El analista estima que el nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, tendrá que buscar alianzas políticas debido a la falta de diputados de su partido en el Congreso, lo que le impedirá gobernar sin autonomía legislativa.
El presidente electo de Argentina, el ultraliberal Javier Milei, se verá obligado a negociar con legisladores aliados y de la oposición si desea avanzar con sus polémicas reformas, como la privatización de empresas públicas y la dolarización de la economía. Esto se debe a que no cuenta con mayoría en el Congreso.
A pesar de haber obtenido el 55,7% de los votos en las elecciones presidenciales, Milei no tiene la mayoría en el Congreso, ya que en las elecciones legislativas de octubre solo obtuvo el 30% de los votos.
En un contexto de grave crisis financiera, con una inflación anual del 143% y una tasa de pobreza del 40%, el economista ultraliberal prometió llevar a cabo reformas drásticas, dejando claro en su discurso posterior a la victoria electoral que no habrá lugar para medias tintas.
Sin embargo, estas reformas podrían encontrarse con obstáculos en el Congreso, ya que es el responsable de aprobar cualquier cambio en impuestos o en el sistema de pensiones propuesto por Milei.
Según el analista Federico Aurelio, presidente de la consultora Aresco, el gobierno de Milei deberá apoyarse en sus aliados políticos y dialogar con otros líderes para poder gobernar, ya que no se puede gobernar sin autonomía legislativa.
El partido de Milei, La Libertad Avanza, cuenta solo con 38 diputados en una cámara de 257 miembros y 7 senadores de un total de 72. Además, el economista ultraliberal no tiene gobernadores de su partido.
Por lo tanto, la alianza que Milei cerró previamente al balotaje con el expresidente Mauricio Macri y la excandidata Patricia Bullrich, ambos de la coalición conservadora Juntos por el Cambio, será crucial para garantizar la gobernabilidad.
Según una fuente de Juntos por el Cambio, están negociando la posibilidad de que dirigentes de ese espacio se sumen al Gabinete del Gobierno que asumirá el 10 de diciembre.
Sin embargo, Juntos por el Cambio tampoco cuenta con mayoría en el Congreso, ya que solo tiene 94 diputados, frente a los 108 legisladores de la coalición peronista derrotada. Por lo tanto, el nuevo presidente necesitará acuerdos más amplios.
En el Senado, la situación se repite: Juntos por el Cambio tiene 21 legisladores frente a los 33 del peronismo.
Además, Juntos por el Cambio muestra signos de desintegración después de las elecciones y muchos de sus legisladores difícilmente apoyarán abiertamente a Milei, quien también prometió reformar el sistema de salud y educación pública, y criticó la legalización del aborto.
Según la analista Mariel Fornoni, directora de la consultora Management & Fit, Milei tendrá que hacer muchos acuerdos con gobernadores peronistas y de derecha, así como con intendentes. Destaca que solo tiene tres intendentes de pueblos con menos de 2.000 habitantes, lo que representa todo un desafío.
En cuanto a la situación financiera, el futuro presidente deberá enfrentarse a las arcas vacías del banco central y a una deuda contraída en 2018 con el Fondo Monetario Internacional por un programa de 44.000 millones de dólares.
Sin embargo, no todo es negativo, ya que se espera que el próximo año haya una entrada de dólares multimillonaria debido a una buena cosecha de granos, ya que Argentina es uno de los principales productores agrícolas del mundo, y también se espera una mejora en la balanza energética.