En un comunicado emitido este viernes, Venezuela hizo un llamado a las compañías petroleras internacionales para que eviten cualquier actividad en la zona marítima en disputa con Guyana. Esta solicitud se produce después de que el gobierno guyanés autorizara a un grupo de empresas a explorar ciertos pozos en la región.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela afirmó que todas las empresas transnacionales deben abstenerse de ingresar a esta área, ya que esto constituiría una violación de los derechos soberanos del país. En el comunicado, el gobierno venezolano también calificó como ilícitas las autorizaciones otorgadas por Guyana a ocho empresas para la exploración y explotación de hidrocarburos en la zona marítima en disputa.
Entre las compañías autorizadas se encuentran TotalEnergis, con sede en Francia; International Group Investment Inc, con sede en Nigeria; Liberty Petroleum Corporation, Hess y ExxonMobil de Estados Unidos; China National Offshore Oil Corporation (CNOOC), y las compañías guyanesas SISPRO Inc y Delcorp.
La disputa territorial entre Venezuela y Guyana se centra en la región del Esequibo, un área de 160,000 km2 rica en minerales y biodiversidad. Esta disputa ha existido por más de un siglo, y mientras Guyana se basa en un límite establecido en 1899 por una corte de arbitraje en París, Venezuela se apoya en el Acuerdo de Ginebra de 1966, firmado con el Reino Unido antes de la independencia guyanesa.
El conflicto se reavivó en 2015, cuando se descubrieron yacimientos petroleros en la región por parte de la empresa estadounidense ExxonMobil, y se ha intensificado en las últimas semanas debido a las licitaciones petroleras en el área en disputa. Actualmente, el caso se encuentra en manos de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, aunque Venezuela no reconoce la jurisdicción de este tribunal.
Además, Venezuela acusó a Guyana de llevar a cabo una política temeraria al asociarse con el Comando Sur de los Estados Unidos para realizar ejercicios militares no autorizados en la zona en disputa. Según el gobierno venezolano, esta situación representa la mayor amenaza para la paz y la estabilidad en la región del Caribe. Venezuela reiteró su propuesta de establecer un diálogo directo para resolver la disputa territorial.