Manuel Ochoa-Vásquez, un individuo sin escrúpulos, fue arrestado después de un año de investigación por traficar migrantes y aprovecharse de su desesperación para extorsionar a sus familias y obtener dinero.
Con información de La Opinion
Durante el proceso de captura, se revelaron impactantes grabaciones de las llamadas telefónicas en las que Ochoa-Vásquez mostraba su crueldad al amedrentar a los parientes de los migrantes ya en territorio estadounidense.
Univision Noticias tuvo acceso a estas llamadas, entre las cuales se destaca una en la que el traficante exige dinero a la tía de una niña que tenía en una casa de seguridad en Phoenix, Arizona. Con amenazas despiadadas, le advierte que si no entregan lo que pide, venderá a la niña a una red de traficantes sexuales. A pesar de las súplicas de la mujer y su aclaración de que aún no tienen el dinero, Ochoa-Vásquez le da un ultimátum: «Le doy una hora más. Si no me contesta, no se preocupe, porque voy a vender a la niña. Una hora más».
Después de un año y medio de búsqueda, las autoridades lograron capturar a Ochoa-Vásquez, rescatando a 54 migrantes y confiscando armas, municiones y libretas que registraban el traslado de más de 7,000 personas.
Recientemente, el traficante fue condenado por el juez federal de distrito John C. Hideraker a 96 meses de prisión y 3 años de libertad supervisada por su papel en una conspiración criminal para albergar y transportar a miles de migrantes.
Asimismo, se detuvo a otros 14 cómplices, incluyendo a su pareja Fabiola Flores Gálvez, quienes desempeñaban diferentes roles dentro de la organización criminal. Los migrantes eran retenidos bajo coacción, se les confiscaban sus teléfonos celulares y se les despojaba de sus prendas y calzado para evitar cualquier intento de escape, asegurando así el cobro del dinero de la extorsión.