Los presidentes de ambos países, Gustavo Petro y Luis Arce, vienen defendiendo desde hace tiempo la necesidad de descriminalizar la hoja de coca, cuyo uso está extendido por la región para su uso medicinal o ceremonial
Colombia dijo el miércoles que, junto con Bolivia, pedirá a la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas retirar la hoja de coca de la lista de sustancias prohibidas y aceptar su uso tradicional.
La propuesta, que se realizará en la sesión número 66 de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas a mediados de marzo en Viena, busca desestigmatizar la discusión sobre el problema de las drogas, dijo la viceministra colombiana de asuntos multilaterales, Laura Gil.
«Cómo se podría hacer para sacar la hoja de coca –la hoja, no la cocaína– de la lista de sustancias prohibidas», se preguntó la funcionaria en un comunicado del sistema informativo de la Presidencia.
«En este momento Bolivia y Colombia consideran que es el momento de volver a poner el tema sobre el tapete», agregó Gil.
Según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) publicado en octubre del año pasado, el área cultivada con hoja de coca en Colombia subió un 43 %, a 204.000 hectáreas, al cierre del 2021; y la producción potencial de cocaína aumentó un 14 % a 1.400 toneladas métricas, cifras récord en más dos décadas.
En el caso de Bolivia, la Unodc reporta que los cultivos de hoja de coca aumentaron un 4 %, ocupando una superficie de 30.500 hectáreas hasta el 2021.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, dijo en enero que su gobierno presionaría para que se eliminara la hoja de coca de la lista, para que así pueda comercializarse, luego de que su antecesor, Evo Morales, despenalizara la coca a nivel nacional.
La hoja de coca es ampliamente utilizada en diferentes países de América Latina -especialmente por grupos indígenas- como planta medicinal para tratar dolores de estómago y mal de altura, además de otros usos ceremoniales.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha llamado a la comunidad internacional a cambiar la estrategia de lucha contra las drogas y aseguró que la política antidrogas estadounidense fracasó.