Un dedo cruzando un cuello, en tono amenazante, comunica lo que comunica. Todos lo tenemos claro, incluyendo la exdiseñadora de modas Gabriela Chacón, primera dama del municipio Sucre y diputada de la Asamblea Nacional chavista, que asomó el corte de gargantas al anunciar que quien no cobre en Petare siguiendo la tasa oficial del tipo de cambio serán «¡cerrados!».
La imagen quedó registrada en un video grabado en las calles de Petare, donde el alcalde José Vicente Rangel Ávalos anuncia que la Sundde andará por las calles de esa localidad para ir castigando a comerciantes, emprendedores y vendedores de todo tipo que se atrevan a trabajar con un tipo de cambio del dólar distinto al que marca el Banco Central de Venezuela.
Claro que el gesto de Chacón llama la atención, pero también lo hace la medida anunciada por lo difícil de ajustar a la realidad económica del día a día.
Primero recordemos que el control de cambio sigue estando vigente en Venezuela, a pesar de que se haya eliminado la persecución a siquiera mencionar el dólar paralelo. Y también, que en los últimos meses ambos indicadores, el oficial y el «negro», se parecen bastante con el del BCV incluso marcando por encima, como ha ocurrido en algunas ocasiones.
Pero luego, ¿qué castigaría la Sundde? ¿A quién le va a cortar la garganta Gabriela Chacón?
Si un precio está expresado en bolívares, como debe ser facturado por ley, y el cliente va a pagar con dólares por una mera formalidad de trámite y facilidad, ¿la equivalencia debe ser a la tasa BCV? ¿Por qué le importa a la Sundde que el cambio sea unos cuantos céntimos más o menos, si la factura igual está registrando un monto en bolívares? ¿Tiene la Sundde atribuciones para vigilar los cambios entre privados de una moneda por otra?
Se ha dicho que Maduro inició una era de capitalismo salvaje endógeno vestido de rojo, donde todo ahora cuesta 20 dólares. Y mucho de eso hay. Pero vemos aún las costuras de un sistema donde el control y el castigo sigue siendo moneda corriente, incluso en billete verde.
Si la actuación de la Sundde en Petare se amplía, ¿volveremos a los «ilícitos cambiarios»? ¿Saldrán a perseguir a locales y hasta aplicaciones que ponen tasas que no siempre están calcadas del BCV?
Y, más allá, ¿cómo se concilia esto con el impuesto a las transacciones en dólares que está por venir? ¿Y si el pago es una parte en dólares y otra en bolívares?
Cuando se habla de que las políticas económicas del chavismo son un desastre no es gratuito: sin reglas claras ninguna economía se endereza. Pero visto lo visto, capaz algunos no quieren enderezar nada.
Dedito pa’l cuello.
Fuente: Tal Cual