«Familiares de Fernando Rodríguez», se escucha a toda voz en la entrada de Emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda, mientras que un joven sale corriendo desde la Capilla, lugar donde pernocta, hasta donde está una enfermera, quien le indica qué medicamento debe comprar.
Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA
Así es como viven el día a día los familiares de los pacientes del Hcamp, muchos pasan la noche en los alrededores del centro asistencial y consideran que «parecemos indigentes».
Lila Rivas, habitante de Duaca, tiene ocho días pernoctando en las afueras de la Emergencia del Hospital Central de Barquisimeto porque su papá está hospitalizado. «Aquí estamos por la Gloria de Dios. Así como hay personal con ética hay muchos que nos tratan mal y hasta nos sacan del hospital casi que a patadas, como si se tratara de un animal», dijo.
LA PRENSA consultó a varios familiares de los pacientes y detallaron el caos que hay tanto de día como de noche. Deben salir a comprar medicinas en medio de la noche, porque por lo general el hospital no cuenta ni con solución fisiológica.
Alrededor de 30 dólares diarios puede llegar a gastar una persona para que su familiar cumpla con el tratamiento que le deben administrar, familiares aseguran que aunque esto no es algo nuevo pidieron a las autoridades de salud y al Gobierno regional que las condiciones del principal centro de salud del estado Lara mejoren.
Los pies de Carmen Sánchez están hinchados, la señora está sentada sobre unos cartones y debajo de un árbol. Los cuatro días que lleva su esposo hospitalizado ella se ha quedado en el centro asistencial junto a otros familiares. Carmen comentó que el peor día de su vida lo vivió hace dos días, cuando su esposo tenía la hemoglobina en 5 y no podían darle una bolsa de sangre porque no garantizaba los dos donantes, luego de rogar y pedirle a Dios pudo conseguir la bolsa que su pareja necesitaba.
Quienes son de municipios foráneos deben comprar hasta el agua y comida para su familiar hospitalizado. Algunos se van a una casa abrigo que queda a pocas cuadras, donde les brindan un baño y les prestan la cocina para que preparen los alimentos.