¡UN GRAN RETO! Cómo hacer que los jóvenes recuperen hábitos escolares antes del regreso a clases

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Las clases presenciales en Venezuela iniciarán en el mes de octubre para 10 millones de niños y adolescentes que han permanecido en casa por 18 meses a causa de la propagación del coronavirus. Frente al retorno, psicólogos y expertos indican que es posible que algunos hábitos escolares se hayan perdido por la cuarentena prolongada o la sobreexposición a las pantallas de los dispositivos.

Albany Andara Meza | @AlbanyAndara – Efecto Cocuyo

Por ello, es importante que los adultos apoyen a niñas, niños y adolescentes en el proceso de adaptarse nuevamente a la escolaridad y se vuelvan a establecer reglas y rutinas en los hogares. A continuación, dejamos cinco claves para lograrlo de forma exitosa.

1️⃣ Modificar los horarios de sueño
El primer hábito que varios niños, niñas y adolescentes perdieron durante el confinamiento en casa fue el de levantarse temprano. Esto se debe a que no debieron asistir a la escuela y algunos docentes fueron flexibles respecto al horario de inicio de clases online.

“Muchos niños se acostumbraron a estar frente a la computadora o el celular cinco minutos después de haberse despertado. Acaso se cepillaban, se ponían la camisa del colegio y el pantalón. Ahora deberán desayunar, bañarse, vestirse adecuadamente, peinarse y salir con tiempo de casa para llegar a la escuela”, indica Rosa Pellegrino, psicóloga de la ONG Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap).

En octubre el panorama cambiará y es necesario acostumbrar a los estudiantes a un nuevo itinerario. Esto se traduce en motivarlos a dormir y despertar temprano para cubrir mínimo ocho horas de sueño. La Academia Americana de Pediatría (APP) recomienda a los padres suprimir los aparatos tecnológicos al menos dos horas antes del momento de irse a la cama y crear rutinas nocturnas que incluyan cepillarse los dientes o ponerse el pijama siempre a la misma hora.

De acuerdo con Pellegrino, la modificación de los horarios debe iniciarse de inmediato pero gestionarse de forma progresiva: hacerlo de golpe resultará en una experiencia difícil y negativa para los escolares.

“Si ellos se ven en esa situación desagradable, podrían desmotivarse desde muy temprano. Que sea un proceso progresivo ayuda que se adapten en la rutina con más facilidad”, explica la psicóloga.

2️⃣ Limitar el tiempo con la tablet y el celular
En abril de 2020, Unicef alertó que 1.500 millones de niños, niñas y adolescentes en todo el mundo estaban utilizando cada vez más los dispositivos electrónicos, debido a la cuarentena obligatoria por la pandemia del COVID-19.

Para algunos niños venezolanos, el uso de tablets, computadoras o celulares se ha convertido en una parte indispensable de su cotidianidad. Estos pasaron de ser dispositivos de recreación a herramientas para tomar clases virtuales, realizar trabajos académicos o enviar las asignaciones escolares. Así, los jóvenes pasan una cantidad considerable de tiempo cerca de estos aparatos, ya sea jugando o estudiando.

Sobre ello, Quevedo afirma que la sobreexposición a las pantallas es un elemento que influye de forma negativa en la concentración y la comunicación.

“Tenemos niños que incluso presentan disprosodia, que es que el niño cambia su entonación y su forma de hablar por estar tanto tiempo expuesto a videos infantiles o videos de YouTube”, explica.

Pellegrino asegura que se debe limitar el tiempo que los chicos pasan con los aparatos electrónicos, pero no suprimir su uso de forma brusca.

“El hecho de suprimirlo por completo por volver a clases presenciales puede ser un choque para muchos niños que no van a saber en qué más usar su tiempo libre”, apunta. Para la psicóloga los esencial es establecer horarios y darles otras alternativas para recrearse o drenar energía. Las actividades al aire libre son ideales en estos casos.

Google ofrece algunas herramientas útiles para ayudar a los padres a administrar el tiempo que sus hijos pasan frente a las pantallas. Basta con tener una cuenta Gmail y activar ciertas funciones para bloquear automáticamente los dispositivos de los jóvenes luego de un período de uso predeterminado.

3️⃣ Establecer una rutina y un cronograma
Pellegrino explica que lo mejor es negociar con los jóvenes, en especial con los niños, si lo que se quiere lograr es que participen con ánimo en la nueva rutina. Los hábitos escolares no volverán de la noche a la mañana, por lo que también es necesario tener paciencia. Ideal es crear un horario o cronograma.

“Hay que sentarnos con él o ella y explicarle todos los pasos que se van a realizar. Vamos a desayunar a esta hora, a vestirnos a esta hora, a salir a esta hora, por ejemplo. Y luego preguntarle cuánto tiempo necesita para vestirse y prepararse, cómo se siente con ello. Ahí empiezas a crear un cronograma”, señala la psicóloga.

Lo fundamental es llegar a acuerdos lógicos donde ellos también se sientan considerados y fijar horas para cada actividad antes y después de la escuela. Que participen en la planificación los compromete a cumplir los acuerdos pautados.

“Negociar con ellos cómo será su rutina al volver a la casa, qué momento de descanso pueden tener, cuándo tienen que estudiar… Todo ese tipo de cosas ayuda que se sientan en control de lo que va a venir, para que sepan de antemano en qué se tienen que ir mentalizando”, dice Pellegrino.

4️⃣ Incorporar actividades de esparcimiento en casa
Otro de los hábitos escolares que se habrán perdido, según Lilian Quevedo, es el de prestar atención a la maestra por un período de tiempo sostenido. Hay que recordar que en octubre los niños y adolescentes se reencontrarán con compañeros que no han visto desde hace casi dos años: será inevitable que su concentración en el docente se vea constantemente interrumpida.

Para ayudar a evitar esto, Rosa Pellegrino asegura que los padres deben comenzar a incorporar actividades de esparcimientos en casa para los más pequeños.

“En casa pudiesemos incorporar actividades con pocos niños, dentro de las medidas de bioseguridad, para que ellos se vayan familiarizando con ese contacto social otra vez. Eso servirá para que, cuando vuelvan al salón, los amiguitos no sean su única distracción”, expresa.

Sin embargo, recuerda a los adultos que encontrarse de nuevo con los compañeros siempre resultará un estímulo bastante fuerte para los niños y niñas, sobre todo al inicio del año escolar.

5️⃣ Educar con coherencia sobre el coronavirus
La bioseguridad en el aula es uno de los nuevos hábitos escolares que los padres deben enseñar a sus hijos antes de comenzar clases. Para el 25 de septiembre, Venezuela acumulaba 362.040 casos de COVID-19, con 345.477 recuperados y 12.168 activos.

Sin embargo, hay una diferencia entre prevenir y asustar al niño o adolescente. Rosa Pellegrino expresó que la explicación de los representantes debe adecuarse a la edad del joven. Un recurso valioso son los videos de YouTube que se pueden encontrar de forma gratuita en internet.

Para los más pequeños, en edad preescolar, se pueden organizar juegos o rutinas divertidas. Por ejemplo, darles un recipiente con antibacterial y establecer una palabra clave. El truco es que el padre repita esa palabra clave en ciertos momentos del día y que el niño, al oírla, automáticamente utilice el antibacterial. Así se va adaptando a desinfectarse las manos varias veces en una sola jornada.

“Que el tema de cuidarse no sea algo aburrido o que genere angustia. Un poco para hacer más amena la situación y que tenga un carácter más natural, para que no cueste a la hora de hacerlo en el salón”, puntualizó Pellegrino.