Carta a Bob Menéndez: Venezolanos en EE UU hacen un llamado al rescate de la democracia y los DD HH en su país

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Estimados lectores, hoy quiero aprovechar este espacio para compartir un desarrollo importante que los venezolanos en Estados Unidos estamos llevando a cabo para hacer oír nuestra voz y defender los derechos humanos en Venezuela. Me complace informarles que he enviado una carta al honorable senador Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, expresándole nuestro total respaldo a la Ley de Expansión de Ayuda de Emergencia, Asistencia a la Democracia y Desarrollo de Venezuela. Esta iniciativa busca no solo restaurar la democracia en nuestro país, sino también abordar la crisis humanitaria y promover la rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas por el régimen de Maduro.

Es esencial que, como venezolanos en Estados Unidos, nos comuniquemos con los senadores y representantes para hacerles saber que valoramos su trabajo y su preocupación por nuestra situación. Nuestra voz es tan importante como la de la oposición en Venezuela, representada por los partidos políticos. Tenemos preocupaciones y perspectivas únicas, y es hora de establecer canales directos para que nuestras opiniones sean escuchadas.

Consideramos que las sanciones son una manera de presionar al régimen de Maduro y limitar sus fuentes de financiamiento. Después de años de experiencias desafortunadas, sabemos que este régimen no tiene intenciones de cambiar. Para Maduro, el único dolor real proviene de las restricciones financieras que amenazan su poder. En Venezuela, los derechos humanos son violados a diario; las personas no pueden expresarse libremente sin el riesgo de ser encarceladas y torturadas. La disidencia está controlada y la oposición ha sido comprometida.

Es hora de trabajar juntos en una estrategia más efectiva. Maduro miente cuando afirma que las sanciones perjudican al pueblo; en realidad, busca acceso a fondos que desea retener para sí mismo. Propongo que el Senado de Estados Unidos trabaje en la creación de un fondo en el que se puedan depositar los bienes y el dinero de Venezuela, asegurando que solo se entregue a un gobierno elegido legalmente en Venezuela. Este fondo debe ser protegido urgentemente y su liberación solo debería ocurrir cuando un gobierno democrático asuma el poder.

Es crucial que los tribunales en Estados Unidos estén abiertos a casos de violaciones de derechos humanos en Venezuela. Miles de víctimas están sufriendo en medio de la impunidad y es nuestra responsabilidad asegurar que sus voces finalmente sean escuchadas. Debemos estar atentos a la posible presencia de individuos relacionados con la represión en Venezuela que podrían estar camuflándose como refugiados y cruzando la frontera. Incluso podrían ser agentes encubiertos de Maduro, con la intención de dañar la reputación de los venezolanos.

Me refiero a esto debido a la circulación de videos en las redes sociales que muestran a personas presuntamente venezolanas causando disturbios en las calles de Nueva York. Estas personas están cruzando los límites de lo que se considera aceptable al perturbar el tráfico con motocicletas y provocar desorden, recordando situaciones similares a las de Petare. Estas imágenes, sin duda, generan preocupación. Es importante señalar que esta percepción no carece de fundamentos, si tenemos en cuenta que incluso el ministro del Interior de Bolivia ha acusado a Maduro y a Diosdado Cabello de interferir en asuntos ajenos y llevar a cabo actos de sabotaje en diferentes países, mencionando que generan terror en Bolivia, Perú, Chile, entre otros.

Por lo tanto, es de vital importancia estar alerta y abogar por la justicia, al tiempo que mantenemos nuestra integridad en nuestro compromiso con los derechos humanos y la verdad. En este sentido, propongo la apertura de una oficina para denunciar a estas personas en caso de que existan y se confirmen estas anomalías, garantizando la seguridad de nuestra comunidad. En este contexto, hacemos un llamado al alcalde de Nueva York, Eric Adams, para que tome las medidas necesarias. Además, queremos expresar nuestra solidaridad como comunidad venezolana, rechazando enérgicamente estos intentos de actos vandálicos.

En tiempos en los que las esperanzas pueden flaquear, iniciativas como la del senador Menéndez y la Ley de Expansión de Ayuda de Emergencia, Asistencia a la Democracia y Desarrollo de Venezuela, nos recuerdan que no estamos solos en esta lucha. Nuestros esfuerzos son apreciados y juntos, como venezolanos en Estados Unidos, podemos lograr un cambio positivo en nuestra tierra natal.

Los invito a leer la carta que he enviado al senador Menéndez. Juntos podemos marcar la diferencia y construir un futuro mejor para Venezuela.

Estimado senador Bob Menéndez,
Presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado,
Washington D.C., EE UU

Estimado senador Menéndez,

Desde la Federación Venezolana de Politólogos, quiero expresar nuestro contundente respaldo a la Ley de Expansión de Ayuda de Emergencia, Asistencia a la Democracia y Desarrollo de Venezuela que ha presentado con una admirable determinación. Su liderazgo en esta iniciativa para «restaurar la democracia en Venezuela, abordar la compleja crisis humanitaria del país y promover la rendición de cuentas por las graves violaciones a los derechos humanos y criminales del régimen de Maduro» es un paso crucial.

Como presidente de nuestra federación, considero mi responsabilidad informarle que el régimen de Maduro sigue ejerciendo un control opresivo en Venezuela, sin mostrar verdaderas intenciones de cambio. La Corte Penal Internacional está investigando al régimen con razón, dada su implicación en crímenes contra la humanidad.

Recientemente, el régimen de Maduro ha demostrado su falta de voluntad de cambio al condenar a más de 16 años de prisión a 6 sindicalistas, simplemente por ejercer su derecho a protestar. Entre ellos se encuentra alguien a quien conozco personalmente, el hermano Emilio Negrín, miembro de mi fraternidad. Emilio Negrín es una persona que se ha destacado por su dedicación a la defensa de los derechos humanos en Venezuela.

Además de esto, el régimen está llevando a cabo encarcelamientos de trabajadores y se reportan constantes casos de desapariciones forzadas. Estos eventos resaltan la amenaza constante que el régimen representa para los venezolanos.

Lamentablemente, según datos de la ONU, más de 2.000 personas continúan desaparecidas y la represión persiste. Entre los años 2017 y 2019 fuimos testigos de la trágica muerte de más de 200 manifestantes en protestas pacíficas, lo que refleja el constante desprecio del régimen hacia los derechos y vidas de los ciudadanos.

Además, el régimen de Maduro ha desviado más de 300.000 millones de dólares, en un asalto sin precedentes que deja asombrados, saqueando las arcas nacionales sin mostrar ningún remordimiento. Incluso han reconocido internamente un escandaloso robo perpetrado por su propio ministro de Petróleo, quien se apropió de 23.000 millones de dólares. No solo han saqueado todas las instituciones destinadas a salvaguardar estos recursos, sino que también han desmantelado su propósito original, ya que dichas entidades están sometidas a la voluntad del régimen. Todos los poderes, incluido el judicial, están bajo su control, lo que profundiza la erosión de la justicia y perpetúa un sistema de impunidad.

Este control totalitario también se refleja en la terrible situación de los hospitales, donde miles de personas mueren por falta de medicamentos y atención médica adecuada. Esta negligencia está privando a los venezolanos de recursos que podrían haber mejorado significativamente sus vidas. Es evidente que el dominio absoluto sobre todos los aspectos del gobierno, incluido el poder judicial, perpetúa la impunidad y la injusticia en el país.

Agradecemos profundamente su empeño en abordar esta situación y enviar un mensaje contundente a los regímenes opresivos. Su legislación es un claro llamado de que Estados Unidos no tolerará acciones que socaven la libertad y la dignidad de los pueblos.

Además, me complace informarle que en un futuro cercano viajaré a Nueva York para presentar personalmente ante las oficinas de derechos humanos de las Naciones Unidas nuestra solicitud de investigación sobre la persecución de masones en Venezuela. Esta solicitud, referida a los años 2017-2018, ya ha sido presentada ante la Corte Penal Internacional. Dado que la situación involucra una persecución sistemática que incluye interrogatorios, arrestos, allanamientos, torturas y desapariciones forzadas, y ante la sospecha de atentados contra exiliados, hemos decidido elevar el caso a crimen de lesa humanidad.

Creemos firmemente que la intervención de organismos internacionales, como la ONU, es esencial para asegurar justicia y protección para aquellos que han sido víctimas de esta represión.

Agradezco su apoyo y liderazgo en la lucha por la restauración de la democracia y la defensa de los derechos humanos en Venezuela. Su compromiso es un rayo de esperanza para aquellos que anhelamos un cambio positivo en nuestra nación.

Estoy disponible para proporcionar información adicional relevante al caso y lo mantendremos informado sobre el progreso de nuestra solicitud ante las Naciones Unidas. Durante mi visita a Nueva York, aprovecharé la oportunidad de entregar la solicitud para visitar su oficina, si es posible. Sería un honor dialogar en persona y compartir más detalles sobre la crítica situación que enfrentamos en nuestro país.

Agradezco su inestimable apoyo y liderazgo en la búsqueda de la restauración de la democracia y la defensa de los derechos fundamentales en nuestra nación.

Atentamente,

José Esteban Oria
Presidente de la Federación Venezolana de Politólogos