Productores de cocuy, una bebida tradicional venezolana similar al mezcal mexicano, están trabajando para mejorar la reputación de esta bebida y obtener una Denominación de Origen Controlada a nivel nacional.
María Durán y su esposo José de Luca adquirieron la finca La Esperanza hace cinco años con el objetivo de producir cocuy, una bebida que ha tenido una mala reputación en Venezuela. La mala fama del cocuy se debe a la adulteración y falta de protocolos sanitarios en la producción de bebidas caseras, lo que ha llevado a prejuicios y estigmas asociados a esta bebida. Incluso ha habido casos en los que se ha relacionado el cocuy con muertes.
Durán comenta que se necesita al menos una década, o incluso una generación, para limpiar por completo el nombre del cocuy. A pesar de esto, en los últimos años el cocuy ha ganado reconocimiento internacional y ha comenzado a aparecer en las cartas de los bares con tragos tradicionales como la margarita.
De Luca, el maestro bodeguero de Magno Cocuy, la marca que lanzaron al mercado hace dos años, explica que el cocuy solía ser asociado con pobreza, pero ahora se asocia con calidad. La producción de cocuy está lejos de la industrialización que caracteriza al ron, pero Durán y De Luca esperan que en unos cinco o diez años el cocuy se convierta en un mercado importante y esté a la par de los rones.
Durán insiste en que hay mucha desinformación sobre el cocuy y que desde el año 2001 existen normas para su producción. En 2021, Magno Cocuy participó en la prestigiosa New York International Spirits Competition y ganó medallas en la categoría de Agave-Tequila, lo que les dio reconocimiento internacional.
La aspiración de Durán, De Luca y otros productores es obtener una Denominación de Origen Controlada a nivel nacional para el cocuy, similar a la que tiene la población de Pecaya en el estado de Lara. Esto les permitiría tener estándares de producción nacionales y diferenciarse de otras bebidas similares.
En mayo, el Parlamento aprobó una ley para la protección y promoción de la producción del Agave Cocui, del Cocuy y sus derivados, lo que es un paso importante para el crecimiento de la industria del cocuy en Venezuela.
Durán y De Luca tienen planes de expandir su producción, replantando agaves por hectáreas y ofreciendo visitas guiadas a turistas. Sueñan con que el cocuy se convierta en una industria digna de admirar y en un orgullo nacional, similar al mezcal y el tequila en México.
La finca La Esperanza, el nombre que eligieron para su finca, refleja la esperanza que tienen de lograr este objetivo y convertirse en referentes de la producción de cocuy en Venezuela.
El Nacional