La Organización Mundial de la Salud estima que el consumo excesivo de alcohol es responsable de aproximadamente tres millones de muertes anuales. Este compuesto químico se absorbe principalmente a través de las membranas mucosas del estómago y los intestinos, provocando severas consecuencias para la salud. Incluso en dosis bajas, el alcohol puede deteriorar significativamente la capacidad de concentración y reacción, elevando el riesgo de accidentes. El consumo regular y en grandes cantidades conlleva afecciones crónicas, tales como enfermedades hepáticas, trastornos gastrointestinales e incluso cáncer.
En un avance significativo, un equipo de investigadores de la ETH Zurich ha desarrollado un gel de proteínas capaz de descomponer el alcohol en el tracto gastrointestinal antes de que este ingrese al torrente sanguíneo, donde usualmente provoca sus efectos intoxicantes. El estudio, publicado en la revista Nature Nanotechnology, muestra que el gel transforma rápidamente el alcohol en ácido acético inofensivo en modelos animales, evitando los daños asociados a su metabolismo en el hígado, donde se generaría el acetaldehído, un subproducto tóxico.
El profesor Raffaele Mezzenga, del Laboratorio de Alimentos y Materiales Blandos de la ETH Zurich, explica que este gel puede administrarse oralmente antes o durante la ingestión de bebidas alcohólicas, reduciendo así la concentración de alcohol en sangre y previniendo la acumulación de acetaldehído nocivo. A diferencia de otros productos, este gel aborda tanto las causas como los síntomas del consumo nocivo de alcohol, aunque su efectividad se limita a la presencia de alcohol en el tracto gastrointestinal, siendo menos efectivo una vez que el alcohol alcanza la circulación sanguínea.
La composición del gel incluye proteínas de suero, que tras ser hervidas forman fibrillas que se entrecruzan en presencia de sal y agua, formando así el gel. Este sistema de administración es particularmente ventajoso debido a su lenta digestión. Para facilitar la descomposición del alcohol, se utilizan átomos de hierro distribuidos uniformemente a lo largo de las fibrillas de proteínas, además de pequeñas cantidades de peróxido de hidrógeno, catalizadas por nanopartículas de oro, para inducir la reacción en el intestino.
Los experimentos en ratones han demostrado la efectividad del gel tanto en aplicaciones únicas como en tratamientos prolongados, mostrando una significativa disminución en los niveles de alcohol en sangre, menor acumulación de acetaldehído, y una reducción en el estrés hepático y otros daños orgánicos relacionados con el alcohol. Tras estos resultados prometedores, los investigadores han solicitado una patente y planean continuar con ensayos clínicos, con la esperanza de que el gel pueda eventualmente ser aprobado para uso humano.
Con información de El Nacional