Los problemas en los servicios de electricidad y agua experimentaron un notable incremento durante el mes de septiembre, según revela el último informe del Observatorio de Gasto Público de Cedice Libertad. El informe, dirigido por el economista Raúl Córdoba, recopiló datos de 12 monitores distribuidos en todo el país, encuestas a 2.300 ciudadanos y la revisión de información en 25 medios de comunicación digitales y tres redes sociales simultáneamente.
De acuerdo con el informe, el 66% de los encuestados señaló que la calidad del servicio eléctrico empeoró durante septiembre debido al aumento en la cantidad de fallas y apagones. Además, el 53% mostró su apoyo al plan de «borrón y cuenta nueva» implementado por la empresa proveedora del servicio. Sin embargo, consideran que esta medida no aborda el problema subyacente, que implica la necesidad de rediseñar las tarifas y mejorar el servicio en general.
En relación con los daños causados por los apagones en los equipos eléctricos, el 48% de los encuestados destacó la necesidad de establecer un programa de compensación por averías. Muchos de ellos experimentaron el deterioro de al menos dos o más electrodomésticos debido a las fluctuaciones de voltaje o al corte repentino de la energía.
Solo el 0,8% de los encuestados afirmó haber establecido una comunicación efectiva con la empresa proveedora del servicio, habiendo logrado presentar una denuncia y recibir una respuesta satisfactoria a su solicitud.
Los principales hallazgos del informe son los siguientes:
1. El 80% de los venezolanos considera que el servicio eléctrico es inestable.
2. Se registran al menos cinco fallas o fluctuaciones en la intensidad eléctrica cada día.
3. El mantenimiento realizado se centra en soluciones temporales, en lugar de abordar problemas estructurales.
4. Existe poca confianza en la actual administración encargada del sector eléctrico del país.
5. El sistema de pago es limitado, las tarifas son relativamente bajas y el servicio es deficiente.
En cuanto al suministro de agua, otra preocupación importante para los venezolanos, el informe revela que el 72% de los encuestados considera que el agua llegó más sucia, maloliente y con retraso durante septiembre. Además, se enfatizó la necesidad de mejorar los sistemas de tratamiento. Aproximadamente tres de cada diez entrevistados utilizan fuentes de agua no oficiales, como manantiales o lagunas, para abastecerse de agua para uso doméstico o para pequeños negocios, debido a que el suministro a través de las tuberías llega cada 20 o 25 días en muchas localidades.
El informe también revela que el 16% de los venezolanos pagó entre 20 y 50 dólares mensuales a proveedores de agua para abastecer sus hogares durante septiembre.
Los principales problemas identificados en el suministro de agua son los siguientes:
1. Los cronogramas de racionamiento no se cumplen en la mayoría de los casos.
2. El suministro de agua es irregular, llegando a algunas zonas cada tres días, mientras que en otras puede demorar hasta 20 días o más.
3. El sistema de pago es limitado, las tarifas son bajas y el servicio es deficiente.
4. El mantenimiento realizado se centra en soluciones temporales, en lugar de abordar problemas estructurales.
5. Hay numerosas fugas de agua en las calles.
Estos resultados reflejan la preocupante situación de los servicios de electricidad y agua en Venezuela, donde los problemas de calidad, suministro y atención al cliente persisten y requieren una atención urgente por parte de las autoridades competentes.