Un nuevo informe publicado hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que alrededor de dos mil millones de personas en todo el mundo carecen de protección adecuada ante los riesgos asociados a los cigarrillos electrónicos y dispositivos similares.
Con información de EFE
Según los datos recopilados hasta el año 2022, solo 42 países habían prohibido completamente el uso de cigarrillos electrónicos en espacios públicos interiores, lugares de trabajo y medios de transporte público. Además, únicamente 23 países han establecido restricciones en la publicidad de estos productos, incluyendo los líquidos saborizantes que utilizan.
El informe alerta sobre la presencia de nicotina en algunos de estos dispositivos, lo que puede afectar directamente el desarrollo cerebral de los jóvenes menores de 20 años y empujarlos a ser fumadores tradicionales en el futuro.
La regulación de los cigarrillos electrónicos es más amplia en los países desarrollados, con el 85% de ellos implementando medidas para limitar su uso, en comparación con el 40% de los países en vías de desarrollo que cuentan con regulaciones similares. La OMS también expresa preocupación por las tácticas utilizadas por las empresas para atraer a consumidores jóvenes e incluso a niños.
La organización insta a los países a tomar medidas para evitar el uso de aromatizantes y saborizantes en estos dispositivos, algo que solo ha sido adoptado por cuatro Estados hasta el año 2022.
En cuanto a los dispositivos electrónicos sin nicotina, el informe indica que las medidas adoptadas para reducir su uso difieren de las que se toman para los cigarrillos electrónicos con nicotina, dejando desprotegidas a tres mil millones de personas en 105 países.
La OMS hace un llamado a los Estados para anticiparse a la industria de los cigarrillos electrónicos, aumentando los impuestos sobre estos productos para igualarlos con los impuestos sobre los cigarrillos tradicionales.
Para combatir el tabaco, la OMS recomienda la monitorización del consumo, la protección de las personas del humo, el apoyo a quienes deseen dejar de fumar, advertir sobre los riesgos del consumo, fortalecer las campañas antitabaco y aumentar los impuestos sobre productos tabaqueros, que causan 8,7 millones de muertes anuales.
El informe destaca que siete de cada diez personas están protegidas por alguna medida antitabaco, y que la protección contra el tabaquismo es cinco veces mayor en la actualidad que en 2007. Sin embargo, aún hay 44 países que no han implementado ninguna de las medidas mencionadas, y ocho países, entre ellos México y España, aún no han cumplido con todas ellas.