensada, hipertensión y cardiopatía isquiémica. «Ingresó en muy malas condiciones. Lamentablemente, falleció», comentó.

Rodríguez señaló que a la paciente se le practicó biopsia pulmonar luego de morir, y se determinó que efectivamente tenía coronavirus.

El ministro de Comunicación del régimen reveló que el esposo de la fallecida también contrajo el virus.

El hombre, de que no se informó la edad, fue diagnosticado este viernes junto con otras cinco personas en todo el país.

En total, son 113 los contagios por covid-19 los que reportó el régimen hasta ahora.

“URBI ET ORBI”: El papa bendice al mundo desde una Plaza vacía

El papa Francisco impartió hoy una histórica bendición «Urbi et Orbi» -a la ciudad y al mundo- en soledad, desde una plaza de San Pedro del Vaticano totalmente vacía como consecuencia de la emergencia del coronavirus, que ha causado en Italia más de 9.000 fallecidos.

ND

En una plaza desierta, envuelta en silencio y mojada por la lluvia incesante, Jorge Bergoglio regaló a los fieles católicos del mundo una ceremonia inédita, una homilía y una bendición posterior que los creyentes católicos tuvieron que seguir a través de los medios de comunicación.

La Santa Sede ha ordenado el cierre hasta el 3 de abril de la plaza y la basílica de San Pedro, como medida de precaución ante la propagación de esta pandemia, que ha dejado ya al menos cinco casos positivos en el interior del Vaticano.

La bendición «Urbi et Orbi» se imparte habitualmente en tres ocasiones: cuando el papa es elegido sucesor de Pedro, el 25 de diciembre por Navidad y en Pascua.

Pero también se ofrece en ocasiones muy puntuales, como en 1942, cuando Pío XII lo hizo con motivo de su Jubileo episcopal y del XXV aniversario de las apariciones de Fátima.

El papa Francisco ha querido tener ahora un gesto extraordinario, cuando el mundo sufre la expansión de este virus que se ha cobrado ya la vida de más de 25.000 personas a nivel global.

«Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos», ha dicho el papa al comenzar su homilía.

La de este viernes ha sido una cita de oración universal, que propuso el propio Jorge Bergoglio el pasado domingo tras el rezo del Ángelus y que ha tenido otra característica particular: todos los católicos han tenido la oportunidad de obtener la indulgencia plenaria, tal y como estableció recientemente Francisco en el decreto de la Penitenciaría Apostólica.

En este documento, el papa otorga indulgencias a todos los enfermos con coronavirus, a sus familiares, a quienes les cuidan y a todo el que reza «para pedir el cese de esta pandemia, el alivio de los que sufren y la salvación eterna de los fallecidos».

La ceremonia sin precedentes en el Vaticano comenzó a las 18.00 hora local (17.00 GMT), cuando el papa se dirigió en silencio desde las escaleras de la plaza vaticana hacia el sagrario donde ofreció una homilía.

Después, se acercó despacio hacia la puerta central de la basílica del Vaticano para rezar ante la imagen de la Virgen Salus Populi Romani, que habitualmente se guarda en la Basílica de Santa María la Mayor,

como y también el Cristo crucificado de la Iglesia de San Marcello, al que el pontífice rezó el pasado 16 de marzo dejando una fotografía memorable, un paseo por una Roma vacía, con sus gentes confinadas en sus casas.

Este Cristo fue llevado en procesión en 1522 por Roma para pedir el fin de la peste que asolaba la ciudad y desde entonces ha sido llevado en procesión a San Pedro cada año sagrado, alrededor de cada 50 años.

En la homilía que ofreció momentos antes en la plaza, Francisco dedicó unas palabras a los «médicos, enfermeros, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas» y a todos aquellos «que comprendieron que nadie se salva solo».

De ellos dijo que son ejemplo de valentía y generosidad porque «ante el miedo, han reaccionado dando la propia vida».

Son «personas comunes -corrientemente olvidadas- que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show, pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia», expuso.

También tuvo un recuerdo especial para los «padres, madres, abuelos y abuelas, docentes» que enseñan a los niños, «con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración».

E invitó a toda la humanidad a reflexionar en medio de esta crisis sobre la importancia de la fraternidad y de la solidaridad, frente al individualismo y el egoísmo.

Opinó que las personas han avanzado durante años sintiéndose «fuertes y capaces de todo, codiciosos de ganancias», dormidas «ante guerras e injusticias», sin escuchar a los pobres y los enfermos, y pensando en que estaban «siempre sanos en un mundo enfermo».

El pasado 25 de marzo, todos los fieles del mundo fueron convocados por el papa a rezar juntos un «Padre Nuestro». EFE

“UNA TORMENTA PERFECTA”: Pandemia, desplome del precio del petróleo y falta la gasolina en Venezuela

Nicolás Maduro se aferró firmemente al púlpito de madera detrás del cual hablaba a Venezuela el pasado 12 de marzo. A sus espaldas, cuatro oficiales militares y el resto de su gabinete le acompañaban en su alocución sobre la gravedad y los efectos que el nuevo coronavirus ha impuesto.

La Patilla

“El coronavirus ha golpeado letalmente la economía del mundo”, dijo ante las cámaras, con rictus serio. Precisó el desplome de los precios petroleros, las bolsas y los mercados internacionales.

“No estoy exagerando. Golpea durísimamente los ingresos. Compatriotas, (son) anuncios catastróficos en el campo de la economía”, insistió, tras detallar la caída abrupta del valor del barril de crudo ese día, de hasta 24 dólares menos que la jornada anterior.

Dos semanas después de aquella advertencia, la economía de Venezuela se resiente a niveles penosos, sin perspectivas de soluciones inmediatas, destacan expertos consultados por la Voz de América.

La inflación en Venezuela avanza sin frenos. El tipo de cambio fluctúa, inestable. La escasez de combustible en el mercado interno es crítica. La cuarentena absoluta declarada el 17 de marzo estancó la ya abatida producción privada y, de colofón, no hay fuente de recursos alternos.

Los analistas opinan que Maduro afronta “la tormenta perfecta” de su economía, golpeada como estaba ya previo al embate del COVID-19. Hasta la fecha, el gobierno ha reportado 107 casos positivos y un paciente fallecido hasta la fecha.

“En Venezuela, estamos en una tormenta perfecta”, ilustra Carlos Peña, economista y profesor universitario, quien califica de “terribles” los niveles de producción petrolera en el país.

Petróleos de Venezuela y sus socios produjeron 760.000 barriles en febrero, según fuentes secundarias de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP. Venezuela producía 3.200.000 barriles al día en 1999, cuando el entonces teniente coronel Hugo Chávez llegó a la presidencia.

El precio del crudo Brent se vendía a 27,95 dólares el barril en el cierre de mercado de esta semana. Hace un mes, la unidad costaba 52,81 dólares. En enero, la cesta se tranzó en 65,09 dólares.

Al menos el 90 por ciento de las divisas que ingresan al Estado venezolano provienen de la actividad petrolera. Maduro enfrenta hoy dos tragedias, según Peña: precios bajos, producción alicaída.

“Incluso si aumentan los precios del petróleo, Maduro tampoco va a tener la cantidad de dólares necesaria para manejar una economía como la venezolana y su nivel de gasto público”, indica Peña.

El gobierno en disputa de Venezuela no tiene dinero para cubrir gastos, observa el economista. Tampoco ve viable el cobro de impuestos en actividades conexas o no a la industria petrolera, pues, acota, “no hay renta”.

“El virus nos está haciendo pedazos. No hay una fuente constante de ingresos para Venezuela. Este virus ha puesto más a la vista las deficiencias del Estado en cuanto a cubrir una emergencia”, señala.

Las reservas internacionales de Venezuela son de 6.930 millones de dólares, de acuerdo con el Banco Central. Es su nivel más bajo en 50 años.

Peña ejemplifica la crisis económica del madurismo con alusiones a las recomendaciones sanitarias de la Organización Mundial de la Salud para prevenir contagios del COVID-19.

“Estamos como cuando te quedas en tu casa, te mandan a lavar las manos, pero no tenemos agua”, dice. En este caso, no hay fuerza petrolera que ayude a reflotar la economía venezolana, expone.

“La hora más baja”

José Miguel Uzcátegui Lima, economista de la Universidad Central de Venezuela y analista financiero, explica a la VOA que el gobierno en disputa tiene dos problemas: uno estructural, con una industria petrolera colapsada; y otro coyuntural, que es la presión a la baja de los precios por el COVID-19.

“Cada día somos menos un país petrolero, tenemos petróleo, pero no producimos ni importamos y ahora afectados por precios a la baja. El virus reduce la capacidad de recuperación”, advierte.

Uzcátegui Lima nota que Venezuela tiene el agravante de la escasez de gasolina. La mayoría de las estaciones de servicio del país están cerradas y, donde hay combustible, las autoridades locales lo racionan exclusivamente para vehículos del Estado o de sectores de alimentación y salud.

Subraya que, sin gasolina, no existe transporte público que movilice a los trabajadores a los puestos de trabajo indispensable ni a la mercancía, como alimentos, entre estados de Venezuela.

“Los stocks (niveles de almacenamiento) están disminuyendo”, indica.

El bajísimo ingreso de divisas empeora el default de Venezuela, que acumula desde 2017 al menos 20.000 millones de dólares en compromisos internacionales incumplidos, estima Uzcátegui Lima.

Ello, sostiene, agrava la reputación al momento de pedir préstamos a organismos multilaterales.

Maduro, a su entender, tiene una capacidad nula de anunciar un paquete de estímulo financiero al país, como lo han hecho Estados Unidos y naciones de Europa.

“No tiene capacidad de respuesta, porque depende de una reacción de la economía privada, que tampoco está en capacidad de resolver”, lamenta.

Esta, dice, es “la hora más baja” de la economía en la era madurista.

Considera que urge un acuerdo político que zanje la crisis de gobernabilidad y de disposición de recursos para afrontar los efectos del COVID-19.

Recuerda la anécdota de sus tiempos de ministro consejero de Venezuela en Ginebra, en los años 70, cuando los delegados africanos le compartían un popular refrán de sus países: “cuando la choza arde, apagamos el fuego antes de cambiar ventanas y techos”.

“Aquí hay que apagar el fuego. La solución tiene que ser política, con coherencia, con gente seria y de prestigio. La realidad nos obliga a sentarnos”, recomienda Uzcátegui Lima.

Urge un acuerdo

Hermes Pérez, economista y profesor de la Universidad Metropolitana, considera que la crisis del COVID-19 sorprende a Venezuela en “el peor momento de su historia contemporánea”.

Pérez, exdirector de la Mesa de Cambio del Banco Central, destaca que el último informe de Petróleos de Venezuela, en 2016, reflejó 4.000 millones de dólares en pérdidas en su actividad.

El desempeño de la industria petrolera venezolana, dice, no ha hecho sino empeorar.

Con cifras oficiales a mano, recuerda que la actividad del sector privado venezolano se contrajo 72 por ciento entre 2013 y 2019. Venezuela, a su entender, sufre los tres principales problemas económicos: contracción, hiperinflación y desempleo.

Le preocupa, más que la salud financiera de Maduro, la de 89 por ciento de la población venezolana que no tiene suficientes ingresos para garantizar sus necesidades básicas, según la última Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, un sondeo socioeconómico anual de tres universidades privadas.

Prevé que una de las principales opciones que tomará el gobierno en disputa de Venezuela en su apremio económico será producir “oro no monetario” desde el Banco Central de Venezuela.

“Esa es una fuente de ingreso. Lo otro que veremos será la intensificación de la emisión de dinero inorgánico de parte del BCV, pero eso repercutirá en el aumento de los precios”, pronostica.

Pérez resalta la “vulnerabilidad enorme” de las economías globales durante y tras la pandemia.

Coincide con Uzcátegui Lima en urgir una salida política a la crisis de Venezuela. La posibilidad de que madurismo y oposición se sienten a trazar un plan de acuerdos luce remota.

Apenas ayer, el oficialismo acusó a Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, de intentar un golpe de Estado, mientras el líder opositor aplaudió los cargos en Estados Unidos por narcotráfico, corrupción y apoyo al terrorismo en contra de Maduro y 14 de sus más cercanos colaboradores.

“Estamos en el peor de los puntos económicos y tenemos una situación política donde no se vislumbran acuerdos para afrontar esto como país”, concluye.

“CONTRA SU VOLUNTAD, SIN ATENCIÓN, SIN INSUMOS, NI ALIMENTOS”: Denuncian “aislamiento forzoso” de 90 personas en la Villa Bolivariana Barquisimeto

Ciudadanos aislados señalaron estar cansados y no querer pasar 15 días o más ahí, además exigieron la realización de los exámenes pertinentes de covid-19 para «por fin» poder tener su libertad, escribió Provea en Twitter

TalCual

El Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos, denunció este jueves el aislamiento forzoso unas 90 personas aproximadamente, en una zona residencial o centro de cuarentena en la ciudad de Barquisimeto, estado Lara.

De acuerdo con la Organización No Gubernamental (ONG), dicha personas fueron aisladas contra su voluntad por funcionarios de la Guardia Nacional (GN) tras regresar de Cúcuta desde el pasado 25 de marzo.

La organización indicó que los ciudadanos confinados en condiciones inadecuadas en el centro de cuarentena de Villa Bolivariana, tienen cerca de dos días sin alimentos algunos, durmiendo en el piso y sin productos de higiene personal. “No permiten comida de familiares”, escribió Provea en su cuenta Twitter.

Ciudadanos aislados señalaron estar cansados y no querer pasar 15 días o más ahí, además exigieron la realización de los exámenes pertinentes de covid-19 para «por fin» poder tener su libertad.

Las personas denuncian violencia, aseguran que fueron amenazados por funcionarios con aprehensión “de sus esposas” si no seguían órdenes “se quedan o se quedan”. Las personas afirman que al menos dos niños también estarían confinados en estos espacios.

Según Provea, funcionarios de seguridad del régimen, afirman que deben permanecer ahí «hasta pasar proceso de cuarentena».

“Hasta los momentos no les han hecho exámenes, sólo diagnósticos generales de temperatura y revisión de garganta en San Antonio del Táchira, y la segunda en Zárare”, indicaron personas confinadas.

En este sentido, Provea manifestó que dicho caso es una violación flagrante de los derechos humanos de estas personas, quienes deben mantenerse en un lugar “contra su voluntad, sin atención, sin insumos o equipos, ni personal profesional, ni tampoco condiciones de protección aconsejados por la OMS”.

La ONG señaló que estas medidas podrían ser contraproducentes y propiciar contaminación de Covid-19 por las pésimas condiciones sanitarias, “sin cumplimiento de protocolos de salud”.

“El Estado de Alarma no debe atentar contra las vidas humanas bajo la premisa de protección sobre presuntos casos”, expresó la organización, por lo que instaron a las autoridades venezolanas a responder por las vidas y condiciones de todas estas personas.

 

¡ATENCIÓN! Cliver Alcalá se entregó a la DEA y es deportado a EE. UU.

El militar venezolano fue trasladado a Bogotá, y a esta hora se encuentra en el hangar de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, DEA, listo a abordar un vuelo con destino a Norteamérica

Por El Nacional

Fuentes confirmaron a EL TIEMPO que hacia el mediodía de este viernes, el general en retiro venezolano, Clíver Alcalá, se presentó ante agentes de la Dirección Nacional de Inteligencia, DNI, para que mediaran en su entrega voluntaria a la justicia de Estados Unidos.

Alcalá fue trasladado a Bogotá, y a esta hora se encuentra en el hangar de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, DEA, listo a abordar un vuelo con destino a Norteamérica.

Clíver Aleala, general retirado, colaboró con Hugo Chávez durante el intento de golpe de estado liderado por éste en febrero de 1992. Enemigo de Nicolás Maduro. Se encontraba en el exilio. Vivía en Barranquilla y se dice que planeaba un golpe de estado al régimen de Maduro con las armas que se encontraron en la vía Santa Marta – Barranquilla.

"PÓNGANME EL PETRÓLEO A CERO”, DECÍA CHÁVEZ: Petróleo baja hasta los 15,93 $

El petróleo venezolano promedió esta semana 15,93 dólares por barril lastrado por la fuerte caída de la demanda derivada de las restricciones a los desplazamientos, que ordenaron hace días los Gobiernos del mundo para hacer frente a la pandemia del COVID-19. ND

El ministerio de Petróleo de Venezuela informó este viernes que su crudo cerró el período comprendido entre el 23 y el 27 de marzo en 112,80 yuanes por barril, o 15,93 dólares.

Después de las sanciones financieras que Estados Unidos impuso en 2017 contra varios funcionarios del Gobierno de Nicolás Maduro, Venezuela dejó de usar el dólar como divisa de referencia y comenzó a ofrecer el precio de su petróleo en la moneda de China, uno de sus mayores aliados políticos y comerciales.

La tasa de cambio usada esta semana por el Ministerio de Petróleo venezolano fue de 7,08 yuanes por dólar.

Precios de1999

Este precio de venta es similar a la que registró el país suramericano en 1999, cuando promedió los 17 dólares en medio de un mercado que, entonces, enfrentaba la sobre oferta.

El analista petrolero Rafael Quiroz dijo a Efe que el costo promedio de producción de la cesta venezolana supera los 18 dólares por barril.

En el caso de los crudos extrapesados venezolanos de la Faja Petrolífera del Orinoco, el mayor reservorio mundial de petróleo, los costos de producción se elevan, en algunos casos, hasta los 34 dólares.

«En conclusión: Venezuela está produciendo a pérdida», añadió el analista.

Quiroz también dijo que la guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudí, que siguen sin acercar posturas, lastra aún más los precios del crudo y «no le hace ningún favor» al mercado mundial y a los productores.

Caída del bombeo

Según un informe de la OPEP divulgado en febrero, Venezuela bombeó en enero un promedio de 733.000 barriles diarios (bd) de crudo, apenas 1.000 barriles más que los que extrajo en diciembre de 2019.

La grave recesión económica, la crisis política en el país y las sanciones de Estados Unidos sobre su industria petrolera han llevado a la producción de crudo venezolano a su nivel más bajo en las tres últimas décadas, con la excepción del desplome en 2002 y 2003, cuando una huelga en la estatal Pdvsa hundió las extracciones por debajo de los 100.000 bd.

El mes pasado, el presidente Nicolás Maduro declaró en emergencia a la industria petrolera, por lo que conformó una comisión presidencial que está dirigida por el vicepresidente Tareck el Aissami y que tiene poderes incontestables para reorganizar y cambiar a la estatal Pdvsa. EFE