Las soluciones deben ser locales, según los senadores demócratas, ya que consideran que pueden incrementar la producción junto con sus aliados otorgando beneficios fiscales e impulsando las energías renovables, en lugar de «apoyar una dictadura»
Brian Contreras – TalCual
Un grupo de 10 senadores del partido demócrata de Estados Unidos enviaron una carta al presidente Joe Biden para manifestarse en contra de la posibilidad de que relajen las sanciones contra Venezuela.
Darren Soto, Debbie Wasserman Schultz, Val Demings, Stephanie Murphy, Al Lawson, Kathy Castor, Charlie Crist, Ted Deutsch, Frederica Wilson y Sheila Cherfilus McCormick, firmantes de la carta, argumentaron que reactivar el comercio con Venezuela sería apoyar la dictadura de Nicolás Maduro y su «régimen asesino».
Explican que relajar las sanciones en el sector petrolero constituirían un cambio significativo en la estabilidad de Maduro en el poder. Por lo tanto, aunque apoyan las medidas del gobierno de Biden para poyar a Ucrania mediante las sanciones contra Rusia, argumentan que importar petróleo venezolano no debería contemplarse.
«El ataque de Rusia a Ucrania es la amenaza más significativa a la democracia y al continente europeo desde la segunda guerra mundial. Apoyamos los esfuerzos de la administración de Biden al impedir la importación de crudo ruso como parte de una estrategia multinacional para apoyar a Ucrania. Sin embargo, por más que el Gobierno busque maneras para proteger a los estadounidenses mientras los precios del gas suben, las importaciones de crudo venezolano no debería ser la respuesta», exponen.
Recalcan que la dictadura de Maduro ha causado una crisis económica que ha desatado una escasez masiva de comida y medicinas, el incremento de la pobreza a un 94% de la población y también la escalada de la inseguridad alimentaria que ya se ubica en un 60%, y que apenas la semana pasada la Casa Blanca hizo una actualización sobre el tema y declaró que se mantenía la Emergencia Nacional con respecto a Venezuela.
El gobierno de Estados Unidos destacaba hechos como la persecución política, la erosión de los derechos humanos en protestas antigubernamentales, los atentados contra la libertad de expresión y un compendio de señalamientos que el gobierno estadounidense ha fustigado en reiteradas oportunidades. Por lo tanto, consideraron que el gobierno de Maduro se mantiene como una «amenaza a la seguridad nacional» de Estados Unidos.
Con esta premisa, los senadores demócratas sostienen que desde Washington no debería aprobarse la compra de petróleo venezolano. «No deberíamos estar importando petróleo de un régimen que socava las aspiraciones democráticas de su propio pueblo», insisten.
En este sentido, razonan que la solución es buscar alternativas en el país, como liberar crudo de las reservas petroleras estratégicas del país, trabajar con aliados para incrementar la producción, entregar beneficios fiscales y promover las energías renovables.
«Debemos incrementar nuestra producción doméstica, junto con nuestros aliados y siendo consistentes con nuestros valores democráticos», subrayó el senador Darren Soto en su cuenta de Twitter.
Los representantes del partido demócrata aseguran que mantener las sanciones es una forma de apoyar al pueblo venezolano y le recuerdan a Biden que ha acompañado a la población criolla durante su gestión, al aprobar que puedan recibir el Estatus de Protección Temporal (TPS).
De igual forma, felicitan a Biden por «lograr la libertad» de dos estadounidenses rehenes del gobierno venezolano, en referencia a los dos directivos de Citgo excarcelados la semana pasada. «Estamos seguros de que seguirás luchando para traer a casa a los siete que permanecen en arresto domiciliario», añadieron.