Venezuela hoy carece de transporte público, a pesar de las inversiones por más de US$ 10.250 millones, en un convenio suscrito con la empresa de autobuses de China Yutong Hong-Kong Ltd que dotó a la República de miles de unidades y se comprometió a la construcción de una planta ensambladora con sede en Yaracuy.
Juan Bautista Salas | IMP
Una investigación realizada por la ONG, Transparencia Venezuela, deja al descubierto que en estos momentos, el país no dispone de transporte público, pero en diversas zonas del país hay cementerios de unidades Yutong y la planta ensambladora que se comenzó a construir en la región yaracuyana, jamás se concluyó.
TV advierte que el flujo de fondos desde China hacia Venezuela no se tradujo en desarrollo económico ni en servicios públicos eficientes para los venezolanos. Para muestra, un botón: el caso de los yutong. La empresa de autobuses de China Yutong Hong-Kong Ltd., se posicionó como principal proveedora del Gobierno nacional, luego de que en 2010 se aprobara el acuerdo de financiamiento entre China y Venezuela, conocido como Fondo Gran Volumen Largo Plazo. Como parte de este convenio, el Banco de Desarrollo del país asiático hizo dos desembolsos, uno por US$ 10.000 millones y otro en yuanes renminbi de 70.000 millones (aproximadamente US$ 10.250 millones), pagaderos con envíos de crudo desde la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) a China National United Oil Corporation (Cnuoc).
Yutong Hongkong Ltd. fue una de las beneficiarias de la condicionalidad arraigada, requisito exigido por el país asiático para otorgar los préstamos. La exigencia consistía en contratar sus empresas y mano de obra, utilizar su tecnología, y comprar sus insumos. Por esta razón, otorgar un préstamo en la moneda local del país facilitaba las transacciones. El Gobierno venezolano, a través Ministerio del Poder Popular para el Transporte, suscribió cuatro acuerdos con Yutong, desde 2011, para la importación de 4.716 unidades de autobuses armadas y de otras 2.600 semi ensambladas. Además, los acuerdos incluían el apoyo de la empresa para la puesta en funcionamiento de un sistema de transporte inteligente, suministro de repuestos, capacitación de personal, transferencia tecnológica y la conformación de una empresa mixta para el ensamblaje de los autobuses en Venezuela.
A la par de la importación masiva de autobuses, se crearon empresas propiedad del Estado para atender el sector transporte. Entre ellas se encuentran Transmonagas, Bus Trujillo, Bus Mérida, Transbar C.A. (Lara) y Transtáchira. Por otro lado, el sistema Trolebús de Mérida administrado por la empresa Tromerca, cuya principal bondad era el uso de energía eléctrica para una movilidad más amigable con el ambiente, dejó de usar las unidades de Mercedes Benz que tenían sistema dual de energía, sustituyéndolas por unidades de Yutong que no lo tenían.
La realidad en el 2019
Sin embargo, en 2019 una publicación oficial señaló que, en todo el territorio, estaban activas 1.600 unidades de transporte Yutong. Es decir, solo 23% de los autobuses adquiridos. Por otro lado, se indicó que se proponían reparar 2.000 buses inactivos. Imágenes satelitales de estacionamientos de buses en diversos puntos de la geografía venezolana reflejan la insostenibilidad de los acuerdos con Yutong. El marcado déficit del servicio de transporte en las principales ciudades de Venezuela también es una expresión de este acuerdo fallido.
La investigación sobre los intercambios con la empresa Yutong permitió conocer que el pago de US$ 176.400 por unidad, en la compra de 2.000 unidades, prevista en el segundo acuerdo, es una cantidad muy elevada en comparación con las operaciones de compraventa de esta empresa en otros países. Por otro lado, a la fecha de la publicación de esta nota, la empresa Planta de Autobuses Yutong Venezuela, situada en Yaracuy, no ha sido terminada. Sin embargo, ha sido receptora de créditos adicionales del ejecutivo en 2018 y 2019 porque no es sustentable.
La promesa de ensamblar 3.600 unidades al año nunca se cumplió. Además, las políticas nacionales privilegiaron a las compañías automotrices de China, en detrimento de la participación de oferentes nacionales de autopartes y de la actividad de otras empresas del sector que operaban en el país. De 170.000 vehículos anuales, que se produjeron en Venezuela hasta 2008, la producción cayó a 459 en 2019. La cadena productiva de este sector está totalmente deprimida, revela la investigación de TV