Venezuela perdió la mayor parte de su presencia petrolera aguas afuera, pues de las 24 refinerías en las que Pdvsa tenía participación dentro y fuera del país hasta 1999, restan únicamente ocho
El gobierno de República Dominicana informó este jueves 19 de agosto la compra de las acciones que poseía Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa), lo que le otorga al gobierno centroamericano el control total de la compañía.
Pdvsa tenía la propiedad del 49% de las acciones de Refidomsa, adquiridas en 2010, cuando pagó una cifra de 131 millones de dólares. Ahora, 11 años más tarde, se desprenden de esta propiedad por un monto de 88,1 millones de dólares.
De esta forma, el gobierno venezolano vendió su participación en la refinería por un 67% del precio que pagó al comprar las acciones. Es decir, la inversión generó una pérdida del 30% en la reventa.
El ministro de Hacienda dominicano, José Manuel Vicente, recalcó que la compra se concretó gracias al precio «ventajoso» para República Dominicana, y aclaró que se contactó con el gobierno de Estados Unidos para verificar que la transacción no implicara problema alguno para el país centroamericano.
Además, resaltó que ahora República Dominicana se dedicará a concretar sus planes de expansión de la empresa, ya que poseen la totalidad accionaria.
«Creemos que el precio acordado ha resultado ventajoso para el gobierno dominicano, que readquiere la totalidad de las acciones de Refidomsa y esto le permitirá controlar los planes de expansión de la empresa y fortalecerla como jugador en el mercado de los hidrocarburos», afirmó el funcionario según reseñó EFE.
Acotó que los precios internos del combustible en suelo dominicano no sufrirán cambio alguno, puesto que se fijan semanalmente tomando como referencia el mercado internacional.
A mediados de los 80′, la industria petrolera venezolana empezó un proceso de expansión, adquiriendo participación en activos extranjeros. De hecho, Citgo es uno de estos ejemplos, pues el Estado venezolano adquirió el 50% de las acciones de la empresa en 1986 y el otro en 1990.
Sin embargo, la gestión de Maduro ha desmembrado progresivamente esta estructura estratégica internacional. Desde que Rafael Ramírez -ahora enemigo acérrimo del madurismo- fungía como ministro de Petróleo, se inició un proceso de venta de estos activos, bajo el argumento de que producían pérdidas, aunque fuentes de la industria reportaban más bien ingresos anuales de 500 millones de dólares.
La primera víctima de este proceso fue la refinería belga Antwerp. Se desprendió del 50% de la participación accionaria justo después del paro petrolero, en 2003.
Posteriormente, hizo lo propio con la participación que tenía en Ruhr Oel, una empresa alemana con acceso a cuatro refinerías, en el que compartía sociedad con la británica GP Petroleums. La rusa Rosneft compró estas acciones.
El más reciente caso se produjo en 2020, cuando Pdvsa concretó la venta del 35% de la participación en la empresa sueca Nynas AB. Se quedó con apenas un 15,1%.
Junto con otros casos, Venezuela perdió la mayor parte de su presencia petrolera aguas afuera. De contar con parte de la propiedad de 24 refinerías dentro y fuera del país en 1999, ahora solo prevalecen ocho, según advierte una investigación de Transparencia Venezuela, que además denuncia la opacidad de estas transacciones.