La búsqueda de la felicidad es un concepto ampliamente debatido, pero antes de definirla, es importante entender qué no es. La felicidad no se reduce a simples momentos de alegría, éxtasis o exaltación, ya que estas son sensaciones efímeras. La verdadera felicidad es un estado emocional subyacente, profundo y duradero, una emoción secundaria. Para comprenderla mejor, necesitamos homologar esta idea.
Con información de Infobae
Desde la perspectiva de la medicina, un campo de estudio con el cual estamos familiarizados, la felicidad se manifiesta como un estado de paz, serenidad y calma. Es un estado real que existe. Hablaremos precisamente de esa felicidad: esa paz, serenidad y calma que podemos experimentar. Este estado se alcanza cuando uno tiene un horizonte, como un pentagrama musical donde la vida permite que inscribamos nuestras propias notas.
Existe una curva en la búsqueda de la felicidad, a la que llamaremos «La U de la Felicidad», que está relacionada con la edad. Generalmente, las personas informan sentirse más felices alrededor de los 20 años. ¿Por qué? En esa etapa, la vida está llena de proyectos y se han experimentado pocos golpes en general. No han enfrentado separaciones, despidos laborales ni grandes crisis existenciales.
A medida que envejecemos y descendemos por la pata descendente de la U, la vida se vuelve más compleja, ya que surgen situaciones más desafiantes. Todos estamos familiarizados con ellas, ya que cada uno ha enfrentado sus propios obstáculos a medida que envejece. Esto es parte de la vida.
Sin embargo, después de los 40 años, especialmente en la crisis de los 40 o 50 años, uno comienza a ascender en la curva, ubicándose en la parte cóncava de la U. Es a partir de los 50 o 60 años que los indicadores de felicidad comienzan a mostrar un aumento en la sensación de plenitud. Las personas comienzan a sentirse más felices o, al menos, a percibirse a sí mismas de esa manera.
¿Cuál es la razón detrás de este cambio? La respuesta radica en el aprendizaje filosófico. Con el paso de los años, las personas tienden a valorar más lo que tienen en lugar de lo que pueden alcanzar en el futuro. Aprenden a disfrutar de lo que tienen, incorporando una filosofía de vida que les permite encontrar la felicidad en el presente.
El Dr. Daniel López Rosetti, médico y presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health, ha compartido estas perspectivas sobre la felicidad a lo largo de la vida en su extensa carrera y sus libros, como «Emoción y Sentimientos» y «Equilibrio: Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario».