Tarjetas de crédito venezolanas solo “sirven para abrir una puerta si se tranca”: economista

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Las aplicaciones móviles se han convertido en una opción popular para satisfacer la demanda de créditos en Venezuela, donde la falta de acceso a financiamiento ha dejado a muchos ciudadanos sin opciones para adquirir bienes y servicios. Aunque estas aplicaciones ofrecen una solución parcial, la cantidad de crédito que ofrecen sigue siendo limitada.

En Venezuela, el crédito es prácticamente inexistente en la práctica. La mayoría de las tarjetas de crédito tienen un límite tan bajo que apenas cubren gastos básicos, y las opciones de financiamiento para grandes compras, como electrodomésticos, son escasas. Según estimaciones privadas, la cartera crediticia en Venezuela representa solo alrededor del 1,5% del PIB, la cifra más baja de América Latina.

A pesar de un pequeño repunte en la economía venezolana en 2022, gracias a mejoras en el rendimiento petrolero y ciertas medidas de flexibilización financiera, el crédito no ha despegado. El presidente Nicolás Maduro ha instado a los bancos a financiar a pequeños empresarios y productores agropecuarios, pero los avances en esta área han sido mínimos.

Ante esta situación, las aplicaciones móviles han surgido como una alternativa para satisfacer la demanda de préstamos. Aunque todavía están en sus etapas iniciales, estas aplicaciones ofrecen microcréditos que van desde $50 hasta $200 dólares. Si bien no son suficientes para adquirir propiedades o vehículos, pueden ser una opción para necesidades de menor escala.

Una de estas aplicaciones es Cashea, una plataforma que ofrece la opción de «comprar ahora y pagar después». Dirigida principalmente a personas que ganan entre $100 y $400 dólares mensuales, Cashea cuenta con más de 300 o 400 tiendas en todo el país. La aplicación ofrece financiamiento sin intereses y permite a los comercios realizar el financiamiento directamente.

Sin embargo, el uso de estas aplicaciones no está exento de desafíos. La falta de acceso confiable a internet dificulta su funcionamiento y muchas personas no logran descargar o utilizar la aplicación debido a los problemas de conexión en el país.

A pesar de las limitaciones, las aplicaciones móviles representan una oportunidad para satisfacer parte de la demanda de créditos en Venezuela. A medida que estas plataformas se desarrollen y se superen los obstáculos técnicos, podrían convertirse en una herramienta importante para impulsar la economía y brindar opciones de financiamiento a los ciudadanos venezolanos.