"SIMPLEMENTE SURREAL": Ola de indignación en Brasil tras anunciarse que albergará la Copa América

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Destacados expertos advierten de los riesgos que supone este evento en uno de los países del mundo más castigados por la pandemia.

RT

Con más de 462.000 muertos, 16,5 millones de contagios, una ocupación hospitalaria al límite y un Gobierno investigado por su gestión de la pandemia, la noticia de que la Copa América se jugará en Brasil ha sido acogida con gran indignación en este país.

Mientras el vicepresidente, Hamilton Mourao, consideró «una ventaja» la dimensión territorial de Brasil y la cantidad de estadios con los que cuenta para celebrar el evento, destacados expertos piensan que la decisión es «surreal» y advierten de los riesgos que supone llevarlo a cabo en uno de los países del mundo más castigados por la pandemia.

«¿Cuál es el mensaje que se envía a la población? ¿Cómo se mantendrá a la población comprometida y consciente de la situación real actual, que es completamente dramática, con este anuncio? (…) Es surreal, simplemente surreal», comentó el investigador Marcelo Gomes de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) a O Antagonista.

Y continuó: «Se va a celebrar aquí porque justamente el país que iba a ser sede [Argentina] no lo será por causa de su situación con el covid-19. ¿Es ese el mensaje a la población?».

El epidemiólogo Pedro Curi Hallal afirmó que se trata de «una falta de respeto hacia las 460.000 familias en duelo en el país». «La decisión se tomó exactamente en el momento en que comienza la tercera ola. Como aficionado al fútbol, lamento que el deporte se aleje cada vez más de la gente», destacó.

«¿Alguien puede presentar una denuncia ante la Corte Suprema para evitar otra afrenta al pueblo brasileño? ¡La Copa América se llevará a cabo en el momento en que llegaremos a los 500.000 muertos en el país! ¡No necesitamos un circo, necesitamos vacunas y gobierno!», exclamó el prestigioso neurocientífico Miguel Nicolelis.

La epidemióloga Ethel Maciel, por su parte, calificó la noticia de «increíble». «Estamos en la tercera ola, con un aumento en el número de casos, y no hay ninguna razón lógica para una decisión así. Vamos a poner a más personas en riesgo. El Gobierno brasileño vuelve a equivocarse y da un pésimo ejemplo para el resto del mundo», subrayó a G1.

El diario O Globo criticó que una de las ciudades donde se disputará el evento sea Manaos: «Sí, la capital de Amazonas, símbolo de la mayor tragedia de la pandemia, será una de las sedes del evento».

«Campeonato de muerte»
El relator de la Comisión Parlamentaria de Investigación el senador Renan Calheiros, que analiza desde hace semanas las omisiones del Gobierno durante la pandemia, calificó el evento de «campeonato de muerte».

«Con más de 462.000 muertos [Brasil] alberga la Copa América. Es un campeonato de muerte. Unión de negacionistas: Gobierno, Conmebol y CBF [Confederación Brasileña de Fútbol]. Las ofertas de vacunas se llenaron de moho en los cajones, pero la aprobación del torneo fue rápida. Desdén», destacó.

Por su parte, Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), escribió en Twitter: «¡Y nos enteramos de que Bolsonaro autorizó la realización de la Copa América aquí en Brasil! ¿Esto es serio? ¿En medio de la pandemia, la llegada de la tercera ola, riesgo por falta de camas y suministros y con vacunación lenta? ¡Increíble!».

El diputado federal Júlio Delgado dijo que presentará una demanda ante la Corte Suprema. «Los números de la pandemia y la prohibición de eventos no permiten que el presidente Jair Bolsonaro decida deliberadamente que una Copa de esta importancia, con 10 selecciones de 10 países donde no sabemos cómo es el control de la pandemia, se realice aquí solo por un tema financiero».

«Cloroquito»
Muy pronto, etiquetas como #CopaAmericanoBrasilNAO o #CancelemCopaAmerica comenzaron a circular en las redes sociales en protesta a esta decisión.

También se publicaron memes en los que se bautizó a la supuesta mascota de la competición como «Cloroquito», «Cloroquinho» o «Coronguito», en alusión a la cloroquina, el fármaco sin comprobación científica contra el covid-19, cuyo uso fue defendido por el presidente Jair Bolsonaro.