¡SIN RECATO SE PREMIA LA CORRUPCIÓN! Carlos Osorio, el verdugo de los mineros (Aporrea)

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Actualmente el gobierno de Venezuela protege a los corruptos los premia y los recompensa con mejores cargos en la administración pública, por esta razón no hay ningún recato ni cargo de conciencia a la hora de cometer actos de corrupción contra la cosa pública. Los organismos que deben ser guardianes según lo establece la Constitución de prevenir, investigar y sancionar son poderes controlados por el Ejecutivo Nacional. Ni la Fiscalía ni la Contraloría General de la Republica y el resto que conforman el Poder Ciudadano guardan silencio. Ahí está el caso e historial del Mayor General Carlos Osorio, denunciado por hechos de corrupción cuando ocupaba cargo de ministro de Alimentación, acusado de comprar carne con sobreprecios para favorecer empresas de sus familiares. Entre los años 2012 y 2013 la corporación CASA adquirió 40 mil toneladas de carne a la empresa Gêneros Alimentícios e Serviços LTDA con sede en Sao Paulo a un precio de 3.200 dólares por tonelada, por un monto total de 128 millones de dólares. Sin embargo, la vendedora brasileña solo recibió alrededor de 52 millones de dólares, es decir, cerca de 1.300 dólares por tonelada de una carne vendida como de primera calidad, pero que al momento de la venta ya estaba vencida. Asimismo, Osorio cometió otros actos contra el erario público como fue la compra de miles de toneladas de queso en Uruguay, negocio realizado por una empresa de la familia, queso que nunca llegó a Venezuela y desviado de contrabando a Colombia. En este proceso investigativo se detectó esta irregularidad en los procesos de compra, importación, suministro y distribución de alimentos, las cuales causaron daños al patrimonio público. Los actos corrupción no prescriben.

Después de las andanzas de Osorio en el ministerio de Alimentación con infinidad de irregularidades administrativas, las cuales pudieron causar daños al patrimonio público, incluso se detectaron presuntas irregularidades con el diferencial cambiario, así como importaciones ficticias, supuesto pago de sobornos a funcionarios, uso de información privilegiada, pago de comisiones y tráfico de influencias, pasa por la CVG con una gestión gris y es nuevamente premiado y colocado en la Corporación Venezolana Minera CVM. Es decir; del sector alimentos salta a la minería, que es donde nuevamente comienzan sus andanzas no muy santas en contra de los mineros auríferos. Es como decir ratón cuidando queso y garimpeiros cuidando oro.

Alerto, si entre los gobernantes hay alguno que tenga sentido de querer a la Patria, Carlos Osorio en CVM va a repetir su actuación en el Ministerio de Alimentación, con pérdidas mayores para el Estado, este personaje buscará sus beneficios económicos y personales, sabe que ese cargo es para llenarse del metal oro y para esta acción se busca como operador a Pedro Deffit, aficionado a las riñas de gallos y adeco de cuna. Este personaje conjuntamente con Juan Rodríguez, ya tendrá sus estrategias para hacer sus marramuncias y desviar el destino final del oro, el cual no llegará a las arcas del Banco Central de Venezuela, seguramente engrosa

Nota de Aporrea: Aporrea no se hace responsable por las denuncias emitidas por el autor y cumple con la publicación del material en función del ejercicio de la contraloría social, tocando a los órganos del Estado la obligación de esclarecer los hechos denunciados. En cualquier caso, se garantiza el derecho a réplica.

Por: Antonio García Romero 

Fuente: Aporrea