Que no los agarre por sorpresa. La premura del jefe del régimen para que la írrita asamblea constituyente apruebe la inconstitucional ley antibloqueo es porque sabe que le toca raspar la olla. Esa, y no otra razón, es lo que explica el esperpento jurídico con el que han hecho tanto ruido en los últimos días.
Por El Nacional
Como explicó muy acertadamente el abogado Allan Brewer Carías, la Ley Antibloqueo para el Desarrollo Nacional y la Garantía de los Derechos Humanos (lo largo del nombre es para ocultar el bodrio que en realidad es) apunta a tres cosas. Lo primero, justificar la intención de cambiar la propiedad de empresas del Estado o las mixtas. Esto no solo debe llamar la atención, sino que debe prender las alarmas.
Los que ingenuamente creen que están haciendo una ley para devolverle a los expropiados sus empresas, que dejen de soñar. Lo que quiere el régimen es rematar lo poco del aparato industrial y productivo que tiene en sus manos, venderlo a precio de gallina flaca para seguir subsidiando sus barbaridades y oxigenando sus bolsillos.
Lo segundo, el secreto que estipula esta ley sobre todos los bienes que se recolecten a partir de este reacomodo de propiedades, con lo que los rojitos tendrán libertad plena para hacer uso de lo último de dinero que le queda al Estado venezolano. No hay manera de pensar que esos fondos serán usados para resolver los problemas de los venezolanos, porque no lo han hecho en 20 años, menos ahora que están de salida.
Y lo tercero, aún más aberrante, es que la ley que ellos llaman “constitucional” tiene la facultad de derogar todo el ordenamiento jurídico y legal vigente, como si fuera una gran goma de borrar que acaba con todo lo conocido o lo que a ellos se les antoje.
Desde el mismo momento en que comenzaron a ponerle el apellido de “constitucional”, los expertos en la materia no se han cansado de señalar que se trata de un invento, pues después de la Constitución vienen las leyes orgánicas y sobre la carta magna hay nada.
Pero estos rojitos todo lo tuercen a su favor. Lo que quieren es terminar de desbancar al país con la excusa de unas sanciones que comenzaron a aplicarse en 2017. ¿Y la debacle de los cuatro años anteriores son culpa de quién? De los depredadores que se montaron en Miraflores para hacer realidad el sueño del comandante muerto: que Venezuela fuera tierra arrasada. Que no se nos olvide, son más de 20 años destruyendo todo a su paso.