Un multimillonario ruso señala cuál es el «nuevo oro» y qué inversión podría evitar el «abismo que se avecina»

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El magnate vaticina que la oferta de este metal se vuelva insuficiente en las próximas décadas y que su precio crezca debido al «papel indispensable» que desempeña en la economía ecológica.

RT

El previsible crecimiento de la demanda mundial de cobre lo convierte en «el metal del futuro» para los inversores, según un artículo publicado en la web del Foro Económico Mundial de Davos este 19 de enero.

Su autor es una persona muy familiarizada con la extracción y compraventa de este «nuevo oro»: el multimillonario ruso de origen uzbeko Alisher Usmánov, quien encabezó en varias ocasiones los ‘rankings’ de los empresarios más ricos tanto de Rusia como del Reino Unido.

El magnate explica que en los últimos años ha habido un desequilibrio entre la oferta y la demanda de cobre en el mercado, lo que ha provocado numerosas oscilaciones en su precio bursátil, hasta que entre mayo y octubre de 2021 se estabilizó cerca de los 11.000 dólares por tonelada.

En los próximos años, según su previsión, la oferta puede volverse insuficiente debido al «papel indispensable» de este metal en la economía baja en carbono y las industrias de alta tecnología como las telecomunicaciones, los vehículos eléctricos, los sistemas de energías renovables o los de captura y almacenamiento de carbono.

Usmánov enfatiza que el cobre es un material que no es fácil de reemplazar, con un índice de sustitución neta por debajo del 1 %, y recoge las estimaciones relativas a este mercado de la Agencia Internacional de Energía y del Bank of America para las próximas dos décadas.

La primera fuente pronosticó un aumento de la demanda de cobre de 2,7 veces para el año 2040, debido a las tecnologías de energía limpia, mientras que la segunda estimación situó en un 3,6 % el crecimiento de consumo anual del metal antes del 2030.

Mientras tanto, las minas de cobre existentes «están alcanzando su capacidad máxima» y hay pocos descubrimientos de yacimientos nuevos, mientras que el tiempo requerido «entre el descubrimiento y la producción ha aumentado considerablemente».

Por estos motivos, el magnate considera prometedora la inversión que ha realizado en Udokán, el tercer yacimiento de cobre sin explotar más grande del mundo y el más grande de Rusia, situado en el Lejano Oriente del país, y da la bienvenida a nuevos inversores.

«A pesar del abismo que se avecina entre la oferta y la demanda de cobre, existen formas de prevenir un déficit mundial de cobre», afirma Usmánov: se trata tanto de invertir en proyectos de exploración como de desarrollar tecnologías para aumentar la extracción y la productividad, así como mejorar la práctica de reciclaje de la chatarra de cobre.

Este es «uno de los metales más sostenibles», defiende el magnate, que afirma que su trabajo para reactivar el depósito de Udokán, abandonado tras la disolución de la Unión Soviética, es su aportación en la lucha contra el cambio climático, a través de un producto «que es fundamental para descarbonizar la economía global».