Funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos han anunciado que los vuelos de deportación directa a Venezuela comenzarán en breve, dirigidos a aquellos migrantes que hayan ingresado de manera irregular al país después del 31 de julio. Blas Núñez-Neto, subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración en el Departamento de Seguridad Nacional, informó que los vuelos de repatriación iniciarán en pocos días, luego de que el gobierno estadounidense llegara a un acuerdo con el gobierno de Nicolás Maduro para aceptar el regreso de sus nacionales.
Aunque no se ha especificado la cantidad de personas que serán deportadas, cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza indican que en agosto hubo 31,463 encuentros con venezolanos que cruzaron la frontera suroeste de manera irregular. Esta medida forma parte de una estrategia integral para abordar los desafíos migratorios en la frontera sur de Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses han instado a los migrantes a no arriesgar sus vidas cruzando ilegalmente y a aprovechar los canales seguros y ordenados que se han implementado. Cabe destacar que esta decisión no implica un cambio en la política hacia Venezuela, ya que Estados Unidos ha estado instando al país a aceptar el regreso de sus ciudadanos durante mucho tiempo.
Es importante mencionar que el límite de elegibilidad para el Estatus de Protección Temporal (TPS) para los venezolanos se estableció en el 31 de julio. Aquellos venezolanos que ingresaron a Estados Unidos antes de esa fecha podrían acceder a este estatus. Además, el programa de parole humanitario ha brindado una alternativa legal de estadía en Estados Unidos para los venezolanos, permitiéndoles la llegada al país y el acceso a permisos de trabajo.
Sin embargo, defensores de los derechos humanos han expresado su preocupación por el acuerdo de deportaciones directas, ya que esto podría violar el principio de no devolución establecido en el Derecho Internacional de los Refugiados. Organizaciones como WOLA consideran contradictorio este acuerdo, aunque valoran positivamente el parole humanitario y la extensión del TPS para aquellos que ingresaron antes del 31 de julio.
El secretario de DHS, Alejandro Mayorkas, ha asegurado que es seguro devolver a los venezolanos que llegaron después del 31 de julio y no tienen una base legal para permanecer en Estados Unidos. Otros funcionarios también han destacado que este acuerdo garantiza la repatriación segura, ordenada y humana de los migrantes venezolanos que no califican para recibir protección bajo las leyes estadounidenses.
A pesar de esto, la situación en Venezuela sigue siendo preocupante, con violaciones masivas de derechos humanos y una emergencia humanitaria compleja. Informes de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela han demostrado que las violaciones de los derechos humanos continúan en el país. Además, la Corte Penal Internacional ha autorizado la investigación de presuntos crímenes de lesa humanidad en Venezuela.
Es importante destacar que Estados Unidos realiza repatriaciones directas a otros países con situaciones complicadas, como Haití y Cuba. Según Núñez-Neto, esto es un principio del derecho internacional que los gobiernos deberían aceptar.