En el seno de la oposición han surgido varios precandidatos para las elecciones primarias en las que se espera sea escogido el abanderado presidencial para 2024. Algunos de estos aspirantes ya comenzaron a girar por el país en medio de la desconfianza de la población. Daniel Varnagy, doctor en ciencias políticas, advierte que algunos dirigentes se lanzan en iniciativas que van en contrasentido de lo que dicen los partidos políticos a los que pertenecen. Por su parte, los politólogos Nancy Requena y Fernando Spiritto ven bien retomar el contacto con la gente, pero acompañado de una estrategia coherente
Sofía Nederr| TalCual
En el seno de la oposición venezolana han surgido varios precandidatos para las elecciones primarias en las que se espera sea escogido el abanderado presidencial de 2024.
Aunque estos aspirantes no han salido al ruedo para asumir sus aspiraciones de forma frontal, vale decir que son aspiraciones sustentadas en los derechos civiles y políticos. En ese sentido, varios de los precandidatos ya están recorriendo los estados y organizan giras en las que hacen planteamientos sobre la solución a situaciones locales y la crisis del país.
Estas giras se hacen bajo la premisa de que el tiempo corre y que la oposición debe sellar el camino a las primarias. Hasta ahora, la Plataforma Unitaria no ha terminado el reglamento para las primarias, del cual, han dicho varios dirigentes, falta afinar los álgidos aspectos políticos.
Sin embargo, el contexto que rodea estas giras está precedido por la desconfianza y la desafección hacia los partidos políticos y un capital político mermado, destacan los investigadores Daniel Varnagy, Nancy Requena y Fernando Spiritto, quienes fueron consultados para este trabajo de TalCual.
El reto de los precandidatos es conquistar adeptos, en medio de un pueblo opositor que está claro en la seguidilla de errores políticos que, según los entrevistados, deben asumirse y reajustar la marcha, antes de emprender el sendero de las primarias.
«Todo individuo tiene derecho a considerarse a sí mismo una opción política y eso no es inválido, lo que pasa es que, normalmente, en sistemas representativos, esos individuos deben representar a grupos de personas o de partidos políticos. En este caso, nadie duda de que pertenezcan a partidos políticos, pero ni los partidos políticos que ellos representan ni las personas que están autorrepresentándose, generan la confianza suficiente en la sociedad civil como para ser considerada una representación válida», asevera Daniel Varnagy, doctor en ciencias políticas.
Para Varnagy, investigador de la Universidad Simón Bolívar, en el momento actual, la dirigencia política opositora genera mucha desconfianza y ese es un aspecto, enfatiza, que deben atender los precandidatos presidenciales y todas las organizaciones que adversan al gobernante Nicolás Maduro y a su gobierno.
Recuerda que, a finales de 2021 y principios de 2022, los discursos de varios de los partidos opositores en los que se anunciaron procesos de relegitimación y reorganización interna, calaron un poco porque estas organizaciones opositoras, según sus mensajes, acusaban recibo de la desconfianza de la sociedad civil y aseguraron que buscarían estrategias y herramientas para generar la dinámica requerida para volver a tener representatividad y confianza por parte de los sectores de la sociedad civil.
«Pero, en la práctica, los individuos que tienen una actitud personalista, se lanzan en iniciativas que van en contrasentido de lo que dicen los partidos políticos a los que ellos mismos pertenecen», expresa Daniel Varnagy.
De hecho, Acción Democrática (AD), Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP) y Un Nuevo Tiempo (UNT) anunciaron procesos de revisión interna, así como un reconocimiento de los liderazgos y el contacto con las bases. Según lo reportado por dirigentes de esos partidos, los procesos avanzan conforme a los objetivos trazados.
Asimismo, el investigador Daniel Varnagy sostiene que el discurso sobre la revisión doméstica de los partidos, en este momento, luce distante de las posiciones personalistas que hacen daño a la lucha política.
Según un análisis difundido por Jesús Seguías, director de Datincorp, hay 7.3 millones de electores del chavismo y la oposición que andan «extraviados en un limbo político y electoral».
«Con la activación de la estrategia insurreccional civil y militar (bajo el paraguas estratégico del Maduro Vete Ya), la oposición perdió desde 2016 hasta hoy más de 3 millones de votos. Casi ninguno de ellos se fue al chavismo, la mayoría sigue siendo opositora, pero se encuentran abrumadoramente en el exterior y, por tanto, incapacitados para votar», indicó Danticorp el 3 de mayo, en un resumen de su estudio.
Seguías dijo, en su análisis, que la oposición puede recuperar los votos extraviados y convertirse en una opción de victoria para 2024. Para esto, planteó tres condiciones: la máxima unidad posible, trabajar por el retorno de una cifra mínima de un millón de electores del éxodo, y seducir a los chavistas inconformes.
Movilización versus desafección
La politóloga Nancy Requena, investigadora de la Universidad Metropolitana, enfatiza que hay desconfianza y desafección de la gente hacia los partidos políticos, tras tantas promesas incumplidas y el abandono de la gente.
Sin embargo, ve positiva la movilización de la dirigencia opositora por el país, lo cual incluye a los precandidatos. Pero, advierte, que si esto no parte de una política de partidos, más allá de las individuales, no se logrará motivar a la gente.
«Los propios partidos lograron que la gente perdiera simpatía hacia ellos porque responden a intereses particulares. Ahora deben conectarse con la gente para motivarlos. Pero, además, se requiere de un acto de humildad en el que reconozcan que se equivocaron, que están aquí y van a seguir luchando», asevera Nancy Requena.
Para la investigadora, de cara a las presidenciales de 2024, la oposición debe ir más allá del G4 y la reconexión pasa por incluir a otros sectores de la oposición y a la sociedad civil. «Aquí no se puede seguir con la misma situación de enero de 2016, cuando la oposición se puso de acuerdo para rotarse la Presidencia de la Asamblea Nacional (AN) de 2015 y ya sabemos lo que pasó», añade.
El politólogo Fernando Spiritto, investigador de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), enfatiza que el capital político de la oposición, o de las opciones es, prácticamente, «cero». Añade que ese capital, entre otras cosas, se agotó por «la pésima gestión del llamado gobierno interino de Juan Guaidó que ha causado dolores de cabeza y una desmoralización en las filas del pueblo opositor; hay una desmovilización del pueblo opositor porque no hay liderazgo».
Sin embargo, Spiritto no da por perdida la lucha de los precandidatos opositores y cree posible lograr sacar del letargo al pueblo opositor, puesto que esta situación se ha vivido en el pasado.
El profesor de la UCAB califica como una «excelente noticia» que haya dirigentes o precandidatos que ya están recorriendo el país.
«En política, los espacios vacíos tienden a llenarse. Pero, en ese contexto, no debe perderse de vista que el mejor candidato es la unidad. Y una de las lecciones que debe tomar la oposición son las elecciones en Barinas y en Táchira. En el primer caso, la unidad sin condiciones y, en Táchira, la oposición tenía todas las de ganar, pero las tendencias centrífugas llevaron a la derrota porque operan contra la unión porque los líderes de los partidos no quieren perder las cuotas de sus partidos y los ponen por delante del bien del país», explica.
Precandidatos en la calle
En los últimos meses, varios dirigentes opositores han llamados a los partidos, especialmente de la Plataforma Unitaria, a precisar la hoja de ruta para las primarias. Uno de ellos ha sido el secretario de Organización de la llamada Acción Democrática (AD) «en resistencia», Carlos Prosperi, quien, dada su posición dentro de la AD que dirige Henry Ramos Allup, secretario general del partido, ha recorrido casi todo el país.
«Quien quiera participar, bienvenido sea. Tenemos que construir una unidad sincera, una unidad verdadera, por encima de una aspiración individual, pensando en Venezuela», dijo Prosperi en abril pasado.
Asimismo, el 1 de mayo, en entrevista con TalCual, el dirigente adeco aseveró: «Mucha gente nos dice que el 2024 es lejos y no es así, es el 2024 es ya. Si necesitamos que un candidato presidencial recorra un día completo cada uno de los municipios de Venezuela, necesitamos 335 días para que el candidato presidencial vaya a todos los municipios, sin meter las diferentes parroquias».
Según dirigentes de la tolda blanca, Prosperi está en la carrera precandidatural, junto a otros adecos como Edgar Zambrano, primer vicepresidente del partido, y el propio Ramos Allup. Sin embargo, este último ha aclarado que no ha «abierto la boca» para tal fin. Además, otros incluyen en esa lista a Williams Dávila.
El 4 de mayo, Edgar Zambrano sostuvo que las primarias deben ignorar «las actitudes vanidosas y megalómanas, dándole cauce a la racionalidad y lógica política» y no haciendo del proceso un show. Exhortó a no repetir la experiencia de 2017, cuando, refirió, se acordó un proceso primario que luego fue desconocido veladamente.
En el caso de Primero Justicia (PJ), suenan las precandidaturas del exgobernador Henrique Capriles, del exalcalde de Petare Carlos Ocariz y de los hermanos Juan Pablo Guanipa y Tomás Guanipa, este último secretario general nacional del partido. Ocariz, también excandidato a la Gobernación de Miranda, y los Guanipa andan de recorrido por el país.
Juan Pablo Guanipa, primer vicepresidente de la Asamblea Nacional de 2015, fue electo gobernador del Zulia en 2017, pero declinó asumir el cargo tras negarse a subordinarse ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Esta cuestionada instancia ordenó repetir los comicios en la entidad que quedó en manos del oficialista Omar Prieto (PSUV), derrotado ampliamente por Manuel Rosales (UNT) en las elecciones de noviembre de 201. Guanipa ha estado de gira por las regiones, y una de las más recientes fue la occidental.
En Lara, Guanipa estuvo en actividades partidistas con el diputado Alfonso Marquina a finales de abril. A través de WhatsApp circuló un mensaje de voz atribuido a Marquina, en el que el dirigente llamaba a respaldar a Juan Pablo Guanipa como «precandidato» y a movilizarse con fuerza durante su visita a Lara.
En el audio se indica que los reportes iniciales dieron cuenta de «una movilización muy baja», como si se tratase de «una reunión ordinaria», lo que motivó a Marquina a exhortar a los destinatarios del mensaje a organizarse para realizar «un acto con impacto, que llame la atención de la opinión pública».
Sin embargo, las indicaciones de Marquina podrían referirse a la actividad convocada en Lara para el sábado 7 de mayo. La tarde del viernes 6 de mayo, el secretario de Primero Justicia en Lara, Hermes Parada, anunció, en Twitter, que el «precandidato» Juan Pablo Guanipa expondría su propuesta al país desde el Colegio de Abogados de la entidad.