La reciente revelación de OpenAI, denominada Sora, ha marcado un antes y un después en el campo de la inteligencia artificial generativa, siendo capaz de convertir directivas escritas en videos originales de alta complejidad.
Este avance tecnológico, aunque aún no disponible al público, ha despertado tanto entusiasmo como preocupación entre expertos y analistas debido a su potencial impacto en múltiples sectores, incluida la industria del entretenimiento, la seguridad informática y la integridad de los procesos democráticos.
Según CBS News, Sora es capaz de crear videos sofisticados de hasta 60 segundos, con escenas detalladas, movimientos de cámara complejos y múltiples personajes que exhiben emociones vivas, todo ello a partir de simples instrucciones textuales.
Actualmente, su uso está limitado a un grupo selecto de “red teamers”, artistas visuales, diseñadores y cineastas, quienes están contribuyendo con sus opiniones para refinar el producto antes de su lanzamiento masivo.
Oren Etzioni, fundador de TruMedia.org, una organización sin fines de lucro dedicada a combatir la desinformación basada en IA en campañas políticas, expresó su preocupación afirmando que “las herramientas de IA generativa están evolucionando tan rápidamente, y tenemos redes sociales, lo que lleva a un talón de Aquiles en nuestra democracia y no podría haber ocurrido en un peor momento”.
Esta declaración resaltó las implicaciones de tales tecnologías en contextos críticos como las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos.
La preocupación no se limita solo al ámbito político, pues Andrew Newell, director científico de iProov, una firma de verificación de identidad, señaló que Sora “hará que sea aún más fácil para los actores maliciosos generar deepfakes de video de alta calidad”, lo que pone en riesgo tanto a ciudadanos comunes como a figuras públicas.
Esta capacidad potencia la urgencia de que organizaciones, como los bancos, desarrollen herramientas basadas en IA para proteger a los consumidores de amenazas potenciales, especialmente aquellas que dependen de medidas de seguridad de autenticación de video.
Los expertos subrayan que los avances en tecnología han superado las medidas de control y seguridad existentes. Etzioni resaltó que “estamos tratando de construir este avión mientras lo volamos, y va a aterrizar en noviembre si no antes – y no contamos con la Administración Federal de Aviación, no tenemos la historia y no tenemos las herramientas necesarias para hacerlo”.
Además de las preocupaciones en torno a la seguridad y la democracia, otros impactos de Sora incluyen transformaciones en campos laborales relacionados con la creación de contenidos.
Reece Hayden, analista senior de ABI Research, indicó que para profesiones como el marketing o la creatividad, los modelos multimodales podrían ser un cambio radical, permitiendo ahorros significativos en costos para creadores de películas y televisión, y fomentando la proliferación de contenido generado por IA en lugar de utilizar actores.
Esto sugiere que Sora y tecnologías similares podrían alterar profundamente industrias creativas, permitiendo incluso a usuarios sin habilidades artísticas desarrollar contenido visual innovador, como medios interactivos al estilo “elige tu propia aventura”.
Finalmente, es crucial reconocer que la autorregulación empresarial juega un papel determinante en la gestión del impacto social de estas herramientas. La decisión de OpenAI de restringir temporalmente el acceso a Sora demuestra una toma de conciencia sobre las posibles consecuencias de su uso indebido. Sin embargo, la incertidumbre permanece sobre cómo y cuándo estas potentes herramientas de IA se integrarán plenamente en nuestras vidas cotidianas y sistemas institucionales.