Precios del petróleo subieron en junio y producción de Pdvsa bajó

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De acuerdo con el reporte de la OPEP, Petróleos de Venezuela (Pdvsa) reportó una producción de 727.000 barriles diarios (bd) en junio, mientras que el registro según fuentes secundarias de la OPEP deja a la industria venezolana peor parada, ya que la producción que proyectan es de 706.000 bd en promedio durante junio. Son casi 300.000 bd menos del millón que Nicolás Maduro afirmaba que Venezuela logró producir en diciembre de 2021

Brian Contreras| TalCual

El contexto mundial es idóneo para los países productores de petróleo, pues debido a las tensiones generadas por el conflicto entre Rusia y Ucrania, la inflación global y las perspectivas sobre las sanciones graduales que aplican Estados Unidos y la Unión Europea contra Moscú, son elementos que han impulsado el precio del petróleo.

Durante el mes de junio de 2022, el precio del crudo alcanzó su máximo desde 2014. Si se toma como referencia el West Texas Intermediate (WTI), el mes pasado mantuvo un promedio de $114,36.

Por su parte, la cesta de referencia de la Organización de Países Exportadores de Patróleo (OPEP) registró en junio un precio promedio de $117,2 por barril.

Las perspectivas marcan un incremento gradual de la demanda para el próximo año, por lo que los precios podrían aumentar o al menos mantener la estabilidad en un mercado al alza.

Así lo proyecta la OPEP en su reporte mensual correspondiente a junio, pues este año la demanda mundial ha crecido 3,4 millones de barriles diarios (mbd), mientras que se espera otro aumento de 2,7 mbd para el 2023.

Con este panorama, Venezuela usualmente celebraría por un incremento sustancial de sus ingresos. No obstante, la realidad de la industria petrolera venezolana es muy distinta al contexto que había en 2014, cuando el país disfrutó el último mercado alcista petrolero.

De acuerdo con el reporte de la OPEP, Petróleos de Venezuela (Pdvsa) reportó una producción de 727.000 barriles diarios (bd) en junio, una reducción diminuta frente a los 735.000 bd que extraía en mayo. Si se toma en cuenta abril, el registro empeora, ya que producía 775 bd. Es decir, en dos meses se contrajo 6%.

El registro según fuentes secundarias de la OPEP deja a Pdvsa peor parada, ya que la producción que proyectan es de 706.000 bd en promedio durante junio. Son casi 300.000 bd menos del millón que Nicolás Maduro afirmaba que Venezuela logró producir en diciembre de 2021.

La producción, lejos de incrementar, se redujo. Los datos de Pdvsa indican que la extracción promedio durante el último cuarto de 2021 fue de 817.000 bd y las esperanzas de la empresa se centraron en mantener la recuperación durante 2022, pero en siete meses ha ocurrido todo lo contrario.

A finales de febrero se produjo la invasión de Rusia a Ucrania y los precios petroleros empezaron a dispararse. Casi en consonancia con este hecho, la producción de Pdvsa empezó a caer progresivamente, desaprovechando el mercado alcista.

La crisis en Europa despertó la preocupación de Estados Unidos, al pensar que perdería una tajada del crudo que necesita para su consumo interno. Con la visita de representantes de Joe Biden a Venezuela, se especuló que Venezuela podía tomar el vacío que habría dejado Rusia en ese mercado.

No obstante, las posibilidad las sanciones se flexibilizaran y Venezuela exportara crudo a Estados Unidos se disiparon con el pasar de las semanas. Incluso si se hubiese concretado este escenario, Pdvsa no tendría la capacidad para vender la cantidad requerida por el país norteamericano.

La evolución de la capacidad productora de Venezuela arroja muchas dudas sobre la capacidad que tenga el chavismo para alcanzar los 2 millones de barriles diarios que proyectaba Nicolás Maduro para finales de 2022 en declaraciones emitidas hace apenas unos meses.

Algunos expertos consideran que la franja de tiempo no solo es muy corta, sino que Venezuela no tiene las capacidades necesarias para recuperar esa producción en el mediano plazo y, para hacerlo, necesitaría la penetración de inversión extranjera.

En este contexto, Venezuela desaprovecha un nuevo boom de precios petroleros debido a la destrucción de la industria devenida por la ausencia de mantenimiento e inversión y por la corrupción evidenciada en los últimos 10 años de gobierno chavista.