Venía diciendo que teníamos por delante dos batallas decisivas:
Jesús Petit Da Costa / La Razón
1.- El 3N la elección presidencial de Estados Unidos, decisiva para el futuro de la civilización occidental judeo cristiana por tratarse de la potencia que se le sirve de guía.
2.- El 6D la farsa electoral convocada para elegir la AN, cuya derrota es decisiva para el futuro de Venezuela.
Para entender porqué la primera, aún en desarrollo, está a punto de perderse les daré mi opinión:
1.- En 1991, cuando terminó el proceso de desintegración del imperio comunista soviético y la disolución de la URSS, Estados Unidos quedó victorioso como la primera y única potencia mundial. A partir de ese momento cumbre, Estados Unidos cometió el mismo error que han cometido todos los imperios. Creyó establecida para siempre la “paz americana”, en forma de globalización del capitalismo en la economía y la democracia en la política. El mismo error que cometieron los romanos con la “pax romana”.
2.- Creyendo invulnerable a Estados Unidos sus políticos iniciaron un proceso involutivo de su democracia. Se constituyeron en una oligarquía con tendencia endogámica, semejante a las dinastías de las monarquías. La oligarquía endogámica republicana está formada por la familia Bush: primero fue presidente el padre (1989-1993), luego el hijo (2001-2009) y después el otro hijo, Gobernador de Florida (1999-2007), se postuló pero fue derrotado por Trump, lo que no le han perdonado. La oligarquía demócrata son los Clinton: primero Clinton esposo (1993-2001), luego la señora Clinton senadora, después Obama (2009-2017) puesto por los Clinton con la señora Clinton al lado y por último la señora Clinton candidata presidencial (2016) derrotada por Trump, lo cual no le han perdonado. Como vemos la oligarquía se ha repartido el poder alternándose en su desempeño desde 1989 hasta 2017, o sea, durante 28 años.
En 2016 Trump interrumpió este reparto oligárquico del poder. Llegó como un “outsider”, un intruso inaceptable que rompía con el orden establecido. La oligarquía, en sus dos ramas, le declaró la guerra. Y él la enfrentó con rudeza, cometiendo errores. He aquí la explicación de la fiereza del combate durante estos cuatro años.
3.- La oligarquía reunió todas las fuerzas de que dispone para expulsar al intruso. Procedió primero a formar una alianza con los disidentes cuando vio que estaban ganando las primarias, en las cuales Joe Biden iba de último. Los convenció de que divididos serían derrotados por el intruso. Convinieron entonces en que el último en las primarias, que durante 47 años ha demostrado serles un empleado fiel, sería el candidato a presidente y una de las mujeres de las filas radicales sería la vicepresidenta. Celebrado el pacto fueron todos contra el intruso, que había cometido la osadía de alzarse contra la oligarquía.
4.- La oligarquía hizo una “cayapa” contra Trump con la finalidad de sentar un escarmiento para que nadie más se atreva a repetir este desacato. La “cayapa” incluye el pronunciamiento de todos los jefes de la rama oligárquica republicana reconociendo de antemano la victoria de Biden.
5.- Los que hayan estudiado en la historia el proceso de decadencia de los imperios, comenzando por el romano, verán reproducidos sus rasgos principales en la oligarquía con vocación endogámica de Estados Unidos.
Para la oligarquía endogámica de Estados Unidos la prioridad es expulsar al intruso Trump, no dándose cuenta de que ya tiene los enemigos adentro. También los romanos mataban emperadores mientras los bárbaros estaban en las fronteras.
Hecha la explicación anterior, queda decir cómo quedamos nosotros y qué vamos a hacer.