Las autoridades libias han tomado medidas drásticas en la ciudad de Derna, donde se han producido inundaciones devastadoras. Para facilitar las operaciones de búsqueda y rescate, se ha prohibido el acceso de civiles a la ciudad, permitiendo solo la entrada de equipos especializados. La cifra de desaparecidos supera los 10.000, mientras que el número oficial de muertos ha aumentado a 11.300.
Este desastre ha puesto de relieve la intensidad de la tormenta y la vulnerabilidad del país. Desde 2014, Libia ha estado dividida en dos gobiernos rivales respaldados por diferentes milicias y patrocinadores internacionales. Sin embargo, este desastre ha generado una rara unidad entre las agencias gubernamentales para ayudar a las zonas afectadas. Las primeras caravanas de ayuda llegaron a Derna el martes por la noche, aunque el acceso a la ciudad ha sido dificultado por la destrucción de varios puentes.
La Media Luna Roja libia ha informado que hasta el jueves se han registrado 11.300 muertos y 10.100 desaparecidos en Derna. La tormenta mediterránea Daniel también ha causado la muerte de alrededor de 170 personas en otras partes del país. Los equipos de rescate están realizando tareas de búsqueda en los edificios derrumbados del centro de la ciudad, mientras que los buceadores están peinando la costa en busca de supervivientes.
La gestión de desastres y el manejo del riesgo de desastres han sido un desafío en Libia debido al caos y el conflicto que ha prevalecido en el país en los últimos años. Las instituciones gubernamentales no funcionan como deberían, lo que ha llevado a una falta de atención adecuada a estas áreas. La ciudad de Derna está bajo el gobierno del este del país, respaldado por el comandante militar Khalifa Hiftar.
En resumen, la ciudad de Derna en Libia está sufriendo las consecuencias de unas inundaciones devastadoras. Las autoridades han evacuado la ciudad y solo permiten el acceso de equipos de búsqueda y rescate para localizar a más de 10.000 personas desaparecidas. La unidad entre las agencias gubernamentales en el país ha sido inusual debido a la situación de división política. Sin embargo, el desafío de la gestión de desastres y la falta de atención adecuada a estas áreas siguen siendo un problema en Libia.