¡PATEANDO LA MESA! Maduro plantado en exigir fin de sanciones, antes de negociar

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Nicolás Maduro exigió en las últimas horas «el levantamiento inmediato de todas las sanciones» contra el régimen que gobierna Venezuela y la estatal Pdvsa como primer punto en negociaciones con la oposición. De esta manera responde a la propuesta de retomar conversaciones presentadas el 11 de mayo por el dirigente opositor Juan Guaidó.

Maduro planteó tres puntos para negociar: el fin de las sanciones financieras encabezadas por Estados Unidos contra los jerarcas del régimen y contra Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y otros negocios; el reconocimiento a la Asamblea Nacional electa el 6 de diciembre con control total del chavismo y la liberación de cuentas estatales bloqueadas en el extranjero.

«Lo primero que yo pongo en la mesa son tres puntos: el primero de todos el levantamiento inmediato de todas las sanciones y medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela, inmediato, completas. Segundo punto, el reconocimiento pleno de la Asamblea Nacional legítima y de los poderes establecidos (…); y tercer punto, la devolución de las cuentas bancarias a las instituciones y de los activos a las instituciones», expresó en un acto transmitido por los medios oficiales de propaganda.

«Tres punticos empezandito», dijo en tono desafiante.

Las sanciones individuales contra las principales figuras del régimen y contra Pdvsa son las únicas armas reales de presión que tiene los opositores para negociar con Maduro. Mientras, el modelo autoritario y de control social se ha venido fortaleciendo en los últimos años.

«Desde el norte dieron la orden al grupo extremista de la oposición de participar en elecciones y dejarse de estupideces», expresó Maduro, que se refirió a Guaidó como un «bobolongo» (bobo) y a la oposición como «extrema derecha».

“¿Quieren negociar?, bueno, con esos tres puntos. Y vamos donde ustedes quieran y cuando quieran nos sentamos, ¿quieren venir para las elecciones el 21 de noviembre? Entonces nos medimos” enfatizó Maduro, citado por el canal de propaganda oficial VTV.

“La extrema derecha quiere negociar, bueno, coloco estos tres puntos sobre la mesa y vamos a donde ustedes quieran, sea Venezuela, El Caribe, América Latina, Noruega, donde quieran nos sentamos, donde quieran, cuando quieran y como quieran”, señaló.

Sin salvación nacional
Juan Guaidó es el presidente de la Asamblea Nacional (Congreso) electo en 2015 pero que fue desconocido y anulado por el chavismo desde el Ejecutivo y el poder Judicial. Hace dos años fue reconocido como presidente encargado de Venezuela por casi 60 países, en su mayoría democracias de corte occidental, pero nunca tuvo poder real alguno dentro del país.

El 11 de mayo, Guaidó propuso impulsar un urgente «Acuerdo de Salvación Nacional», que siente al gobierno con la oposición, con apoyo internacional, para salir de la feroz crisis humanitaria que viven cada día millones de venezolanos.

Su propuesta, avalada por otros dirigentes de la muy fragmentada y dividida oposición venezolana, es que se retomen negociaciones con Maduro para pedir un cronograma de elecciones libres.

Esa ruta incluiría -siempre según esta parte de la oposición- elecciones presidenciales libres, a cambio del levantamiento progresivo de sanciones contra el chavismo.

Otra contraparte ignorada
La figura de Guaidó sigue siendo ignorada de manera olímpica y absoluta por los líderes del chavismo, al menos en sus pronunciamientos públicos.

El teniente Diosdado Cabello, primer vicepresidente de Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), reiteró en las últimas horas que en Venezuela las elecciones presidenciales están pautadas para el año 2024 «y quien diga lo contrario está mintiendo».

«Les están cayendo a coba (mentiras) señores de la oposición, la única transición posible es hacia el socialismo, lo demás es gente hablando gamelote (tonterías) para seguir engañado y cobrando», dijo en su propaganda semanal «Con el Mazo Dando», dedicado a la propaganda oficial y al escarnio a los opositores.

«El presidente habló e impuso sus tres condiciones y en ninguna contempla una acta de entrega. Ellos se caen a coba entre ellos, eso no está planteado en ningún lado ni nadie se va sentar para decirles dónde firma para entregar, bien bolsa (estúpidos)son los escuálidos (opositores) que crean eso que les dicen los mismos que los han engañado durante 20 años», aseveró Cabello, considerado por algunos como el segundo hombre fuerte y personero de la línea más radical del chavismo.

Tipos serios
Maduro se declaró dispuesto a reunirse con la oposición «cuando quieran, donde quieran y como quieran». Pero tres días después de la proposición de Guaidó ya había condicionado su participación en un diálogo con la recuperación de fondos bloqueados en el extranjero y el control de Citgo, la filial de la estatal petrolera PDVSA en Estados Unidos, cuyo manejo Washington dio a Guaidó.

La noche del miércoles reiteró su posición irreductible.

Desde Washington, Juan González, director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de Biden, recalcó que EEUU no dejará de ejercer presión sobre Maduro hasta que se celebren comicios transparentes. No dejó claro que haya intención alguna de negociar estas posiciones.

Esto despertó otra vez la ira del heredero de Hugo Chávez.

«Vamos a seguir trabajando con la comunidad internacional para presionar al régimen para que tome medidas concretas hacia unas elecciones libres y justas», aseguró González durante una teleconferencia con periodistas, reseñada por AFP.

Pero consideró que las negociaciones tienen que ser «serias», «concretas», «irreversibles» y con «un límite de tiempo». Y subrayó que si fracasan, Estados Unidos mantendrá su política de presión en Venezuela.

«Estamos trabajando activamente para asegurarnos de que estamos ampliando el consenso internacional a favor de la democracia en el país», dijo González.

Nos vemos en la calle
Maduro de inmediato le replicó a González apelando a las raíces colombianas del principal diplomático de Biden para América Latina:

Lo llamó a «ocuparse de su país, Colombia», que hoy sufre una tragedia con cientos de desaparecidos, torturados y fallecidos, señaló VTV en su página en Internet.

“Juan González: No te metas con Venezuela, Venezuela se respeta, va a la negociación y al diálogo por su propio esfuerzo”, exclamó Maduro.

Faltan condiciones
El intento tímido de dialogar o negociar entre las partes, con apoyo de los gobiernos de Noruega y España, se da en el contexto del llamado a elecciones conjuntas de gobernadores y alcaldes para el próximo 21 de noviembre.

Una nueva directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE), donde hay tres chavistas y dos representantes opositores, convocó las elecciones conjuntas, pese a que según la Constitución, deberían ir separadas.

Por su parte, las elecciones legislativas del 6 de diciembre pasado, de donde salió la actual Asamblea Nacional, que a su vez designó este CNE, fueron convocadas y organizadas por el chavismo fuera de los preceptos que establece la Constitución Nacional vigente desde 1999.

En estas elecciones estaban proscritos los principales partidos de la oposición, que no podían ser candidatos a diputados.

El régimen además confiscó o proscribió las siglas y estructuras de esos principales partidos opositores para entregárselos a aliados políticos disidentes de esa oposición, que hoy conviven con el chavismo como irrelevante minoría en la Asamblea Nacional.

Capriles corre solo
Henrique Capriles, el principal dirigente opositor que se opone a Guaidó y a Leopoldo López (los líderes de mayor reconocimiento internacional) encabeza una corriente que propone participar en las elecciones de gobernadores y alcaldes, aunque no haya plenas condiciones.

Sin embargo, en un recorrido por una comunidad popular del estado Miranda (vecino de Caracas), Capriles aclaró a la AFP que aún no ha decidido si participará.

«Nosotros no hemos decidido todavía participar en el proceso electoral» porque «el nombramiento del CNE (Consejo Nacional Electoral) no es suficiente. Faltan muchas otras cosas», dijo a la AFP Capriles.

Considera que faltan condiciones como «concretar la observación internacional», liberar «presos políticos» y resolver las inhabilitaciones a opositores y organizaciones políticas, que le afectan a él mismo, explicó.

«No coincidíamos en la ruta. Creo que al final, pareciera que todos estamos coincidiendo», dijo Capriles a AFP sobre su reciente acercamiento con las posiciones de Guaidó.

El actual CNE resultó de un acuerdo entre el chavismo y el sector de la oposición encabezado por Capriles.

Fuente: El Estimulo