La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) emitió una advertencia sobre los peligros del uso conjunto y descontrolado de las neurotecnologías y la inteligencia artificial (IA) durante la Conferencia Internacional sobre la Ética de la Neurotecnología en París. Además, anunció planes para desarrollar un marco ético destinado a proteger los derechos humanos y la integridad mental de los usuarios.
Con información de RT
La Unesco reconoce el potencial de la neurotecnología para proporcionar tratamientos innovadores y transformar diversas áreas de la vida humana, como el aprendizaje, la realidad virtual y aumentada, y el entretenimiento. Sin embargo, también destaca la necesidad de abordar los nuevos desafíos que surgen de su rápido desarrollo y despliegue no regulado, incluidos los riesgos para la integridad mental, la dignidad humana, la identidad personal, la autonomía, la justicia, la equidad y la privacidad mental.
Durante la conferencia, los expertos advirtieron sobre el peligro de la convergencia descontrolada entre las neurotecnologías y la IA, que podría permitir el acceso a los procesos mentales de las personas y manipular directamente sus intenciones, emociones y decisiones. Esta situación plantea preocupaciones éticas y pone de relieve la importancia de establecer regulaciones adecuadas.
La Unesco también resalta la necesidad de una cooperación internacional en el ámbito de la neurotecnología, similar a lo que existe en el campo de la energía atómica. Además, se destaca el crecimiento significativo del mercado de la neurotecnología en los últimos años, con un aumento en el número de patentes registradas y la realización de ensayos clínicos de implantes cerebrales.
En un contexto donde avances tecnológicos como el mapeo de pensamientos y la conexión directa entre dispositivos y el cerebro se vuelven cada vez más cercanos a la realidad, es crucial establecer un marco ético y regulatorio sólido para garantizar el uso responsable y seguro de las neurotecnologías y la IA. La Unesco se posiciona como un actor clave en la promoción de prácticas éticas y la protección de los derechos fundamentales en este ámbito en constante evolución.