Putellas y otras jugadoras de España comparecen ante juez en caso Rubiales

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El proceso legal contra Luis Rubiales, ex presidente de la Federación Española de Fútbol, continúa avanzando con la comparecencia de tres jugadoras como testigos el pasado lunes.

Alexia Putellas y otras dos integrantes del equipo nacional español, que ganó el último Mundial femenino, testificaron ante el juez encargado de investigar a Rubiales por besar a Jenni Hermoso sin su consentimiento.

Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez respondieron a las preguntas de un magistrado en Madrid. Rodríguez se presentó en persona al juzgado en la capital española, mientras que Putellas y Paredes testificaron a través de video desde Barcelona.

La Fiscalía acusa a Rubiales de agresión sexual y coerción por el beso a Hermoso en los labios sin su consentimiento durante la ceremonia de premiación después de la final del Mundial en Australia.

Según informaron medios españoles citando fuentes judiciales, las tres futbolistas confirmaron que Rubiales y otros miembros de la federación presionaron a las jugadoras para minimizar el beso. Sin embargo, el juzgado no ha revelado detalles sobre los testimonios.

Varios dirigentes de la federación y el ex entrenador de la selección, Jorge Vilda, quien fue destituido después del Mundial, también han sido citados como imputados y deberán comparecer ante el juez la próxima semana. Vilda está acusado de intentar convencer a Hermoso para que respaldara la versión de Rubiales sobre el beso.

Tras la dimisión de Rubiales y después de recibir garantías de cambios estructurales en la federación, las jugadoras pusieron fin a su boicot a la selección. Como resultado, varios dirigentes y empleados de la federación han sido despedidos.

Hermoso, jugadora del Pachuca de México, también deberá testificar en algún momento.

En virtud de una ley aprobada el año pasado que incluye la figura del consentimiento sexual, si Rubiales es declarado culpable, podría enfrentar una multa o una pena de prisión de uno a cuatro años. La legislación eliminó la distinción entre «acoso sexual» y «agresión sexual» para sancionar cualquier acto sexual no consentido.