El papa Francisco lamentó hoy el asesinato de tres personas en una iglesia católica de Niza, en el sur de Francia, y pidió «el cese de la violencia» y que la sociedad vuelva a «verse como hermanos y hermanas y no como enemigos».
«Es un momento de dolor, en un tiempo de confusión. El terrorismo y la violencia no pueden ser aceptados. El ataque de hoy sembró muerte en un lugar de amor y consolación como la casa del Señor», dijo en un comunicado el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni.
El papa ha sido informado de estos hechos, está de luto por la comunidad católica y reza por las víctimas y sus seres queridos.
El pontífice, dijo su portavoz, ora también para que la sociedad «vuelva a mirarse como hermanos y hermanas y no como enemigos, para que el amado pueblo francés pueda reaccionar unido contra el mal con el bien», se lee en la breve nota.
Tres personas fueron hoy asesinadas en un atentado terrorista con arma blanca en una iglesia católica del centro de Niza, en la Costa Azul francesa, anunció el alcalde de la ciudad, Christian Estrosi.
El regidor explicó que el autor de los hechos, que resultó gravemente herido durante su arresto por parte de la Policía municipal, no dejaba de gritar «Alá es grande» cuando fue reducido.
Estrosi reveló que uno de los fallecidos es el sacristán de la iglesia de Nuestra Señora de Niza, un templo neogótico situado en pleno centro de esta ciudad de la Costa Azul. EFE