TalCual junto a varios medios del interior del país ubicaron las principales zonas de Caracas, Anzoátegui, Bolívar, Lara y Táchira, donde hay presencia de zamuros, aves que se encargan de consumir cadáveres. Expertos señalan que los zamuros ayudan a evitar epidemias y forman parte de la primera línea de defensa sanitaria en los ecosistemas
Las fallas del servicio de recolección, traslado y disposición de desechos sólidos en varias ciudades de Venezuela han generado la proliferación de zamuros en centros urbanos del país. Estas aves carroñeras, también conocidas popularmente como buitres o zopilote, ahora forman parte del paisaje urbano y comparten techos, balcones, calles y avenidas con los venezolanos.
Mientras muchas personas en Caracas, Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Puerto La Cruz y Barcelona los ven con malos ojos y recelo por el estigma que tienen estas aves y el miedo a que transmitan enfermedades, en Barquisimeto agradecen su presencia, porque «hacen el trabajo del aseo urbano».
Demandas al servicio de aseo urbano
Una de las principales demandas de los venezolanos a los candidatos a las elecciones del pasado noviembre de 2021, fue mejoras en los servicios públicos, en especial en el servicio de agua y recolección de basura. Aunque las nuevas autoridades regionales comenzaron su gestión desmalezando y recogiendo basura de urbanismos y avenidas; un eficiente manejo de los desechos sólidos va más allá de poner contenedores o retirar bolsas con desperdicios de las calles.
Para conocer cómo es vivir entre zamuros y cuáles son las consecuencias y beneficios de esta realidad, TalCual junto a los medios Correo del Caroní, El Tiempo, ElImpulso.com, La Nación y Yaracuy al Día ubicaron las zonas de los principales municipios de estas regiones donde hay presencia de estos animales, que se encargan de consumir cadáveres y evitar epidemias.
Zamuros: primera línea de defensa
Carlos Silva, médico veterinario, experto en fauna silvestre y mascotas no convencionales, explica que los zamuros son aves que forman parte de la primera línea de defensa sanitaria en los ecosistemas.
Este plumífero negro, que no enfrenta a ningún depredador en la cadena alimentaria, consume animales en estado de descomposición o moribundos. Al terminar de comer, extienden sus alas para disminuir la carga bacteriana que han obtenido al ingerir el cadáver.