En el contexto de la pandemia del COVID-19, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) se preocupa por la deserción escolar.
por María Victoria Fermín Kancev | @vickyfermin / Efecto Cocuyo
Oficinas de la agencia en América Latina refieren que las dificultades económicas de las familias y las fallas de conexión a Internet, son factores que influyen en que niños y adolescentes abandonen la escuela.
En Venezuela, Cecodap y el Instituto de Investigaciones de la Comunicación (Ininco) mostraron cómo con la educación a distancia se acentuaron las desigualdades entre los distintos niveles socioeconómicos.
Alertaron que, si no se implementan políticas para reducir estas brechas, se corre el riesgo de que los escolares enfrenten más frustraciones y terminen por dejar los estudios.
Organizaciones como la Asociación Venezolana de Educación Católica (Avec) describen el gran esfuerzo que realizaron a partir del 16 marzo de 2020 cuando se suspendieron las clases presenciales en todo el territorio. Aún así, reconocen que no pudieron llegar a toda su población estudiantil.
La presidenta de la Avec, Sor Alicia Boscán, dijo el 23 de julio que aún no tenían cifras de cuántos estudiantes dejarían sus aulas. Se encontraba a la espera de que las 30 seccionales de la organización en todo el país les enviaran la información correspondiente.
Hasta ahora la referencia más cercana a este fenómeno la ofreció Fe y Alegría, que pertenecen a la Avec. La directora del Programa Escuelas, Noelbis Aguilar, indicó que al cierre del año escolar el movimiento educativo logró atender a un 80% de sus 105.776 estudiantes.
Sobre el 20% restante, unos 21.155 alumnos, la educadora indicó que “algunos de ellos” reaparecieron en el mes de julio y la organización puso a su disposición un programa de nivelación y recuperación para procurar que se mantuvieran en el sistema.
Año escolar inédito
“En 75 años de historia de la Avec nunca habíamos tenido un año tan atípico”, afirmó su presidenta sobre el período académico 2019-2020 que incluyó casi cinco meses de educación a distancia.
En respuesta, la organización promovió un modelo multimedia que incluyó la impresión de guías de trabajo, papelógrafos pedagógicos y el abrir el espacio para que los niños llevaran las tareas a la escuela en las zonas de más dificultades o falta total de conectividad.
“Eso permitió que se anclasen, que los niños, niñas y adolescentes permanecieran en el año escolar”, dijo Sor Alicia Bocán.
También se dedicaron a la formación docente y de los representantes, y abordaron herramientas psicosociales, de autocuidado, e información sobre la prevención de la violencia doméstica y el conocimiento de la Lopnna entre otros temas.
La religiosa explicó que las mayores trabas de comunicación se identificaron en los estados Zulia, Táchira, Apure, Amazonas, Delta Amacuro y Sucre, todos estados fronterizos con graves problemas de servicios públicos.
Desde el Ministerio de Educación, señaló, se ha llamado a los planteles a apoyar a quienes no pudieron tener acceso a las herramientas para desarrollar la educación a distancia.
Aclaró que no se trata de que el estudiante va a “pasar por pasar sin que sepa nada”, sino que debe haber respondido a las evaluaciones diseñadas en este período. “Se les dio oportunidad de revisión, de evaluación… Eso va a depender de cada centro educativo se interese, llame, los busque, de mucha mística del docente y de dedicación”, expresó.
La representante de la Avec agregó que “la idea es ayudar, no penalizar, pero tampoco tener una actitud de cerrar los ojos. Hay que ser exigentes y educar con calidad y valores de evangelio”.
Boscán indicó que se mantiene a la expectativa sobre el inicio del año escolar 2020-2021 que, desde el primer día, comenzará a distancia.
Retroceso en la educación
El doctor en Educación, Tulio Ramírez, recalcó que antes de la pandemia ya se advertía una disminución de la matrícula escolar en todos los niveles. Incluyendo la educación superior.
De hecho, la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) 2019-2020 arrojó que en el país crecieron los riesgos de exclusión educativa entre quienes no pueden mantener una asistencia regular a clases o registran un severo rezago escolar.
También se hablaba de un retroceso en cuanto a la calidad de la educación “por políticas de facilismo y de promoción automática”, opinó.
“Este gobierno le ha cambiado el significado a la educación. La educación perdió su norte, dejó de ser un mecanismo de ascenso social, de cumplir una misión para el progreso individual y colectivo”, expuso Ramírez.
Ahora, con la cuarentena, resaltó que las variables conexión, cobertura y disponibilidad de equipos jugaron en contra y podrían alejar a una buena cantidad de niños de lo que llamó “educación mediada por la tecnología”.
Fue categórico al señalar que “la educación a distancia no es asignar tareas por correo electrónico y WhatsApp“.
Hizo énfasis en que se requiere de “estrategias pedagógicas distintas” a las que se aplican en el formato presencial. Consideró que, lamentablemente, ” los profesores no tienen las competencias y el Gobierno a nivel nacional no se ha preocupado por crearlas”.
Como ejemplo citó el caso de las computadoras Canaimitas. “Se las dieron a los alumnos y no a los profesores. No tuvieron instrucciones. Cada uno individualmente se ha tratado de ponerse al día”, agregó.
Los retos del futuro inmediato
La presidenta de la Avec consideró que de cara al próximo año es necesario continuar la formación de docentes y directivos.
“Eso es fundamental, perfeccionar las estrategias para educar a distancia y hacer alianzas que con organizaciones que nos puedan ayudar a formarnos. La idea es llegar a más gente y de manera más cualificada”, expresó.
También mencionó la necesidad de realizar una revisión del currículo y de hacer diseños instruccionales adecuados. Además también apuntó la necesidad de establecer acuerdos con entes que permitan dotar a los maestros de herramientas tecnológicas.
“Los docentes están costeando la conectividad. Quizá podría haber una empresa de telefonía celular que cree planes especiales para los educadores, expresas extranjeras que puedan apoyar”, ilustró.
Aunque consideró que hay problemas estructurales que no pueden resolverse con iniciativas individuales, el profesor Tulio Ramírez llamó a ser “racionalmente creativos”.
Planteó que es necesario planificar para que el proceso no se traduzca en una “avalancha” de tareas. Destacó la importancia de hacer esfuerzos por utilizar plataformas virtuales que permitan acercar a los estudiantes con los docentes y garantizar más interacciones.