Decenas de personas se congregaron el martes en Madrid para demandar la liberación de Rocío San Miguel, una destacada activista de derechos humanos que fue arrestada el 9 de febrero en Venezuela por supuestos vínculos con un complot para «atentar» contra Nicolás Maduro.
Convocados por la comunidad venezolana, opositores políticos y amigos de la activista hispanovenezolana se unieron en una vigilia en la parroquia de la Milagrosa, en el centro de la ciudad, para pedir la libertad de San Miguel y de todos los presos políticos en Venezuela.
Rocío San Miguel, abogada, activista y presidenta de la ONG Control Ciudadano, fue detenida por presuntamente entregar información sobre sistemas de defensa militar a un embajador de la Unión Europea y por supuestamente actuar como espía, según afirmó el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab.
Además, se le acusa de intentar «desatar una serie de acciones contra la soberanía nacional». Estas acusaciones han sido ampliamente cuestionadas por la comunidad internacional y organizaciones defensoras de los derechos humanos, que consideran que se trata de una persecución política.
El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, expresó su apoyo a Rocío San Miguel durante su intervención en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Albares afirmó que la política de España hacia Venezuela «no va a variar» y que están haciendo todo lo posible para asegurar su liberación. También destacó que San Miguel ha podido reunirse con su familia y que están recibiendo información detallada sobre su situación.
La detención de Rocío San Miguel ha generado una gran preocupación entre la comunidad internacional, que ha condenado su arresto y ha exigido su liberación inmediata. Mientras tanto, la lucha por los derechos humanos en Venezuela continúa, con numerosas voces alzándose para demandar justicia y libertad.
