Ana Isabel Aguilera, venezolana y especialista en migración y desarrollo social en el Banco Mundial, desafía los mitos en torno a la población migrante y resalta los beneficios que genera. Con un enfoque particular en la diáspora venezolana, Aguilera ha trabajado en la coordinación de recursos para regularizar la situación migratoria de más de 1.800.000 venezolanos en Colombia, además de liderar una iniciativa para mapear el flujo migratorio de la población siria.
Con información de TalCual
Aguilera destaca que la migración no es perjudicial como se cree erróneamente. «La migración genera beneficios, no solo en casos de migración calificada, sino también en el caso de refugiados o personas en situación de pobreza», afirma. Como ejemplo, menciona que en Estados Unidos, Silicon Valley no existiría sin la contribución de mano de obra poco calificada, encargada de tareas esenciales.
La especialista relata que, en 2018, mientras el éxodo venezolano se intensificaba, colaboraba en una unidad global que abarcaba Medio Oriente, África y otras regiones. Con base en su experiencia en Medio Oriente, Aguilera sabía que el Banco Mundial cuenta con los instrumentos financieros y técnicos para responder a los países que acogen flujos migratorios. Trabajando en conjunto con colegas que compartían su visión, se unieron fuerzas para influenciar y educar a toda América Latina sobre el tema.
Aguilera también desmiente el estigma de criminalidad asociado a los migrantes, señalando que la tasa de criminalidad entre la población migrante es significativamente menor que entre la población local. «La mayoría de las personas que han logrado salir de su país y establecerse en otro lugar no buscan problemas, sino una oportunidad de mejorar su vida», enfatiza.
En cuanto a las remesas, Aguilera explica que su percepción como algo positivo o negativo varía según la persona. Sin embargo, argumenta que el movimiento de capital privado de un lugar a otro generalmente ayuda a reducir la pobreza.
Por último, Aguilera aborda el mito de que los migrantes quitan empleos a las comunidades locales. Aunque reconoce que esto puede ser cierto en segmentos específicos, destaca que en la mayoría de los casos ocurre lo contrario, ya que los locales rechazan realizar ciertos trabajos.
La especialista concluye que incluso cuando se trata de migrantes refugiados o poblaciones vulnerables, la migración sigue aportando beneficios económicos significativos, respaldados por estudios globales realizados por el Banco Mundial.